Vivimos en una crispación tal que hasta el hecho de que el Consejo de Ministros se reúna los martes es objeto de gran cisma, igual eso del paripé de cara al graderío tiene mucho que ver, no sé. Pero si hasta el menor de los cambios supone una trifulca enorme sin que nadie de los que la lían sean capaces de darse cuenta de lo ridículo de la situación y no les importa quedar como niños enrabietados, entonces ¿cómo vamos a conseguir algo?
¡Si es que esta gente no conoce los límites a la hora de demostrarnos que lo único que les importa es sembrar nubarrones! (aunque ya se dice que el que siembra vientos…). Ahora
la han tomado con los niños a los que cosifican anunciando a los cuatro vientos que son propiedad de sus padres para intentar mutilar la evolución de la Educación Pública, ellos, justo ellos que defienden a capa y espada lo privado frente a lo público, la segregación y el clasismo de los niños que no se juntan con las niñas. Resulta un poco extraño que ahora, de repente, se acuerden del vulgo y de la existencia de la escuela pública para olvidar las competencias del Ministerio de Educación y de las
Autonomías e intentar cargarla con sus prejuicios medievales a costa de olvidar hasta que nuestros niños tienen unos derechos por el simple hecho de ser niños (si, también tienen derecho a la educación y el respeto los que van al “cole” público) y por si eso no fuese poco parece que no tengan muy claro que los niños son seres humanos y no pueden ser propiedad de nadie, tampoco de sus padres. Aunque bien pensado igual va y también ponen en duda la abolición de la esclavitud, tiempo al tiempo.
Supongo que todos los padres del mundo (menos ellos) entenderán que los niños son los seres más importantes y merecen nuestra protección, nuestros cuidados hasta el último de
nuestros alientos y todo lo mejor que podamos ofrecerles. Pero eso no los convierte en NUESTROS igual que Gollum y el anillo, a título de propiedad como anuncia esta gente que de eso de poseer sabe bastante y sólo pretende perpetuar la época en blanco y negro en la que todo y tod@s teníamos un dueño. Ahora lo intentan poniendo palos en las ruedas de la Educación, como si alguna vez les hubiese importado. Veremos que será lo próximo. ¿No será que con esto del PIN parental que se han sacado de la chistera pretenden perpetuar el odio que destilan? Igual lo que pretenden no es la “objeción de conciencia” esa que se han sacado de la chistera sino más bien que el “niño-cosa”, ese que según ellos es propiedad de alguien que no ha hecho nada más que
engendrarlo, nunca pueda forjarse una personalidad propia porque le hemos recortado la posibilidad de conocer algo que no sea “lo de siempre” o “lo que Dios manda” Si pudieran exigirían el control sobre Biología, Historia, Ciencias, Matemáticas lo que sea para censurar la educación en nombre de una libertad que sólo entienden ellos y que poda la autonomía de los centros y de los profesores. No sé, piénsalo un momento. Pero de todo esto lo que sí que parece claro es que de una vez por todas necesitamos un pacto educativo antes de que la educación ya no pueda merecer ese nombre.
¿Y si dejamos a los niños al margen de la política zafia, embarrada y ridícula que estamos haciendo? ¿Y si dejamos que los niños sean niños que crezcan felices en lugar de ser utilizados como armas arrojadizas entre unos y otros? Igual eso sí sería respetar sus derechos.









en blanco y negro, muy a lo Bogart (aunque si quieres que te diga la verdad jamás me ha funcionado ninguno de los dos métodos, el primero porque debo ser el hombre invisible y el segundo que porque no se silbar). Diréis lo que querréis pero llamar a un taxi por métodos analógicos tiene más encanto que sacar el móvil sabiHondo del bolsillo, jugar con una APP y que venga alguien que te lleve sin preguntar aquello de “¿ande vamó?” ni pensar si te van a dar un tour turístico para llegar a la otra esquina mientras el conductor te
pone al día del mundo según Losantos (supongo que son tópicos baratos pero he tenido la dudosa suerte de haberlo sufrido en primera persona). Llamadme antiguo pero me resisto (levemente) a aceptar que la tecnología lo invada todo en un mundo que es incapaz de proteger los derechos más básicos de nadie. Cuesta aceptar que nos quieren llevar a una sociedad megamoderna en la que se nos sustituya poco a poco por máquinas sin que parezca importar el hecho de que dejes de cobrar tu sueldo para que una multinacional arrase con todo y se lo lleve a cualquier chanchullo fiscal.
