Archivos para noviembre, 2022

Una vez más, gana la banca

Publicado: 29 noviembre, 2022 en actualité...

Hay cosas que de verdad no entiendo sin pasarle el filtro ese de “Piensa mal y acertarás,” de verdad. Me explico, estábamos Paco y yo comentando al respecto de las ayudas a las familias necesitadas que se ha sacado el Gobierno de la chistera y decíamos que hace falta, muchísima falta porque andamos todos fatal, no nos llega ni para comer y encima no hacen más que amenazar y augurar que nos va a caer encima la de Cristo es rey. Con ese panorama de verdad que cualquier ayuda que puedan ofrecernos es poca, pero cuidadín, no vaya a ser que al final las ayudas acaben transformándose en una pesadilla que hunda más en la miseria a los ayudados. En eso de pretender una cosa y acabar consiguiendo lo contrario ya andamos curtidos y no está el horno para bollos porque con toda la sinceridad, creo que va siendo hora de darse cuenta de que para demasiada gente ya se ha tocado el límite, y sobrepasado incluso.
Paco, ya lo he dicho mil veces, trabajó en el “sector financiero”, vamos, jubilado de banca cuando se dieron las primeras turbulencias, me decía que una vez más, como siempre. En esto acabará ganando la banca. Puede que tenga razón suele tenerla, y me explicaba café en mano, que las ayudas con las hipotecas consisten básicamente en endeudar más a la familia para proteger el cobro de la banca. Me quedé ojiplático. Empezó a contarme que si voy ahogado con los gastos, que si no puedo pagar X, porque bastante tengo con intentar dar de comer a la prole mientras me siembran en pánico taladrando con vaticinios horribles y entonces aparece el banco como si fuese una aparición mariana, diciéndome que le pague menos per durante más tiempo rápidamente le daré dos besos y lo invitaré a merendar, seguro. Pero con el paso del tiempo me iré dando cuenta que en realidad me han tomado el pelo, como le voy a pagar durante más tiempo, le pagaré intereses durante bastantes más años (carencia) y al final habré pagado mucho más al banco de lo previsto. El banco habrá ganado más dinero conmigo y yo seguiré arruinado porque claro, si se rebaja la cuota digamos en veinte euros, pero la inflación sigue cada vez más y más asalvajada esos veinte euros (y si solo fuesen esos…) los voy a gastar en dar de comer a la familia. ¿Resumen? Que no se habrá más que alargado la agonía y que la banca se lo habrá llevado crudo otra vez, más cobros por intereses garantizados con una hipoteca que no les va a costar un duro modificar porque en el mismo Decreto se dice que al notario se le pagan 30 euros y al Registro 20 (ya te digo que no llega ni para costear el papel, aunque acabarán pagando el pato por querer «forrarse con la desgracia de otros» o algo así) que, con los gastos que se invente la “gestoría del banco” por supuesto acabará pagando el “ayudado”. ¿No está mal el negocio, verdad?
Al final parece ser que, una vez más, al final de la partida acaban ganando los de siempre, da igual si tenemos un gobierno de izquierdas o de derechas porque en el fondo parece que todos sueñen con su sillón mullidito en el Consejo de Administración, o eso que les debemos algo porque, recordemos que ellos nos deben dinero, muchísimo dinero de cuando al rescate y todo el cambalache que sufrimos. ¿No hubiese sido más efectivo intentar recuperar algo para ayudar de verdad a las familias necesitadas? No te voy a hablar de palabras mayores y gruesas como quitas, Nuestros políticos no son capaces ni de pensar en ello no vaya a ser que muerdan a “la voz de su amo” porque así está el sistema. Hay muchos políticos decentes, estoy seguro de ello e incluso conozco al algunos, te lo juro. Pero la jugada no va de eso sino de algo más viejo que la tos, los poderosos cada vez lo son más a costa de los desfavorecidos y claro, en esa rueda los políticos dignos acaban aplastados por la vorágine de un sistema pervertido que acaba perjudicándonos a los de siempre y una vez más, gana la banca.

