Archivos para febrero, 2022

El seppuku

Publicado: 22 febrero, 2022 en actualité...

El seppuku es una técnica de suicidio ritual japonesa un tanto cafre que, según se cuenta, cometían los antiguos samuráis para huir de la deshonra y el deshonor, cosas del bushidō. Creo que como sale en muchas películas me ahorraré la descripción gore del asunto porque creo que ya sabemos cómo funcionaba eso y así, de paso, me ahorro sacar el mocho y fregar cubos de sangre que lo deja todo perdido.

No negaré que vistoso si que era el asunto pero puede que lo de Génova sea, como mínimo, igual de vistoso aunque se lo tomen más bien al revés, todos buscan que sea el otro el que se haga el Hara-Kiri porque eso ha de doler mucho. Al final cambiaremos de película, harán un remake de “Los inmortales” y en lugar de quedar uno, palmarán todos en una especie de implosión que se oirá desde Júpiter.

A mí por lo menos me tiene alucinado ver como el jefe de un partido político que aspira al gobierno sea capaz de mantenerse agarrado al sillón, intentando ganar tiempo como si esperase que se le aparezca la Virgen o algo parecido y sin que le importe el daño que hace a su partido y a pesar de que todos le pidan que se aparte de enmedio. Gritando que «dimitir» igual es un nombre ruso y que agotará el mandato “democratico” viendo ,impertérrito, como todo quisque empieza a largarse de su lado y el mundo se hunde a su alrededor. Oye, épica no le falta al asunto pero lo que es ética o dignidad ¿Qué quieres que te diga?¿Llegará vivo hasta el lunes?

Es lo que tiene dejar un barco de semejante tamaño a un grupo de gente que se preocupa más de hacerse fotos con ovejas que en hacer frente a la tarea que supone dirigir un partido político de ese calibre. Les viene un poco grande, todos quieren trastear con el juguete y acaban rompiéndolo. Se pegan por un trocito de timón pero como ni sospechan aquello de que la vida no es de color de rosa, a la mínima que desde el carajo gritan barco a la vista, saltan nadando.

Esto no sería más que un chiste de los de reír a caja partida o una película para sentarse a ver con un bidón de palomitas si no es porque la magnitud de la tragedia es enorme. Me asusta saber que sucedería si el PP desapareciese. Ya sospecharás que igual no son santo de mi devoción pero siendo deportivos, no negarás que la victoria sólo es buena si el enemigo es digno. Además piensa algo verdaderamente terrorífico. La teoría de la mecánica de fluidos dice que cuando un espacio queda libre rápidamente tiende a llenarse con todo lo que hay alrededor y alrededor de PP está lo que está (ya lo viste en Andalucía o Castilla León) así es que no se si la cosa está como para chistes. Puede que necesitemos un PP digno, o por lo menos, cuerdo para que la democracia no corra peligro. Imagina que los señores del diccionario llenasen el vacío…

La culpa no es nuestra

Publicado: 15 febrero, 2022 en actualité...

Seguro que si ahora vengo yo diciendo que puede que la culpa no sea de VOX mucha gente empezaría a rasgarse las vestituras y a pensar que me he pasado al lado oscuro –Dios me libre- y puede que acabara lapidado en cualquier solar porque visto como están los ánimos nunca se sabe. Pero es que tampoco dejaría de ser verdad que igual la culpa va a ser de los partidos que ahora van diciendo que somos culpables del paisaje que nos ha quedado después de las elecciones en Castilla León porque no sabemos votar -como Casero y su ordenador- y andan como Boabdil (o mejor como la zarzamora), llorando por los rincones y gritando desaforados “Que vieneeeee la derechaaaa, hay que pararlossss”.

Pues si, hay que pararlos porque aunque hasta me puedes decir que parece antidemocrático por aquello de que al final y a la postre es lo que se ha votado y puede que eso debiera ir a misa. También es verdad que si se enquistan en los gobiernos de los ayuntamientos y las autonomías lo que sucederá es que no nos dejarán votar para tirarlos cuando veamos la piel al lobo y  descubramos los engaños. Ya lo vimos el siglo pasado en Alemania se votó a un hombrecito con bigote y después costó millones de vidas sacarlo.

