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Navidad

Publicado: 22 diciembre, 2017 en actualité...

Y en eso que ya nos hemos plantado en Navidad, más que nada porque se oye el soniquete de los Niños de San Ildefonso que marca el inicio de esa época del año en la que todos nos volvemos buenos, tiernos y solidarios. ¿Qué queréis que os diga? Deberíamos pedir a los que ihacen el calendario que Navidad fuese todo el año, así puede que nos preocupásemos más de los que están mucho peor que nosotros, si los hay. Hay quienes no tienen para regalos porque no les llega para alumbrarse, hay quienes no tienen para comer estos días y también quienes van a temer que el marido modelo bestia que tiene en casa beba estos días más de lo que habitualmente lo hace (y es mucho). Es Navidad, igual es una buena fecha para darnos cuenta de que también esta noche hay gente en el mar intentando llegar a nuestras costas donde las cosas están mal, es verdad, pero por lo menos no se niega el IMG_20171212_110836.jpgderecho a la vida a nadie en una guerra rarísima, medieval de la que parece que no conocemos todo. Piensa en ello y verás como eso de los regalos en el fondo no tienen la mayor importancia porque ya tenemos un buen regalo, no estar en la piel del que lucha cada día por mantener el mayor de los regalos que tenemos, la vida. Todos los días del año pasa esto pero estos son los de Navidad, esa ventana de tiempo en la que se puede acceder a nuestros corazones. Aprovecha para llegar al tuyo propio.

En estas fechas vamos a comer, a reunirnos con los nuestros, con esos que puede que no conozcas de su existencia a lo largo de todo el año pero que se materializarán estos días para vuelve-a-casa-por-navidaddarnos un cálido abrazo y una sonrisa. Esos momentos, llamadme tierno, hacen que estas fechas sean distintas, nos llenan de esa mezcla de alegría y melancolía por los que no van  a llegar a la mesa este año. No importa de que religión seas, si es que tienes alguna, las cosas buenas hay que adoptarlas vengan de donde venga. Da igual que celebres el nacimiento de cristo, el Sol Invictus o lo que quieras celebrar, sólo te deseo eso, una mirada sincera y un  tierno abrazo y de aquellos a los que aprecias, contad con el mío.

Yo me voy a buscar esos abrazos de los míos, voy a poner las máquinas al ralentí, rebajar la presión de las calderas e intentar conseguir la paz que todos merecemos estos días. Me ausentaré unos días porque espero tener muchos que recibir para recargar las pilas y enfrentarme a todo un año por delante que llegará con sus buenos momentos, sus malos, sus sueños cumplidos y sus promesas fallidas. Por favor, pasadlo bien, todo lo que vuestros corazones os permitan y sobre todo, cuidaros que espero que nos veamos todos en un nuevo año lleno de emoción.

Feliz Navidad y mejor entrada de año 2018!. Nos vemos el día 3 para empezar todo un año en zapatillas.

 

Siempre se ha dicho que para que exista el bien ha de existir el mal, para que exista arriba ha de haber un abajo, para que exista la luz ha de existir la oscuridad, es la eterna teoría del Ying 678fba3c90b6a76f0b008d74b7b25f43y el Yang que domina todo, es eso de la fuerza, el lado oscuro y todo eso de StarWars. El mundo se rige por un intrincado, inestable y misterioso sistema de equilibrios perfectos en los que si se cae una pieza acaba todo derrumbándose como un castillo de naipes, arrastrando lo que encuentra a su paso. 


