En Zapatillas de Andar por Casa.

“Una mentira repetida adecuadamente

mil veces se convierte en una verdad”

Joseph Goebbels

Está visto que nos encanta eso de malmeter. Siempre ha sido así, seguro que si nos ponemos a analizar las pinturas de Altamira encontramos alguna en la que aparece alguien en el que uno de los rupestres dice que si su vecino de cueva hace “esto o lo otro” para ocultar la grima que le da el hecho de que ha cazado un bisonte más grande. A la mínima recurrimos a aquello de “Calumnia, calumnia que algo queda”. Si alguien nos cae gordo o queremos que caiga en desgracia, más aún si acaba de llegar al barrio nos acercamos a uno de los “centros de chafardeo” extendidos por todo el vecindario, verdulería, carnicería, peluquería (Oye, peor que la red de espías de la STASI), y no recurrimos al Tribunal del Santo Oficio para pregonar que la vecina de 5º es una bruja porque no se lleva, aunque con el afán retro que vivimos últimamente en Moncloa, mejor no dar ideas. Así nos luce el pelo.

Eso es lo que está viviendo la “nueva hornada” de políticos que les está quitando el sueño a los “tradicionales”. Gente como Pablo Iglesias (El coletas de Podemos) o algunos candidatos en las primarias de lo antes conocido como PSOE, están sufriendo una campaña de acoso y derribo increíble. Visto que los argumentos “civilizados” de lo establecido (alcaldes corruptos, Mafia Calabresa en las instituciones, falta de jubilados y bocadillos para rellenar meetings en plazas de toros y un castañazo monumental en las europeas) no funcionan ya, pues nada, a recurrir a la barbaridad pregonada desde los púlpitos mediáticos que para algo son suyos, así sin miramientos. Ya ves, también esta gente bien vestida, con pagas latifundistas y una apariencia estilo marqués recurre a una táctica más vieja que las pastillas Juanola.

La cosa siempre empieza por intentar ridiculizar la imagen del enemigo a batir, que si “mira tú dónde va ese coletas” que si “que se ha creído ese perroflauta vestido de aquella manera ” “que si en su escalera lo embargaron y se largó de la ciudad ” “que si en su balcón tiene tres plantas de María”. Es siempre igual, en la política o en el vecindario, la cosa es conseguir que cuando te cruces con la víctima, a la que ni conoces, te den ganas de tirarle un canto rodado en toda la cresta. ¿Y si eso no funciona? Pues nada, pasamos a cosas más gordas, que si está a sueldo de una dictadura (me vale Venezuela o el jefe despótico de la fábrica) que si no es más que puro escaparate…

Al final, si la cosa no funciona se acaba poniendo al calumniado en el saco del terror, ese todomecabe que tenemos para dejar podrir las cosa que no gustan, diciendo que es “El Coco” o La ETA, que aquí para el caso últimamente es lo mismo. De hace un tiempo para aquí, para ellos, todo es ETA, recurren tanto a este argumento que ya, si no es porque la cosa es muy seria, y una falta de respeto a las víctimas, nos daría la risa. Dicen que eres ETA si te quejas, si disientes, si protestas o si haces algo que no sea seguir el camino del aborregamiento colectivo. Eres antiespañol si no aguantas hasta que te saquen todo el jugo como si fueses un limón. Y ya eres “de la piel de satanás” si dices que nos están robando la democracia para ponernos en una sociedad de mercado en la que tendremos solamente lo que podamos comprar, así simple y llanamente, con los recortes sólo tendrás derecho a la medicina que puedas pagarte (por citar un ejemplo).

El problema no es Podemos y su ideología o la gente nueva que va apareciendo, el problema son ellos mismos. Necesitan perpetuarse en su chollo, no conocen otro tipo de vida, lo saben. Las últimas elecciones les han llevado a tal nivel de desesperación que solamente les queda recurrir a la difamación y el amaño en las antes intocables reglas electorales. Necesitan que el electorado crea sus mentiras al más puro estilo Joseph Goebbels cuando decía aquello de “una mentira dicha mil veces se transforma en verdad”… Huy, he mentado a la Bicha!!! Os dejo, me voy a la playa que hoy no me apetece ser ETA, no vaya a ser que me cierren este quiosco…

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