El PP ha metido la pata hasta el cuello con la maniobra esta que les ha llevado a perder un montón de votos, ganar un par de procuradores y cambiar un socio “razonable y maleable” por otro que les va a llevar por la calle de la amargura (creo que no hago ningún spoiler). Ahora puede que pensemos que no merecen que les vayan tirando un capote el resto de los partidos para que les dejen gobernar en solitario y salven los muebles. Ellos, orgullosos no van a pedirlo pero igual sería una salida decente. Tan raro no sería, Merkel ya lo hizo en Turingia para parar a los remakes de Hitler y Cia y no fue mal la aventura. Por supuesto que gratis no debiera ser, por aquello de quid pro quo. ¿Y si dejamos que gobiernen los nuevos granjeros a cambio de que se comprometan a por una vez en su vida comportarse como partido democrático y se cuiden de no andar con malas compañías? Seguro que nos vendría bien a todos si se separasen de la indecencia, de las prácticas de juzgado de guardia, y más aún de los que niegan la violencia de género y de los que se juntan con lo peor de Europa. Eso ya sería un buen rédito.

Pero dejando a un lado los resultados deberían sentarse todos los partidos decentes a reflexionar un poco sobre como es que los ultras están comiéndoles la merienda. No creo que la cosa sea que la mayoría de la gente de repente se haya vuelto troglodita, igual, más bien, los extremos se están alimentando de los votos de los que se van hartando, porque eso es lo que ocurre. Nos estamos hartando de tanto circo, de tanto espectáculo deleznable, de tanta foto con ovejas o de tanta promesa que acaba en nada.

Son tiempos difíciles, venimos de pasarlo mal en una pandemia, mucha gente está anímicamente al límite y no recibe más respuesta que números circenses de diputados que han perdido el respeto al hemiciclo, de otros que no atienden ni a lo que votan o de candidatos que se acercan al medio rural para insultarlo con sus puestas en escena. Ese es el caldo de cultivo en el que proliferan los extremos y eso es lo que se está generando por hectómetros cúbicos con la bronca continua y ahí es donde aparecen los oportunistas a llevarse la carroña.

No, igual la culpa no es de que se vote a los extremos, deberíamos pensar sobre ello la próxima vez que nos digan que no votamos bien.

Un error informático

Publicado: 8 febrero, 2022 en actualité...

No me dirás que lo del voto del diputado del PP no resulta sorprendente. Ya sabes, Alberto Casero andaba indignado y llorando por los rincones porque el “malvado” sistema informático “se equivocó” a la hora de registrar su voto, tanto como que votó SI dos veces (una para votar y otra para validar) pero el buen hombre quería decir NO.


El caso es que sea por lo que sea, tontería, incompetencia, mano negra o justicia divina, por fin parece que se ha conseguido mover el mundillo laboral. Necesitábamos que se abriesen, como fuese, las ventanas y se ventilase un poco el tufo rancio de señoritos, siervos, lacayos y pseudoesclavos autónomos que se respiraba. Primero airear para que se disipe el humo y después, cuando consigamos ver algo, ya hablamos. Lo importante ya se ha hecho, ponerse en marcha.


Pero bueno, volvamos a lo de la informática, que ya me había ido otra vez por los cerros de Úbeda. Decía que en Génova van rabiando con eso de que Casero se equivocara en el voto y en la verificación, algo que sería raro viniendo de cualquiera pero no de un Señor Diputado que se “equivocó” tres veces el mismo día. ¡Pero es que el partido entero metió la pata en otra votación!. No hace falta ser Sherlock Holmes para entender que o son unos negados o que eso de casualidad tenga poco y más después de que lo previsto se viniese abajo por el voto en contra, in extremis, de UPN. ¿No será que se vieron obligados a montar una historieta para aparentar lo que no es y salvar el guión establecido? (Hay que ver lo malpensado que soy) Pero ¿Cómo van a equivocarse ellos, hombres renacentistas encabezados por un ser superior al mismo Leonardo que sabe de todo y hasta intentará hacer votar a las ovejas de Castilla? Por mítines en granjas no será.