Los que ya empiezan a peinar alguna cana que otra (si no nos hemos quedado calvos) recordarán cuando a mediados de junio de 1987 un presidente CowBoy (¿pensabas que estaba todo inventado?), Ronald Reagan pidió a  Gorbachov que derribase el muro. Desde entonces los acontecimientos empezaron a sucederse hasta que aquella noche del 9 de noviembre de 1989, el muro cayó . Esa noche todo cambió, ya no muro-berlinvolvería a ser lo mismo, se habían roto las estructuras que sostenían la sociedad mundial en un precario equilibrio de bloques.  El misterioso bloque comunista del que tan mal nos habían hablado se estaba desmoronando. El capitalismo había triunfado, se había derrumbado el comunismo de la URSS y todos nos alegramos sin llegar a sospechar que se había roto el equilibrio de las fuerzas, quizá para siempre y pagaríamos un precio demasiado caro por ello.


El tiempo ha pasado, los engranajes han ido girando y el capitalismo, sin unas apariencias que mantener, ha ido mostrando su cara hidra.jpgmás agria. El sistema que pensábamos correcto y perfecto nos ha ido mostrando su crueldad y se ha transformado en la Hidra de tres cabezas que es ahora. Hemos ido dejando atrás cada vez más personas, demasiadas. Primero a “los invisibles”, aquellos que no reparábamos en su existencia y que, seamos sinceros, no nos afectó demasiado. Poco después vino aquello de hacernos creer que formábamos parte de la macroeconomía y nos salieron con el rollo ese de que “vivíamos por encima de nuestras posibilidades” (¿recuerdas?) con ello han ido arrancándonos nuestros derechos más básicos, la sanidad, la educación. Con esa mentira nos han hecho sentir culpables de sus pecados,  han ofendido a nuestros esquemas de «ganarnos las habichuelas» transformando el empleo honrado en una limosna, están podando nuestros sueños haciendo todo lo posible para evitar que nos sintamos humanos. Es el engaño perfecto y nosotros hemos caído. Poco a poco va alcanzándonos la miseria y ya sentimos muchísimos el aliento en el cogote, es ahora cuando nos vamos haciendo a la idea de lo que hemos hecho.


El otro día Paco (ya sabéis, el conspiranoico) decía que si no era todo mejor cuando 10-work-equality-soviets.jpgRambo perseguía a los comunistas, cuando no sabíamos que había más allá del telón de acero, cuando todavía se preocupaban de hacernos ver que los de la hoz y el martillo eran gente perversa mientras muchos llegamos a creer que en los soviets se vivía bien. Cuando el equilibrio de las fuerzas obligaba a nuestro monstruoso sistema a contenerse, a poner buena cara y a no dejar a nadie atrás.


Nos han hundido en el fango, ¿pero sabéis una cosa? Cuando alguien está en el barro ya no velas-1.jpgpuede hundirse más, hemos tocado fondo y sólo queda un camino, levantarse de nuevo. Eso es lo que temen ahora los poderosos y por eso continúan azotándonos, saben que tienen los días contados si nos levantamos todos y nos convertimos en el contrapeso que vuelva a equilibrar la balanza. Este año que va a empezar puede ser un buen año ¿y si nos ponemos en marcha?

Este puente he conseguido, sin querer, hacerme a la idea de lo que padecen cada invierno 1,5 millones de hogares en España. El frío, la oscuridad de las noches, la pobreza energética es lo que sufren millones de personas aquí, en la esquina de casa, podría ser tu
IMG_20171212_111210.jpgvecino y tu sin enterarte. En mi caso la cosa se redujo a un par de días de estancia en una casa en la que no se había previsto el que alguien llegase con tropecientas estufas, entonces claro, saltan los plomos y te quedas a oscuras, nada más que resaltar. El verdadero problema llega cuando no es cosa de los plomos, es más bien cosa del frío pelón que puede llegar a hacer en invierno y tu no puedes hacer nada para evitar que se instale en tu propia casa. La sensación es terrible, os lo puedo asegurar, desde el otro día no se me olvidará en la vida esa sensación de no saber si entras en un baño o en una cámara frigorífica.


