Archivos para marzo, 2013

     La verdad es que el dominio del leguaje y de la psique de la sociedad es el plato fuerte de esta gente. Me pasmo ante la naturalidad con la que nos venden la inmoralidad de sus actos. Me descubro ante la sangre fría con que nos endosan verdaderos despropósitos para que nos quedemos paralizados como gato ante faro de coche. Esta visto que no hay nada como pervertir el lenguaje para hacer creernos que un burro vuela e insertarnos en nuestra mollera su concepto de “normalidad” para así sacarnos de nuestro mundo “anormal” y ponernos en el suyo donde toda lógica es pura entelequia, donde dos más dos jamás son cuatro y una mentira se tapa con una trola mayor.

    Igual es normal que si te quejas te acusen de antipatriótico, evasor de impuestos, proetarra (se ha puesto de moda, de hace unos días a esta parte TODO es proetarra), marginal antisistema o el enemigo público número uno si se tercia, y por ello mereces la picota en un país donde para otros inventan amnistías surrealistas como churros en una churrería fallera. También debe ser normal que nuestros diccionarios de baratillo no reflejen su concepto de “austeridad” más próximo, con todos los respetos, al de Auschwitz que al que pone en mi glosario aunque mirando el de la RAE dice en su última acepción que Austero es “Retirado, mortificado y penitente”, sin comentarios. Por lo menos a mí en el cole me dijeron que la austeridad consiste en ser sobrio, no gastar más de lo necesario pero no decía nada de dejar de forma indolente en la miseria absoluta a la gente, sin nada a cambio y sin que se produzca ningún tipo de mejora en las podridas y voraces arcas públicas. Ante esto, ¿que hago, demando al Sr. Sopena o a mis profesores de EGB? .

     Estamos viendo como funciona la “normalidad” europea en Chipre, desmembrar la nación, suprimir el reverendísimo sistema capitalista (con ironía) impidiendo la circulación del dinero de los “normalizables” para ahora tenerlos esperando el sablazo que van a recibir implacable y a sangre fría abandonados en un mar de tiburones con una manzana en la boca y un poco de perejil en las orejas. Pero claro, lo normal será desmenuzar a los pobres mortales para tapar los desaguisados de los gerifaltes.

    Ese es el quid de la cuestión, nos inculcan SU normalidad, la de los que pretenden sacarnos el zumo y perpetuarse en su status. Nos alteran la realidad con descaro, con la naturalidad del enfermo que ya no sabe diferenciar el bien del mal. El caso es que generan la duda y con ella la división. Nos enseñan su normalidad cuando nos aporrean, cuando se blinda el Congreso, cuando nos “sacrifican” en vano o cuando nos denuncian por cualquier delito que se les pase por su enferma cabeza. Y tienen razón, no es normal tener que manifestarse por derechos y prestaciones que hemos pagado ya con creces, tampoco lo es luchar para poder ir al médico y que este no disponga de lo necesario para evitarnos el normal tránsito al camposanto, porque ya no aseguramos nada visto que se “sugirió” el recorte en investigación para las comunidades “manirrotas”. No es normal que nuestros hijos sean aborregados por un mal sistema de educación y así perpetuar este sinsentido. Es su lógica, esa donde el pecado nada tiene que ver con la penitencia. Yo, en resumen, creo que su “normalidad” es en realidad “opresión” y “sometimiento” por tanto prefiero no jugar con su Ruleta Rusa trucada y ser un “anormal”

Ada Colau y los grupos «filoetarras»

Claves Rescate Chipre

El gobierno quitará las subvenciones a trasplantes a las CCAA que no cumplan déficit

     La verdad, tenemos un problemín con esta banda de sacamantecas indocumentados  que nos atormenta desde las instituciones que fueron creadas para defendernos. Nos dicen que todo este sufrimiento es por nuestro bien, nos hacen creer que hemos de mantener, a costa de lo que sea, una ficción que únicamente los beneficia a ellos, a los que tienen en sus manos los engranajes de la rueda. Dicen que hemos de dejarnos la piel para conseguir unos objetivos que sólo son una abyecta maniobra financiera para someternos, nos han hecho creer que somos una sarta de manirrotos cuando, en realidad son ellos los que han cavado un lindo agujero negro, los que nos han metido en él, bocabajo, y mira tú que casualidad, los que ahora nos rescatarán, así, sin capa ni superpoderes ni nada. No señores, por muchos colorines que le pongan cuando nos hacen callar con que reforman la Ley de Desahucios o cualquier otra limosna, estamos muy hartos.

