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 Hoy me cuesta un poquito más ponerme ante el folio en blanco pero la verdad es que tengo algo nuevo que contaros. Desde la venida del pequeñín al mundo todo ha cambiado, espero que para mejor. Creo que sé lo que quiero y todo! Antes de esto, no entendía el mundo como una sucesión de “metas volantes” hasta llegar a la meta final, me sentía como el corredor sin equipo que ha de “currarse” toda la etapa hasta el final (sé que no era así porque os tenía a vosotros) pero ahora, ahora todo es distinto. Tengo un objetivo nuevo por el que batallar, tengo un jefe de filas al que ofrecer mi trabajo para que sea él quién obtenga la victoria de etapa. Quiero que este tierno infante tenga un horizonte mucho más sensato que el que tengo delante de mi rostro actualmente. Hoy les voy a proponer, directamente, una carta abierta a nuestros pésimos orates, gobernantes, aspirantes y resto de personajes que se encargan de desbaratarnos la vida en cada momento. Si os parece bien manifestadlo y se la intentamos hacer llegar.

Apreciados señores:

Díganme si no es como para tirarse al monte estar viviendo una etapa de recortes aparentemente sin sentido para los recortados, porque ustedes, los recortantes, tienen muy claro lo que buscan. Díganme si no es intolerable hacernos comulgar con ruedas de molino vendiéndonos que arrasar en cuestión de minutos con los derechos que nos ha costado siglos adquirir puede ser realmente por “nuestro bien”, al más puro estilo madrastra de cuento de hadas. Señores, aunque nos pongan un infame ministro de Cultura, no somos tan zotes como para no recordar a Orwell con su “Rebelión en la Granja”, son ustedes como el cerdito Napoleón y sus secuaces y claro, usando el refranero castellano, les prevendría de que “a cada cerdo le llega su San Martín”. Y ya que hemos mencionado a Orwell, les diré que esa solución tipo “1984” y el Gran Hermano (no me refiero al de T5, aunque algún iletrado diputado no conozca otro ni le importe un comino intentar documentarse al respecto) de pacotilla que nos orquestan no les va a funcionar, simplemente porque la prohibición, la presión y el acogotamiento general no es el estilo de democracia que nos deben, a no ser que planeen, igual va a ser eso, sustituirla por otra un tanto más “light” hecha a medida para ustedes.

Su nivel político es tan ínfimo, miserable, rastrero que les llega incluso a la magnitud de intentar “entretenernos” con una tragedia juvenil que supongo no hubiese sido más que una noticia en primera plana un domingo el los periódicos, en otro contexto, pero que (y quítense de una vez la máscara), a ustedes les interesa magnificar el suceso para llegar a proponer la enorme y populista sandez, Ana Botella dixit, de impedir las “macrofiestas” que sus propios compinches organizan para mayor aborregamiento de las masas. ¿Nadie le puede explicar a esta señora que el tan manido verbo prohibir no es el que debiera conjugar?. Propongo que conjugue ese verbo que ni usted ni su camarilla conocen, me refiero a “dimitir”, ya que bajo su gobierno se ha producido un evento que no fue capaz de controlar con todo su abultado, costoso, desproporcionado pero “austero” aparato y que ha costado víctimas mortales, máxime jóvenes (con lo concienciado que ando yo ahora con el tema de los púberes).

Volviendo al hilo de la cuestión, no nos perdamos por los cerros de Úbeda, lo de la fiesta fue un accidente trágico en el que creo que por supuesto de han de depurar responsabilidades hasta donde nuestra justicia lo permita, pero tenemos una tragedia de magnitudes épicas que están ustedes ocultando a costa de lo que sea y de la que se están valiendo para sembrar el pánico y el desconcierto entre todos nosotros, es la tragedia cotidiana del paro, de los “nuevos pobres”, de los suicidios por pura desesperación, de la ausencia de escrúpulos de los hipotecantes que reciben dinero nuestro para que sigan apretando a las familias que en muchos casos engañaron con SU consentimiento, el de ustedes que alentaban el gasto, no lo olviden ni un momento, al igual que tampoco han de olvidar las muertes y dramas sociales que están ocasionando recortando pensiones, medicamentos, ayudas y todo tipo de paliativos al desastre social que ustedes, con su sadismo disfrazado de “austeridad” nos están proporcionando en grandes cantidades. Si señores, esas muertes debieran recaer en su conciencia y les digo una cosa, como muchos de ustedes son creyentes confesos por medio de la exhibición de tejas&mantillas, les diré que Dios les hará pagar por ello, no lo duden. Buf!, parezco San Vicente, ¿no?, pues igual me quedo corto!.