No voy a salir ahora con el topicazo navideño de la solidaridad transitoria y todo eso, aunque si con ello se solucionase algo, bienvenido sea. Sólo me refiero a que hace frío,
IMG_20171212_111235.jpgmucho, y el “frío pobre” es algo terrorífico. Se mete por las rendijas de la puerta, en los huesos, en la mente y en la dignidad del que lo padece. Debe ser duro ver como se tirita en casa, sepultados bajo varias mantas, mientras sientes la ignorancia del mundo que te rodea. Es el frío de una sociedad que no entiende lo que puede ser la pobreza energética simplemente porque no se ve por la calle y nos suena a un problema logístico, cuestión de recibos de los necesitados con los que ya lidiarán las ONG y que se arreglará con la instauración de unas políticas gubernamentales, es decir, que pasaremos frío por los siglos de los siglos si pensamos que los que están calentitos en sus despachos van a hacer algo por remediar lo que ni siquiera conocen y que no parece importarles demasiado porque están muy ocupados en agenciarse un sillón mullido y calentito en las energéticas, para cuando tengan que levantarse del suyo.


Resulta curioso que en el país europeo donde más sol tenemos seamos de los que menos IMG_20171212_110240.jpgaprovechamiento energético le saquemos. Resulta imperdonable ver que estamos pagando la electricidad a precio de oro (de las más caras de Europa) gracias a verdaderos cambalaches de las eléctricas con puertas giratorias. Y lo peor de todo es que seamos capaces de permitir el enriquecimiento desmesurado de las empresas mientras exista una sola casa helada como un iglú, en la que habita gente hipotérmica porque no tiene la fortuna de poder hacer frente a facturas hiperinfladas.


Este año, también en Navidad, van a existir casas donde los cubiertos estarán fríos, donde no habrá el grifo ese que lo tocas y quema, donde la ducha será un suplicio y el calor del IMG_20171212_110836.jpghogar quedará en una frase hecha. Lo habrá porque no somos capaces de entender la magnitud de la tragedia que padecen aquellos que no tienen con que calentar o iluminar sus casas, los que no van a ver a Ramonchu en las campanadas, ni el discurso del Rey porque la tele (si es que la hay) dejó de funcionar cuando pasó el señor de las tenazas.
Deberíamos hacer todos un día un experimento, a modo terapéutico, desconectar la luz de casa y hacernos una pequeña idea de lo que es vivir en pleno SXXI como en el XVIII. Yo lo he hecho estos días por puro accidente pero os aseguro que la experiencia ha sido de las que dejan huella. Hasta que no lo vives no sabes de qué habla toda esa gente que dice que tiene FRÍO (en mayúsculas) en un país que se supone moderno y civilizado.


Puede que el remedio pase por dejar que se enfríen los despachos de Moncloa, que se estropee la calefacción del Congreso o que hiele en Zarzuela. Os aseguro que al tercer día ya habría una solución al suplicio de millones de personas que pasan por la calle invisibles, heladas, con los dedos azules, sin que nuestros gobiernos hagan nada por impedirlo y sin que nosotros nos demos cuenta de que existen.

Renovarse o morir.

Publicado: 5 diciembre, 2017 en actualité...

Estos días se han abierto las puertas del Congreso. Estaba engalanado con tapices candelabros, bronces brillantes, como hace décadas, todo con un cierto aire decimonónico, un tanto «demodé» . Hemos podido ver  los “tiros de Tejero” que quedaron tras la reforma, pasear por los salones con la intención de encontrar “los pasos perdidos”o sorprendernos congreso-tapizporque parecía todo más grande en la tele. Pero el tiempo pasa, las cosas van evolucionando, envejecen y si no se van reparando las goteras y repintando acaban como la casa de la abuela, que nos caerá en la cabeza por puro abandono ¿Verdad?. Pues bueno, han habido tantos cambios sociales en estos cuarenta años que nuestra constitución ya no nos sirve a los que vemos como nuestros sueldos no mejoran, perdemos derechos, el empleo es un desastre o lamentamos que por unos o por otros jamás queda dinero para nuestros jubilados o dependientes. Desde el momento en que unos vamos a la cárcel por una viñeta o por un chiste libricodesafortunado mientras vemos como otros “se lo llevan crudo” sin que apenas les caiga una regañina está claro de que algo ya no funciona. Pero no funciona para nosotros. Para otros, los que se se han encargado de manosearla en beneficio propio y vestirán con gran pompa y fasto cada vez que celebremos un aniversario de esta constitución le va viento en popa y andan como castañuelas con esta vetusta norma. No lo olvides cuando los dirigentes del te digan que no hay que reformar la Constitución para contentar a los independentistas porque igual no es sólo por eso por lo que no quieren tocar una coma