     Vivimos en un “ay” perpetuo diseñado para mantenernos en una esclavitud de facto, manejan el terror con la maestría del Santo Oficio o de los Jacobinos. Primero nos enseñaron que podríamos tener todo lo que quisiésemos, ofreciéndonos duros a cuatro pesetas para que firmásemos con nuestra sangre ignorante y nos generaron falsas necesidades como que la vida sin adosado no era vida o sólo eres “cool” con un Iphone. Una vez creado el escenario sólo era cuestión de cambiar el guión en esta obra de teatro “et voila”. Nos han quitado “el parné”, nos han desahuciado de casa con la mayor humillación posible, aunque después nos vuelvan a engañar diciendo que eso no estaba bien, pero el resultado va a ser el mismo y lo hecho hecho está. Nos han podado con motosierra nuestras finanzas usando todo tipo de artimañas, el fisco nos acosa hasta en fallas, como a criminales (según quién sea el deudor, por supuesto) y ya nos han mostrado el corralito chipriota, así, como quién no quiere la cosa. Susto tengo.

     Empezaron por quitarnos el trabajo haciéndonos pasar antes por todo un viacrucis, hemos hecho más horas que un tonto en un ambientazo verbenero propio de las galeras de Ben Hur a cambio de una bolsa de Ganchitos, nos hacen sentir inútiles diciéndonos que si no aceptamos alguien lo hará consiguiendo mortificarnos con la complicidad sindical, por supuesto, para una vez idiotizados empezar con el deterioro emocional, el ataque a nuestro orgullo como seres humanos. ¿El mecanismo? El mismo, un día no hay subsidio, mañana no hay médico… ¡cuando ya hemos pagado por ello con creces!

    ¿Cómo saldremos de este círculo vicioso? Existe una solución, la rotura del sistema, la de plantarnos y no creer en sus recetas mentirosas porque saquemos cuentas. En casa, si ahorro y recorto los gastos (cuando se podía) por lo menos dejo de deber más dinero, ¿no?.

    Necesitamos plantar cara, somos sus electores y por tanto los dueños de sus poltronas. Ellos debieran de servirnos y no al revés. Ahora bien si seguimos así, tranquilos, habrá otra salida, la darwiniana y natural. El sistema está autofagocitándose a una velocidad increíble. Esta máquina de picar carne una vez devorada la clase obrera está ya empezando con los pequeños y medianos empresarios y así continuará, hasta que nos afecte a todos y acabemos en manos de un sólo jugador del monopoly que controlará nuestras vidas y nuestras mentes que a esas horas ya serán sólo unos meros trámites insignificantes y sin valor. ¿Movemos ficha ya? 

     Hace unos días que estamos en ese periodo en el que los valencianos, en general, inmolamos las neuronas que nos quedan y cometemos holocausto de Polumbis en honor a San José, nos metemos como sardinas en lata en la plaza del ayuntamiento para explotar cohetes hasta sangrarnos las orejas, le llamamos mascletà, y nos provoca una especie de éxtasis estilo Santa Teresa. Quemamos ninots muy “por encima de nuestras posibilidades”, aunque acabemos indultando a los que de verdad achicharraríamos gustosamente. Nosotros somos así, no tenemos remedio ni falta que nos hace.

     El otro día bajé a las horas infames esas de ir a currar y me vi el coche transformado en una barra tabernaria, vasos, botellas y tipejos despachurrados sobre el capó. Después de apartar vasitos y ahuyentar tíos, entré en el cochecito y caí, “¡anda, si estamos en fallas!”. Igual eso va a tener algo que ver en que esta semana estoy espeso, paso mucho sueño y me queda un mundo por delante hasta el día de San José inclusive.

     Andan desaforadas las hordas que han estado hibernando todo el año disimulando bajo apariencia humana y que estos días se metamorfosean en tribus deambulantes con estandartes, con tendencias pirómanas y una querencia a los explosivos que dejarían a Unabomber a la altura del betún.

    Mención aparte merecen los preciosos a la par que desproporcionados monumentos y las alegres carpas que no te dejan transitar ni en bicicleta. Creo que están colocados por maestros estrategas Napoleónicos para inutilizar la mayor cantidad de calles posibles, ya sea con fallas, casales o, en versión nómada, con esas comisiones desfilando acompañadas por las sufridas charangas y su música atronadora, para gozo audiovisual de todo aquel que al doblar la esquina se las encuentra, así, a traición. Eso sin hablar de calles iluminadas hasta el blanco absoluto, con gran deleite de los vecinos que sobreviven con los ojos hinchados, inyectados en sangre y la napia destrozada por los aromas de los puestos de “Bunyols”, de buñuelos onerosos, mutantes, insípidos, de nada, desalmados por sus hacedores que en su mayoría no han oído hablar de la calabaza y desconocen que tiene algo que ver en la receta tradicional.