Balones de sangre

Publicado: 22 noviembre, 2022 en actualité...
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Ya nos dicen aquello de “Poderoso caballero es don Dinero” y una vez más van y tienen razón. Está visto que el “vil metal” todo lo puede, tanto como para que por aquí en occidente nos olvidemos de todo lo que nos ha llevado a considerarnos una sociedad civilizada y nos hayamos abrazado a un régimen que ni sabe lo que son los Derechos más básicos ni tienen intención de documentarse al respecto. Aunque sepamos que nos están ofreciendo un «remake» de Diamantes de sangre o nos hayamos aceptado, una vez más, una historia de dolor y muerte, como las del cobalto o el coltán. Qué más dará, algunos han hecho su agosto en mitad del desierto y nada más importa. ¿No?
Poco nos ha valido aquello de que hayan muerto multitud de personas trabajando en régimen de semi esclavitud (unas 1500 personas según dicen, aunque nunca lo sabremos) para construir unos campos de futbol que no son sostenibles porque ya me dirás tu como podremos mantener el césped ese tan verde y mullidito en mitad del desierto y más aún en un país donde eso del futbol no es que tenga demasiado arraigo que digamos. Ya verás, ya… en un par de años lo que tantas vidas costó acabará peor que la Expo de Sevilla, acabará abandonado y soterrado por el desierto, en el mejor de los casos. Supongo que no quedará en la consciencia de nadie tanto sufrimiento de personas gastado para que durante un mes veamos unos partidos de futbol de unas selecciones que, supongo que, en su gran mayoría, no entienden que narices hacen jugando un mundial en noviembre y en mitad del desierto. Igual por las altas esferas de la FIFA saben algo. Un dato, Infantino (el presi) vive en Catar con un sueldo de dos millones, ¿casualidad? Si lo es, tambien es mala sombra y si no lo es, menuda desfachatez.
Los mandamases de la FIFA, los mismos que parece que se hayan olvidado de todos los derechos de las comunidades LGTB+ porque se suman a aquello de “donde fueres haz lo que vieres” y eso de prohibir parece que les haya gustado. Resulta chocante que una institución moderna y civilizada amenace a los capitanes de las selecciones con una tarjeta amarilla en el caso que se les ocurra llevar el brazalete arcoíris para hacer ver algo que ya sabemos porque hasta el régimen Qatarí lo admite, con naturalidad “el diferente molesta” y advierte que se han de respetar las costumbres locales. Menos mal que no es costumbre comerse crudos a los niños.
¿Lo chocante? Que no nos importa. A pesar de que hayamos protestado (tibiamente) y de que nos rasguemos las vestiduras diciendo que empatizamos con los que no son “clones de la norma”. A pesar de que nos ofrezcan una ceremonia de inauguración un tanto hipócrita intentando maquillar lo que ocurre en un país donde la inmensa mayoría de la población malvive como puede mientras unos pocos son las mayores fortunas del mundo y se pueden permitir mantener la Edad Media permanente, el baloncito ha empezado ya a rodar en mitad del desierto y el mundo aplaude, como hipnotizado, cada gol de sus selecciones, aunque esos goles estén teñidos de sangre e injusticia. Parece que nada cambia, también en la antigua Roma morían los gladiadores en los «shows» patrocinados por los emperadores, todo sea por el espectáculo y por distraer a las masas, ya sabes «panem et cirsenses» .