Pero bueno, aceptaremos lo que nos digan. Será que el sistema informático fue diseñado por Rasputín y que la informatización puede que no sea apta para todos. Lamentable y espantoso para los diputados pero por lo visto no para los miles de personas y no sólo ancianos, que se han de enfrentar en su día a día a una tecnología a la que o no tienen un acceso decente o les queda un poco lejana y se las ven y desean para tratar con su banco, con la administración o con el ambulatorio, ellos solos, sin ser siquiera diputados ni tener asistentes o dispositivos válidos. Se han de enfrentar a cajeros o páginas web de entidades que han olvidado lo que les dieron esas mismas personas cuando al “crack”. Servicios que no están pensados para gente mayor o poco puesta en tecnología que está acostumbrada al trato personal en la oficina y que no entiende de passwords ni pines pero que les hicieron ricos y que les han demostrado muchísima más fidelidad que ellos con años y más años como clientes. Menos mal que una vez más nuestros mayores nos enseñarán cómo se hacen las cosas, por lo pronto Carlos San Juan ya ha batido todos los records reuniendo 600.000 firmas con su iniciativa «soy mayor no idiota» en la que nos ha hecho ver a todos que acceder a una oficina que, con la excusa del virus, se ha transformado en lo más parecido a colarse en Fort Knox.

Contar hasta 10

Publicado: 1 febrero, 2022 en actualité...

Antes, cuando el mundo tenía un ritmo más sosegado, cuando todavía tenía algún sentido aquello de “Cuenta hasta 10 antes de hacer algo de lo que después puedas arrepentirte” eso de reaccionar a lo bestia en las redes, como un hooligan cualquiera, estaba mal visto. Más que nada porque si después tenías que envainártela sentías cierto bochorno. ¿Sorprendente, verdad?

Era un tiempo en el que se consideraba de buena educación eso de ser reflexivo, tomarse un tiempo y sopesar las cosas en su justa medida – no, no sucedía casi nunca pero estaba bien visto intentarlo- Ahora parece que estemos en el extremo contrario. Nos hemos instalado en el “Fast Food”, todo es para ya, sin pensar. Todos sabemos tanto de todo que no podemos tardar ni dos decimas en opinar de algo, como si se nos pasase el turno. Y así nos luce el pelo. Desde el vendedor que quiere que tomemos una decisión que nos mantendrá enredados durante años en segundos hasta los programas de la tele en el que se opina de todo sin contrastar, sin saber siquiera si es verdad o se parece lo que cuentan. Entre todos nos han metido el estilo “Sálvame” como el esquema a seguir en todo. Se han cargado el rigor, no les importa, saben que sólo nos quedaremos con el titular porque no nos da la vida para procesar tanta información, entenderla y si se tercia, comentarla. Nos han convertido en devoradores de información sesgada que después repetiremos de la manera más salvaje posible amparados en el anonimato que creemos que nos dan las redes. Somos como haters profesionales al servicio de terceros, pero sin sueldo.

¿Qué porqué te cuento ahora este rollo? Te parecerá una frivolidad pero resulta que el sábado me plante cara la tele para ver el BenidormFest y me quedé sorprendido por el triunfo de Chanel (Confieso que uno tenía predilección por Tanxuguerias) pero de ahí a tomárselo como una afrenta gravísima o como una cuestión de Estado en la que intervienen hasta los sindicatos que se quedan sentaditos en otros asuntos, va un mundo.

Los haters se pusieron manos a la obra desde el minuto 0 con una campaña de acoso y derribo desproporcionada que no se había visto desde tiempos de Maria Antonieta. Parece que de repente nos vaya la vida en un festival de canciones. Puede que otros trabajos fuesen más reivindicativos, con más fondo, o que simplemente te gustase más pero parece que nadie haya parado a pensar en el trabajo ingente que supone presentar una canción al festival sea o no la ganadora y que el esfuerzo debe ser reconocido. Pero eso ahora ya no se lleva, nos quedamos en lo superficial que permite a demasiados salir a las redes a zurrar a Chanel como a una piñata.

Lo peor es que esto no es más que un reflejo de la sociedad visceral e irreflexiva en la que hemos acabado en manos de vete a saber quienes. Pero lo que parece claro es que si esto ocurrió en un festival, no se que podría pasarnos en algo más serio pero seguro que nada bueno, por lo pronto no ha faltado demasiado para que se viese algún tío vestido de búfalo en el ayuntamiento de Lorca. Igual deberíamos tirar el freno y volver a aquello de contar hasta 10 antes de abrir fuego.