La constitución debiera ser era el mejor de los marcos para poner la foto en la que cupiéramos TODOS y eso no es nada fácil en una sociedad al límite como esta. La Carta Magna (mira, homenaje al profe de Constitucional) se transforma en papel mojado si cambia la sociedad para la cual fue confeccionada y esta no se parece a la del 78. Nuestra norma ya no vale, solo sirve a los que intentan perpetuar el chollo por los siglos de los siglos

Esta Constitución nació después de una larga dictadura, entonces hacía falta tragar sapos para conseguir algo que se acercase al consenso sin pasar de nuevo por los tiros. Ya sabemos que francoreyfue difícil y duro pero ahora ya no es lo mismo. Por suerte ya no tenemos las pistolas encima de la mesa y el garrote vil anda oxidado por algún desván, deberíamos hablar. Resulta ridículo decir que como fue tan complicado casi que mejor no tocamos nada. Es necesario toquetear las cosas porque con el paso del tiempo los materiales que se emplearon en las obras se han desgastado de tanto usarlos y se tendrán que cambiar porque “están viejos”. No vale intentar aferrarse a algo que está empezando a ocasionarnos problemas muy graves. Es como pretender que todavía conduzcamos un Seat 600 de la época, total, porque “todavía anda”. Perdonadme los del “Club 600”, es bonito y encantador pero no es lo mismo.

Igual ha llegado el tiempo de pedir que se reforme la Constitución. Ya no sirve para remediar felipela debacle social que padecemos, no nos vale para frenar la desigualdad. No nos soluciones al sistema de autonomías que nos está dando más de un disgusto. Parece que tengamos miedo a aquello de “abrir el melón” y así no vamos a hacer nada. Parece que demasiados teman que se plantee la reforma del Título VIII, ¿Y qué si esto ocurre?¿Se acabará el mundo?¿Hay temas tabú a estas horas?.

Puede que esos mismos que temen la reforma no hayan entendido que estamos hablando de democracia, justo lo que estamos perdiendo día a día. No hablamos de conseguir, unanimidades que sirvan para pasar el rodillo o de oscuras venganzas sino de las mayorías necesarias (o dos tercios o dos quintos) que hacen falta para reformar desde dentro, sin rupturas violentas.

Al final todo se reduce a la frase hecha aquella de “Renovarse o morir” y demasiada gente allá por los bancos privilegiados parece que prefieran la muerte.

¿A que visto así parece fácil? Pues hasta ahora nadie lo ha intentado (bueno, una vez lo hicieron en una noche de verano, para conseguir sumirnos en la miseria ¡anteponiendo la deuda a 1378880145_extras_ladillos_1_0nuestras propias necesidades!) Puede que el miedo al cambio, los intereses de los partidos o el terror a perder el chollo lo hayan impedido. Así seguimos, paralizados como un gato deslumbrado por los faros de un coche. Y aunque Rajoy se comprometió con Sánchez a facilitar la reforma, la primera reunión de la comisión que se supone ha de empezar a picar piedra duró un ratito y sin nada destacable salvo el esfuerzo en “hacer nada” del PP que dice que no hay nada concreto. Pero pensándolo bien ¿Ellos tienen algo que aportar? Entonces ¿Debemos cambiar las normas resabiadas y trucadas del juego?