Su ínfimo nivel nos ha llevado a hacer peligrar hasta la unidad nacional, no creo que sea una solución ideal lo del desmembramiento pero, ya sea por una rabieta, una “pasada de frenada” o por lo que sea, que no viene al caso, una parte de este país ha considerado la secesión como solución al desgobierno de pandereta, destartalado que cultivan nuestros gobernantes actuales y que sembraron, en justicia no lo olvidamos, los anteriores. Ahora bien, no voy a seguir por esa senda porqué no creo que sea ni el momento ni el lugar de ponerse a hablar de independentismo o anexionismo, solo les pido que no se metan ustedes estilo Ulster, por favor, que de barbarie y sangre derramada ya tenemos bastante en este pedazo de planeta.

Señores, creo que ahora me autoproclamo, sin ningún tipo de legitimidad, en portavoz de las grandes mayorías, los seres normales, incluyendo esas que alguno de ustedes alaban porque creen inocentemente que se callan. Si les digo que ya no tenemos ninguna fe en ustedes ni en sus métodos, no creemos en el cuento alemán, no creemos que vayan a ser ustedes la solución de nada si son parte del problema. No queremos que nos hagan víctimas de una vuelta a los tiempos de “Una Princesa en Berlín” de Arthur R.G. Solmssen o si prefieren algo más comercial, de “El Invierno del Mundo” de Ken Follet. Utilizo este ejemplo porque frívolamente podríamos hacerlo ver como una hostil “venganza Alemana” y no quiero pensar ni por un momento que así sea. Pero, no olviden que si repiten las mismas fórmulas no se asusten si obtienen los mismos resultados y ya vamos por la parte de la fórmula en la que la plebe (nosotros) nos estamos desesperando y nos acabaremos yendo con el primer iluminado que nos prometa pan y trabajo, aunque sea bajito y lleve bigote. Parece agorero pero den un vistazo a Grecia, den…

Creo, de verdad, que su insensibilidad nos va a llevar a la perdición, si es que no estamos ya perdidos, y hoy les digo, de todo corazón, que no estoy dispuesto, mejor dicho, no estamos dispuestos a que sigan ustedes robándonos nuestra ilusión, nuestras esperanzas y peor aún, con lo que no vamos a tragar, es que jueguen con el futuro de nuestros hijos (y créanme que hoy estoy muy concienciado con el tema de nuestros vástagos).

Personalmente me permito prevenirlos al respecto, si no quieren que esto acabe en una noche toledana, pónganse a trabajar, no les pedimos más que algo que nosotros, los gobernados, tenemos en abundancia pero que creo que ustedes no conocen, HONESTIDAD y SINCERIDAD. Honestidad para ponerse a trabajar con todas sus fuerzas y colaborar en una solución para los que les mantenemos y no en una solución para seguir estafándonos con remedios que solo benefician a ustedes y que buscan mayor lucro personal y perpetuarse en el poder, al más puro estilo república bananera, porqué eso es en lo que se están convirtiendo ustedes, unos bananeros. Y sinceridad para reconocer sus pecados y decirnos, así, a la cara, sin artificios, que no son ustedes capaces de sacarnos de este hoyo en el que nos han metido y que consecuentemente van a desaparecer como lo que son, una mala pesadilla en mitad de una noche de tormenta.

Por último, permitanme recordarles, y recordarnos a nosotros mismos, que ustedes son nuestros representantes, interpretes de una función que les hemos encomendado nosotros, los ciudadanos y nosotros, únicamente nosotros, podemos y debemos retirarles este mandato si lo consideramos conveniente. Parafraseando aquello que uno de ustedes dijo hará un par de semanas, “una mayoría me puso y una mayoría me puede quitar”. Están maltratando ustedes a esa mayoría… por tanto, recuerden a Julio Cesar, ¡Guárdate de los idus de Marzo! Aunque igual, dado el nivel intelectual que demuestran en cada Consejo de Ministros, en cada pleno, comparecencia  o en cada meeting tampoco sabemos de qué hablamos, ¿me equivoco?