El Estallido

Publicado: 8 noviembre, 2022 en actualité...
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Cuentan en los libros de historia algo parecido a que un buen día hartos de aguatar el ver como unos no tenían con que alimentar a la prole mientras otros vivían en la opulencia y el fasto. Los desarrapados marcharon hasta donde los monarcas y la liaron tan gorda como que acabaron las cabezas de los de las coronas en unos canastos de mimbre. También cuentan que allá en Rusia, donde hacía frío, llegó alguien y reunió a los mismos, a los que estaban pasándolas canutas, y acabaron “calentando” a los zares… y así podemos encontrar innumerables aventurillas en las que a las gentes se les hincharon las narices y se hartaron de vivir en este valle de lágrimas mientras otros empalmaban fiestas y más fiestas en su cara. Puede que en un país en el que trabajar de sol a sol no te asegura nada y en el que según Cáritas seis millones de familias -el 31,5 % de los hogares en España- no cuentan con un presupuesto que garantice unas condiciones de vida dignas esa música debiera sonarnos pero no, aquí no sucede nada, todos continuamos creyendo esa falacia de que la pobreza no nos alcanzará porque somos «clase media» y hacemos bueno aquello de nuestros antepasados cuando volvió FernandoVII, desengancharon los caballos y se pusieron a gritar «que vivan las cadenas». Nada, barbaridades que se le pasan a uno por este cerebro medio enfermo que llevo puesto dentro del cráneo.
Ya no sé qué pensar, pero a veces me salta a la cabeza Antonio Machado cuando decía aquello de “Nuestro español bosteza. ¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío? Doctor, ¿tendrá el estómago vacío?” Pienso si no tendrá todavía razón y se me hiela la sangre. Quizá sea que andamos todos un poco atrofiadillos o puede que, por suerte, nos hayamos civilizado un poco y ya no nos atrae tanto el tema de hacer rodar cabezas. No lo se, pero cuando sale el tema Paco, en el café, siempre dice lo mismo; “A nuestros abuelos esto no se atrevían a hacérselo” ¿Tendrá razón? Seguramente. Ellos la hubiesen liado parda, pardísima.  en una «discusión» de esas que intenta ningunear  un tal Feijoo con la solemne barbaridad de dejar una guerra civil con miles de muertos y una sangrienta dictadura de 40 años en una mera “discusión de los abuelos” Debiera salir alguien de su partido a explicarle un poco de SU propia historia y de paso contarle que lo de banalizar la historia, reducirla al absurdo para que «pasemos del tema» es una táctica tan vieja que no cuela y encima ofende a propios y extraños.
¿Qué nos sucede? Igual estamos un poco idiotizados, saturados, mega DESinformados, como distraídos en miles de noticias cada una más horripilante que la anterior, inmersos en la vorágine, en las sandeces de gentes como Ayuso y sus “ayusadas”, en las previsiones que hacen los ricos y los perpetuos anuncios del fin del mundo, demoledores, de los que dicen que nos van a sacar de una debacle financiera que está por llegar.  Ruido, nada más que ruido que nos impide pensar, como cuando alguien está toda la tarde tocando los platillos a nuestro lado.
Puede que se trate de eso, de crear ruido, mucho ruido para que nos estemos quietecitos, para que no nos acerquemos a su palacio, para que no molestemos y que no tengan que enviarnos a “comer pasteles” como cuentan que dijo María Antonieta. Estruendo atronador para mantenernos en este estado de acogotamiento en el que parecemos inmersos. Igual no saben que al final, con tanto ruido, nos volveremos sordos y entonces esto desembocará en una revuelta de los que cada vez andamos más hartos de ver como no podemos salir de la miseria de manera digna y el asunto acabará como y cuando acabe. Espero que entonces sepamos reconducir esto como hemos aprendido, sin tener que verter sangre, sin que lleguemos al estallido social. ¿Sabes? Hoy soy pesimista, creo que nos acercamos al punto de no retorno como los lemmings al acantilado, con demasiada osadía, con imprudencia, con alegría incluso después pasan cosas y nos dicen que no podían preverse o que la culpa es nuestra, por quejarnos por encima de nuestras posibilidades o algo así. Sólo falta que aparezca algún iluminando vestido de mesías, que hipnotice a las masas y que desencadene el desastre, el terreno parece abonado ¿No lo huelen en el ambiente nuestros políticos? ¿No perciben nada cuando ven que cada vez está tomando más fuerza la ultraderecha más rancia? ¿No hemos aprendido nada? Si al final hay veces que llego a pensar si no sería un tanto profético Marty McFly, en “Regreso al futuro II” cuando le dice a Doc aquello de “¿Qué pasa, Doc?¿En el futuro nos volvemos gilipollas?” Espero que no