boteros o hasta a los mineros (
si salta a la vista que los que han de regularlos están más perdidos que un pingüino en el Sahara. Pero los huelguistas han olvidado que en este mundo las formas son muy importantes. Sus quejas no tienen porque vulnerar los derechos de otros, igual no han caído en que los otros, los conductores de VTC y el resto de los mortales, también los tenemos. No vale a montar espectáculos grotescos, secuestrar una ciudad con violencia o amenazas y muchísimo menos deberían permitir que el portavoz de
tiempo la realidad. El rival es mucho más poderoso que Uber o Cabify, podrán espantar la llegada de las multinacionales pero la realidad es que estamos ante un cambio de página de la historia, un cambio de patrones que anula todos nuestros esquemas. Progreso le llamamos y es un rival incansable, impasible al que no se puede vencer. Habrá que adaptarse cueste lo que cueste, no nos pase como a los dinosaurios. Igual es el momento de sentarnos con calma y serenidad para plantearnos seriamente que queremos que sea el futuro, nuestro futuro que ya está ahí, para todos.
domingo, unas imágenes que han dado la vuelta a mundo una y mil veces. Unas instantáneas monstruosas de las que siento vergüenza no se si propia o ya ajena porque, y ahora decidme lo que queráis pero este domingo sentí vergüenza cuanto me tocó explicar como pude a mi hijo eso de que que los policías -sus héroes- estaban repartiendo estopa a diestro y siniestro.
no se si se podrá cerrar. Se ha marchado dolida por los palos y enrabiada por la actuación de un Gobierno prepotente y cobarde que ha vuelto a lo único que lleva en el ADN, la rancia dictadura del palo y tentetieso. El domingo se perdió mucho más. Este pasado domingo se perdió la esperanza de poder ser un país civilizado donde se respetan los Derechos más básicos y volvimos a lo que ya conocemos desde siglos, la división provocada por los que pueden sacar partido de que nos saquemos los ojos entre nosotros. Sabemos que ya nos ha traído demasiados disgustos pero creo que no escarmentamos. Cada porrazo que caía nos hundía más y más en el fango del blanco y negro que jamás debería haber vuelto.
vivíamos en un país democrático, moderno, un lugar en el que se podía vivir. Pues bueno, a golpe de porra hemos despertado, espero, y nos hemos encontrado con que el purgatorio existe y está en España, un país en el que un Gobierno indolente y que ha perdido toda la relación con la realidad se dedica a extralimitarse con la fuerza sin que le importen las consecuencias que pueda tener ello. Porque eso es la base, que no le importa nada, no le importan la apariencia, los modales y la decencia política. Nos aporrean, lo ve todo el mundo y encima van y lo niegan.
justificación a lo injustificable y no, no la tenían. Gentes del PP de toda la vida tampoco aprobaban lo que su jefe nos hacía a TODOS los españoles y hasta ellos me decían que lo de los catalanes era injustificable, pero que los de las porras y la testosterona cavernícola por litros y en garrafa no llevaban cuatribarradas en los uniformes. Los que salían en la tele arrastrando señoras y tirando a gente escalera abajo llevaban uniformes españoles y no dudes que la factura de esto en las instituciones internacionales llegará y no será barata.
colegio. Pero todavía me duele más ver que no hay salida, que el resto de fuerzas políticas han hablado (más o menos) pero no van a hacer nada, han permitido los mamporros y ahora no van a destituir a un presidente que no tiene los arrestos de dimitir y convocar elecciones (que, oye, sería una salida a todo esto, PARA LOS DOS). Me duele más que una bola de goma ver como los sindicatos mayoritarios se mantienen calladitos sin arrancar la movilización social que debe cambiar esto mientras los pequeños intentan empujar el carro. Pero me duele más todavía ver como queda tanta gente hipnotizada que todavía cree que Mariano es un presidente medianamente normal y no vé como el domingo nos enterraron a porrazos nuestros derechos más básicos. No olvides que si ahora nos callamos y asumimos como normal la somanta de palos, la próxima vez que nos apaleen por cualquier cosa, les habremos legitimado.
permitir. 
expresión con la Ley Mordaza y en nada llegaremos al punto aquel que contaba el abuelo, cuando “los grises” requisaban multicopistas porque no había derecho de imprenta (¿a que te suena de estos días?). Alucinamos con Venezuela pero no nos damos cuenta de que aquí, en 2017, la censura permite bloquear páginas web o una circular de Correos dice que cartas se envían y cuales no. ¿Te parece normal?. A este paso en cuatro ratos recuperarán el delito de sedición ese que nos costó mucho eliminar
en 1995 y querrán aplicarlo retroactivamente (son capaces). De hecho, un Fiscal General recusado por las Cortes propone hacerlo mientras amenaza con detener al President sin que lo haya dicho antes un juez. Parece una tontería pero con la represión de un Gobierno sin ningún tipo de tacto, que se dedica a condecorar vírgenes o santos y a perseguir a unos pero no a otros, podremos acabar todos en la cárcel (como mínimo) porque están dinamitando la seguridad jurídica que debiera existir en un Estado de Derecho. Y no parecen tener límite.
poda de libertades en la que ya no recordamos los escándalos del PP, los incendios y “perdidas de expedientes” judiciales, que no recuperaremos 40.000 millones regalados a sus amigos y que nos quitaron de la boca de nuestros necesitados o que Pujol y su cofradía andan camino de Andorra con billetes de 500€. No se, a mí me parece que estamos viviendo una obra teatral en la que cuando se levante el telón Venezuela nos va a parecer un sueño. Y todo sin que nosotros hayamos hecho nada por evitarlo.