     ¿Verdad que pensáis que estoy tarado? Siendo valenciano parece contradictorio que no me una al fallerío, al derroche desaforado y a la “coentor” estilo “Valensiiiaaaa en Fallaaas”. Nada más lejos de la realidad, entiendo y respeto la fiesta como el que más pero pido, por favor, que se tenga a bien considerar el ejemplo brasileño, si ellos tienen un sambódromo, ¡pongamos nosotros un falleródromo!, un lugar donde se pueda montar toda la fiesta que se pueda imaginar, una juerga estilo Los Inmortales, ¡hasta que solo quede uno! Pensad que haría falta invertir menos dinero, vamos que habría más bebida y más petardos (economía fallera de primer curso), con menos orquestas se podría montar verbena veinticuatro horas al día “non Stop”, se podría desfilar durante todo el santo día dando vueltas al falleródromo, con todas las fallas en el centro, visualmente precioso, tirando cohetes incluso de cinco megatones de potencia!, para mayor solaz de los visitantes repantigados cómodamente en la grada y permitiendo vivir al resto de los sosos que queremos continuar en la paz de nuestras ermitas VPO

Galeria de Calles de Valencia Iluminadas hasta la ceguera total 2013

     Los tiempos están cambiando, se avecina tormenta, soplan vientos de revolución nos lo enseñan desde el telediario todos los días aunque contando medias verdades en muchos casos. Pero eso sí, machaconamente y en abundancia para que los árboles no nos dejen ver el bosque.

    Hay días en los que pienso que los Mayas estaban acertados, el mundo ya ha acabado y no nos hemos enterado. No sabemos el rumbo pero eso sí, viajamos a toda leche en una vagoneta sin frenos. En estos tiempos, más que nunca, hemos de mantener muy fría la cabeza si no queremos que nos lleven derechitos al infierno sin pasar por la casilla de salida y sin cobrar los 20.000 del Monopoly.

    Parece que existan tres partes diferenciadas. Los inmovilistas, que no saben cómo mantenerse en la cresta de la ola en un mar podrido en el que somos todos náufragos. El de los neoliberales advenedizos disfrazados de sufridos superhéroes sin capa pero que corroen el orden para, llegado el momento, lanzar el Jaque Mate y arramblar con la carroña restante haciéndonos creer que sus intereses son los nuestros y que se desvelan por nuestro bienestar pidiéndonos sacrificios sin sentido pero que nunca despeinan a los “sumos sacerdotes”, porque eso es lo más gracioso de todo, se valen de nosotros para que los aupemos y después someternos a pseudo esclavitud en la que viviremos encadenados pero, eso sí, cómodos y sin derecho a preocuparnos por nada. Nos construyen una caverna como la de Platón, pero sin salidas. En cuanto al tercer grupo, nosotros, los curris, aquellos que ya sólo perseguimos, a estas horas de la noche, la supervivencia más estricta. Vivimos acogotados por todos y somos en realidad la llave del éxito de los unos o los otros, pensémoslo, ni los fósiles del Antiguo Régimen ni los neo esclavistas son nada sin nosotros, nos necesitan y lo saben. Es por ello por lo que nos entretienen con noticias muy vistosas, de atrezzo, pero muy llamativas, nos necesitan aborregados porque somos su materia prima y están verdaderamente preocupados no vaya a ser que prenda la chispa y se encienda la gasolina vamos a tomar nuestra propia tercera vía y tirarlos a gorrazos de sus sillones.

    La chispa ha prendido ya, lo vemos todos los días en las multitudinarias protestas para reivindicar lo que nos corresponde por derecho. Ya no nos callamos porque no nos quedan fuerzas ni ganas para permanecer sentados, gritaremos cada vez más y más fuerte. Necesitamos de nuevo levantarnos del sillón y empezar a cantar viejos himnos que parecían ya olvidados y oxidados porque, claro, nos lo ofrecían todo hecho pero no hay nada como tener que luchar por la supervivencia para que despertemos y eso es lo que estamos haciendo, hemos de volver a luchar por lo mismo que lo hicieron nuestros padres porque no hemos sabido defenderlo, ahora podemos llorar como Boabdil el Chico o movernos del asiento y recuperarlo para nuestro hijos, aunque no va a ser fácil.

    Eso sí, aprendamos de los errores, para ello está la Historia, el poder del cambio que tenemos ahora delante de las narices exige que mantengamos frías nuestras cabezas y recordemos a Orwell con su “Rebelión en la Granja” porque van a aparecer cerditos Napoleón igual que amigos si tienes Donettes, o como setas después de un día de lluvia. Falsos profetas que buscan su beneficio con vacíos cantos de sirena. Por tanto gritemos y busquemos mejorar nuestro destino, porque es legítimo, pero no olvidemos jamás qué queremos, qué buscamos. No olvidemos nunca que no debemos acabar como los animales de “Granja Animal” Orwell nos lo advirtió.

«Que se lixe a troika»

Rebelión en la granja. Animal Farm

L’estaca, Con subtítulos en castellano

Grândola Vila Morena