Desde que el mundo es mundo sabemos que lo único seguro es que un día de
estos viene la Parca y se nos lleva. Nada es inamovible lo que hoy es blanco mañana puede ser negro. La rueda de la fortuna es caprichosa, un día estás allá arriba, pletórico, recibiendo aplausos y el día después (y más todavía a la velocidad a la que van las cosas) caes en desgracia. Lo que eran Likes pasan a ser unfollows. Vamos que te quedas como un aprendiz de Jorge Manrique, preguntándote donde ha ido todos, más solo que la una y con un tatuaje en la frente que dice “si te he visto no me acuerdo”.
Eso justamente es lo que debe estar pasándoles a la Comandante Arian y el resto de superheroínas de las Unidades Femeninas de Protección (YPJ). ¿Qué no te
acuerdas de ellas, verdad? Pues te refresco la memoria. Érase una vez hará la friolera de dos o cuatro años, unos extremistas un tanto desquiciados que se hacían llamar ISIS sembraron el terror en todo el mundo, y más todavía en la parte de Siria donde estos sujetos montaron su califato. Pues bueno, hubo un grupo de guerreras que les hizo frente, con toda la épica que eso conlleva. Conocimos el caso, las aplaudimos, las admiramos hasta idolatrarlas. Seguro que ya vas recordando quienes eran esas señoras, ¿Verdad?
El caso es que estos días a la rueda caprichosa le ha dado por girar y las ha dejado a la parte de abajo. Ya no nos importa cuando en 2015 los sirios
huían de la guerra. Fue entonces cuando en Europa conocimos lo que era la llegada de millones de personas que lo habían perdido todo y que buscaban un lugar donde empezar de nuevo. Empezamos por hacinarlos en los campos del olvido como el de Moria (click) en aquel desvarío que entonces bautizamos como la crisis de los refugiados y acabamos vendiendo (si, vendiendo) a todas estas personas a sujetos como Erdogan, presidente de Turquía. Lo que fuera para poner freno a la llegada a Europa de millones de personas que pudiesen “molestar” en un continente rico y con 500 millones de habitantes que no supieron acoger a sus semejantes pero se les ocurrió subcontratar a alguien que se quedase con los sirios a cambio de dinero. El asunto se zanjó así, vergonzoso pero como el tiempo todo lo entierra, no se habló más.
Hoy la Rueda de la Fortuna ha hecho de las suyas y Erdogan ha pasado por ventanilla para cobrarse la deuda, justo ahora que ha empezado una campaña contra el pueblo Kurdo en la que está aniquilando también a las heroínas del YPJ de
antes. Todo con el silencio del Consejo de Seguridad de la ONU que ha decidido pasar silbando por la zona y limitarse a decirle a Turquía poco más que «que no se pase», con el apoyo práctico de la OTAN que aceptó a la peculiar Turquía en su seno sabiendo a quién se metía en casa y que ha llevado a que entremos en el “fregao”. Porque no se si el sonriente Presidente “en funciones” (tan liado como anda con Cataluña y los huesos de Franco) te ha contado que hay material y efectivos del Ejército allí, colaborando en la operación Active Fence con una batería de misiles Patriot al servicio de un país cuyo presidente es capaz de callar la boca a toda la UE al más puro estilo “matón de patio de colegio” diciéndonos que si Europa critica su conato de genocidio contra los kurdos en Siria abrirá las puertas a los refugiados caminito de Bruselas.
Callaremos, esta vez también callaremos y miraremos hacia otra parte,

cerraremos los oídos a las explosiones e ignoraremos la muerte en Rojava, Kobani o cualquier otro lugar de aquellas que fueron heroínas. Daremos la espalda a aquellos que llevan años sufriendo la guerra y que ya no pueden ni siquiera gritar. Todo parecerá acabar ahí, incluso puede que consigamos lavar nuestra conciencia. Pero lo que no podremos hacer, lo que por mucho que intentemos jamás conseguiremos es frenar la Rueda de la Fortuna. Volverá a girar, no lo pongas en duda, entonces veremos de que parte caemos…








igual porque nuestro “presi” no fue invitado (alguna ventaja ha de tener ser un cero a la izquierda o tener la misma utilidad que una nevera en un iceberg). El caso es que parece ser que en USA no les gusta vivir en paz y les ha dado por volver a dejarnos al borde de la guerra termonuclear previa a MadMax sin siquiera preguntar al resto de la comparsa de la OTAN o esperar a que ese artefacto un tanto obsoleto que llamamos ONU diese su permiso. Se veía venir, no puedes esperar mucho si juntas la perpetua victoria de Putin en Rusia y el Gobierno de un
pistolero en USA. ¿Resultado? Que treinta años después de la caída del Muro de Berlín seguimos emparedados entre unos
que han visto como ahora no han de temer únicamente ser gaseados por su déspota de cabecera sino que, además, han de sobrevivir a unos misiles “nuevecitos e inteligentes” (y además invisibles) que les lanza un John Wayne con el pelo raro con la idea de chinchar al otro (al del gimnasio). Igual no hemos caído en que a estos petardos no les han enseñado a tener respeto ni por la vida de los inocentes ni por los Derechos Humanos.
siempre, los inocentes, en parte porque la estructura de la ONU no funciona (igual debido a que unos países tienen derecho a veto simplemente porque ganaron una guerra hace décadas) y porque Europa continúa siendo un ridículo reino de taifas dominados por neocapitalistas sádicos que impiden que se muestre cualquier atisbo de humanidad con nadie, ni con los propios habitantes ni mucho menos con los millones de seres humanos como tú y como yo a los que dejamos morir a nuestras puertas entre el frío y el barro, metáfora de la conciencia de este cascarón vacío que llamamos Europa.
invadió Rusia o hasta Atenas atacó Sicilia allá por el 415 AC. Todos contaban con que sería una victoria rápida y legítima pero acabó como el Rosario de la Aurora. Resumidas cuentas, creo que voy a subirme yo también a un taburete y empezar a gritar con mi amigo Paco porque o espabilamos y conseguimos despertar para dar un poco de humanidad al escenario tratando de conseguir una salida pacífica y evitar muertes inocentes o entre Trump y Putin o Putin y Trump, nada bueno se avecina.
catedral de Burgos con sus campanarios incluidos. Sólo que esta vez en lugar de cualquier cosa de niños, a los que hemos pillado es unos pseudo gobernantes (no sólo los de aquí, que conste) que negocian a traición y de espaldas a sus gobernados. Ya nos temíamos que después de este cuento de la crisis no sabían que patraña más inventarse para continuar sacándonos los cuartos pero después de las filtraciones de estos días sobre
parecía cosa de agoreros de los de subirse en un cajón en mitad de la plaza. Nos lo intentaban contar
pintado de negro y con las luces apagadas. Nuestros gobernantes (y el resto del arco parlamentario, porque seguro que todos sabían algo por Europa), no lo olvidemos, han intentado firmar el TTIP sin importarles nada las consecuencias laborales, sanitarias, sociales o económicas que pueda tener esto para después decirnos “hala, ahí tenéis eso, apañaros”.
hemos enterado, el jefe del equipo negociador de la Unión Europea ha reconocido que la 




