todo es un paripé. Según él el día 30 de Septiembre el Govern y el Gobierno se entenderán, todo quedará en nada y a nosotros nos dejarán participando en el “Me cambio de década” y al borde de la reinstauración del Santo Oficio, agradeciendo no vivir en Venezuela (Eso si que es malo, lo dice la tele) y preguntándonos como ha llegado la dictadura. Todo eso sin que nos hayamos siquiera enterado. Si ocurriese mereceríamos que los espíritus de nuestros ancestros nos corriesen a collejas.
nos destruyen una puerta) van a ser la solución a todos los males. Que si quieres solucionar los ataques terroristas, bolardos. Que si quieres evitar que pase una marabunta de gente quejándose de que les has dejado en la miseria, bolardos. Si quieres acotar zonas para que no se puedan manifestar, bolardos. Un bolardo es un elemento práctico, sirve tanto para un roto como para un descosido. Los hay que son incluso monos, con colorines, con maceteros, con escuditos o casi seguro que con la cara de algún que otro presidente vanidoso con la faz dura como ese mismo bolardo.
los espacios abiertos que permiten entregarnos a la vida en la calle a la que estamos habituados casi desde las cavernas. Nuestras ciudades son así, mediterráneas, abiertas como nosotros antes de que se empeñasen en meternos en la cabeza odios y miedos extraños para mantenernos maleables. No se si estaréis de acuerdo conmigo en que solo se puede temer y odiar lo que no se conoce y aquí nadie se preocupa de enseñarnos nada, muchos más bien lo contrario, se dedican a contarnos medias verdades que son bolardos enteros.
vez los bolardos no nos valgan igual se nos ocurre construir torres con almenas, según se tercie, porque eso del medievalismo da para mucho. ¿Y después? Vete tú a saber, cualquier cosa, porque por lo visto no parece que estemos dispuestos a poner verdadera solución al problema del terrorismo que golpea a diario en todo este pequeño mundo, aunque no contemos muchos muertos como “de los nuestros” porque quedan lejos. Para ellos no hay manifestaciones, no hay bolardos.
esconderse detrás de un gran macetero sin intentar poner una solución real al terrorismo disfrazado de islámico que pasa, ineludiblemente, por darse cuenta de que la vida es algo que tiene sus riesgos a los que hay que hacer frente ya que los bolardos no van a salvarnos de ellos. Hay que ser valiente, afrontar de una vez por todas el desastre humanitario de las fronteras europeas y solucionar el conflicto de la zona donde se origina, sólo así evitaremos la desesperación de muchos. Ah, y rapidito porque no se si nos hemos dado cuenta de que el verano se acaba y a las puertas de Europa los inviernos pueden ser muy fríos, sobretodo en las almas de los que se sienten abandonados.
que otros sigan viviendo como rajás. No solucionaremos el problema mientras continuemos dificultando la vida a los que llegan huyendo de la guerra y sembrando de muerte los mares. Será imposible que esto acabe mientras a nuestros dirigentes les resulte hasta cómodo que sintamos miedo para así poder llenarnos de cámaras, atarnos con leyes mordaza y hacer lo que les plazca con nuestras libertades para cargarse la esencia de la democracia.
nmoral que no se podía aceptar pero está visto que lo de la moralidad no se lleva demasiado entre los neoliberales que se llevan hoy en día. Soy de los que cree que el que dobla el espinazo ha de recibir un salario justo y digno que le permita subsistir de una manera decente por aquello que antes se llamaba dignidad, respeto y orgullo. Esas palabras que hoy en día suenan como a chino arcaico y que la RAE acabará a este paso desterrando del diccionario. Vivimos en los tiempos de los listillos que se aprovechan para conseguir sus esclavos de que un puesto de trabajo va cotizado como una mina de Oro. Hemos subido a la máquina del tiempo y estamos casi en los tiempos de la industrialización en los que el patrón se valía de la miseria del “currante” para someterlo sin pagarle más que una limosna, a veces (¿exagerado? No creo). Se ha perdido el respeto en las relaciones laborales
porque «la cosa esta mú mal». Trabajos por un sueldo más que insultante y sin ningún tipo de estabilidad que no se atreverían ni a proponer a nuestros abuelos por si se liaban a collejas con el explotador.
los suyos aunque sea subiendo la luz y permitiendo que nos congelemos en mitad del temporal. Las empresas han cerrado, los trabajadores han sido despedidos pero los impuestos han seguido creciendo sin miramientos. Nos amenazan con recortar, de nuevo, las medicinas de nuestros mayores, nos hacen trabajar habiendo perdido hasta la esperanza de una jubilación digna mientras vemos como se lo han gastado todo en Gürteles, Génovas y chanchullos varios. A pesar de eso continuamos permitiendo el gobierno de esta gente. Por lo visto aquí nos gusta opositar a santos mártires, otra explicación no se me ocurre.





