Hay que ver como pasa el tiempo. Parece el otro día que nació la niña y ahora ya se nos va al cole fuera. Seguro que a todos los que somos padres esta copla nos suena bastante. Un día estás cambiando pañales y cuando te das cuenta te piden dinero para comprase un coche porque no tienen un duro y les hace falta para ir a un trabajo en el que les sale ni para la gasolina pero como salen de la universidad “con lo puesto”, han de agarrarse a lo que sea. ¿Qué le vamos a hacer? Como dicen las viejas del barrio “es ley de vida”. Pues eso será.
Resulta que estos días nos llevan dando bastante la tabarra con eso de que la princesa Leonor se nos va a estudiar fuera. Algunos lo pintan como un hecho tan traumático que no puedo más pensar que se va a una lúgubre mazmorra con señores empeñados en conservar los viejos métodos, ya sabes, “la letra con sangre entra y todo eso”, pobrecita, no puedes hacer más que compadecerse de ella. Pero se me ocurrió mirar donde estaba ese horror y va y resulta que es el UWC Atlantic College, (UWC = Colegio del Mundo Unido, ¡casi nada!.) Vamos que se ha ido un par de años a un castillito del SXII muy cuco en la costa galesa, una especie de “Hogwarts hippie” donde estudiará con compañeros tan mundanos como la también princesa Alexia de Holanda desde liderazgo (¿?) hasta Tai Chi (pero no se si estará también la asignatura de «Ética, honradez y decencia» que debiera ser troncal). Todo para conseguir el título de Bachillerato Internacional y, de paso, poder saltarse la selectividad a lo Froilán. Igualito que nuestros hijos que se la juegan en cualquier instituto público en el que los profes hacen malabarismos con unos temarios y unas leyes de educación que cambian según las fases lunares (OCHO Leyes de educación, si no recuerdo mal desde 1980) para después intentar llegar a encontrar plaza en alguna universidad pública y hacer hasta rifas para poder pagarse una temporada de Erasmus en alguna universidad europea y descubrir que en muchas cosas vivimos en una especie de burbuja temporal anclada años atrás, con sectores empeñados en retroceder las manecillas del reloj mucho más aún. Pero bueno, siempre habrá clases y clases, resignación. Por lo visto cruzarse con pobres, mortales y gente mundana no mola.
No es que vaya a pensar que quieran desconectar a la niña de todo lo que se parezca a la realidad y que no crea que ya que por lo visto nos van a meter un reinado más en calzador por lo menos que la reina sea una persona lo más solvente posible, de verdad. Pero es que igual no es conveniente, ni siquiera de cara al graderío, eso de alejar de la realidad a quien se supone que un día tendría que ponerse la corona en la cabeza y decir que es reina de un país que cada vez se lo cree menos, cansado, harto y un tanto quemadillo al que apenas conocerá y en el que no le quedará otra más que seguir la inercia que nos lleva durante tantos siglos ya hacia ninguna parte o intentar aparentar un poco de decencia en este sindiós de familia que nos lleva demasiado tiempo entretenidos a base de escándalos y tomaduras de pelo tan grandes como aquello de renunciar a una herencia en vida. No se, igual es que en la Casa Real no han tenido tiempo desde 1889 para leerse los artículos 991 (click) y 816 (+ click) del Código Civil que dicen algo al respecto de las herencias (como van tan liados con los asuntos del Rey-Jeque, pobres). O eso o es que nos toman por tontos. A veces pienso si no lo seré yo por pensar que la Ley puede llegar a todas partes o que las cosas ser consiguen con el esfuerzo diario. Tendré que recapacitar sobre ello, igual debiera meterme a fotocopiador de billetes o pedir entrar en la banda de La casa de Papel para reunir parné suficiente, seguir el ejemplo que nos dan y enviar a mis hijos lejos, muy lejos.








la han tomado con los niños a los que cosifican anunciando a los cuatro vientos que son propiedad de sus padres para intentar mutilar la evolución de la Educación Pública, ellos, justo ellos que defienden a capa y espada lo privado frente a lo público, la segregación y el clasismo de los niños que no se juntan con las niñas. Resulta un poco extraño que ahora, de repente, se acuerden del vulgo y de la existencia de la escuela pública para olvidar las competencias del Ministerio de Educación y de las
Autonomías e intentar cargarla con sus prejuicios medievales a costa de olvidar hasta que nuestros niños tienen unos derechos por el simple hecho de ser niños (si, también tienen derecho a la educación y el respeto los que van al “cole” público) y por si eso no fuese poco parece que no tengan muy claro que los niños son seres humanos y no pueden ser propiedad de nadie, tampoco de sus padres. Aunque bien pensado igual va y también ponen en duda la abolición de la esclavitud, tiempo al tiempo.
nuestros alientos y todo lo mejor que podamos ofrecerles. Pero eso no los convierte en NUESTROS igual que Gollum y el anillo, a título de propiedad como anuncia esta gente que de eso de poseer sabe bastante y sólo pretende perpetuar la época en blanco y negro en la que todo y tod@s teníamos un dueño. Ahora lo intentan poniendo palos en las ruedas de la Educación, como si alguna vez les hubiese importado. Veremos que será lo próximo. ¿No será que con esto del PIN parental que se han sacado de la chistera pretenden perpetuar el odio que destilan? Igual lo que pretenden no es la “objeción de conciencia” esa que se han sacado de la chistera sino más bien que el “niño-cosa”, ese que según ellos es propiedad de alguien que no ha hecho nada más que
engendrarlo, nunca pueda forjarse una personalidad propia porque le hemos recortado la posibilidad de conocer algo que no sea “lo de siempre” o “lo que Dios manda” Si pudieran exigirían el control sobre Biología, Historia, Ciencias, Matemáticas lo que sea para censurar la educación en nombre de una libertad que sólo entienden ellos y que poda la autonomía de los centros y de los profesores. No sé, piénsalo un momento. Pero de todo esto lo que sí que parece claro es que de una vez por todas necesitamos un pacto educativo antes de que la educación ya no pueda merecer ese nombre.