Como sabrá toda persona que un día se haya pasado alguna vez por el territorio incógnito de la cocina de su casa (que aunque parezca mentira no son todas, ni mucho menos), es muy difícil poder comer paella sin tener arroz en la despensa, o servir cortados sin tener leche, aunque me parece que la leche, mala para mayor concreción, abunda por estos lares. Pues bien, resulta que esa perogrullada no es tan obvia como pensaba porque me parece que “álguienes” no lo comparten. Señores, ¿cómo vamos a conseguir tener personas preparadas si no van al cole? Las personas preparadas, formadas y sobre todo educadas , respetuosas y responsables no crecen en los limoneros y eso es lo que nos falta en el gobierno, y no me refiero a los limoneros. Parece razonable, ¿verdad, señor Wert?.

 

Si a nuestros niños los adulteramos, si les confundimos y liamos con inventos de sistemas educativos que varían más que las modas en un desfile parisino y les recortamos todos los medios necesarios para su correcto desarrollo, me parece que estamos cocinando un pastel de dudoso sabor. Siéntense juntos TODOS ustedes, señorías, siéntense y no salgan de la habitación hasta que no consensúen un modelo educativo entre todos, por lo menos será uno (bueno o malo) pero UN sistema educativo que no vaya fluctuando según el interés de la opción política gobernante en cada momento!.

 

Si de verdad queremos preparar un buen plato nos hacen falta buenos ingredientes, ¿alguien ha sido alguna vez capaz de preparar un buen Cabello de Ángel con un boniato pasado? Pues en la educación, y en muchos campos viene siendo lo mismo, si tenemos falta de medios en los colegios, poco podemos alcanzar. Si el gremio de profesores está a punto de inmolarse a lo Bonzo de puro desespero, poco podrán enseñar. Si no se puede enseñar informática por falta de ordenadores, poco podemos informatizar.. Si un sólo psicopedagogo ha de atender tropecientos niños y está al borde de abrirse la venas, pocos problemas podrá solucionar.. Si nuestros hijos han de caminar kilómetros y kilómetros por unos polígonos industriales abandonados y a modo de premonición de lo que les espera si no lo cambiamos, para ir al cole, al estilo tercermundista, seguramente conseguiremos buenos corredores de fondo y maratón pero no nos quejemos del bajo rendimiento y del absentismo y si encima han de comer de Tupper, fiambrera o tartera (glorioso y socorrido invento) ya me dirás tú a mí cómo van a comer sano, equilibrado y crecer como personas normales. Más bien lo harán como lo hacen en muchos casos sus alienados padres, comiendo todos los días la misma ensalada (versión pasta o versión arroz los más chic) en el trabajo, tirados y sumidos en el silencio y la depresión. Y claro, con las mismas recetas obtenemos siempre los mismos platos…

 

No quería metermeen la opinión que me merece el cariz que están tomando las cosas pero es que estos señores, los unos y los otros, me ponen de un esquizofrénico paranoide que me pierde, posiblemente por mi “especial” concienciación con el mundillo educativo. Volvemos a los tiempos de mariacastaña! Y claro, si usamos métodos antiguos, sólo podemos conseguir resultados antiguos y con esta situación es natural que volvamos a tiempos de Toros, Alfredo Landa y Paco Martínez Soria (programación de TVE) … ¿Resultado? Toos a la Vendimia a la France! O a Deuchland, a buscar a Pepe. ¿De verdad cree que si ponemos en la olla una gallina esquelética y dos coles “espachurrás” nos va a salir un buen puchero? Pues aquí igual, en enseñar a nuestros pequeños es dónde debiéramos poner la poca carne que nos queda ya que invertir en futuro nunca es perder el dinero y más aún si ese futuro es el de nuestros púberes y nos beneficiará a todos a medio y largo plazo.

 

Y es que no aprendemos nada, nos quejamos que “estos críos están por civilizar” (cielo santo!, parezco el Abuelo Cebolleta) pero no hacemos nada por remediarlo, es más, seguimos alentando el cerebro estilo ameba porque ya me dirás la programación de la tele o los ejemplos dignos de Nobel a la concordia del último concierto de MTV en Madrid. Necesitamos romper con la rueda para poder dejar de obtener, cíclicamente los mismos resultados. También es verdad que los de siempre, los “señores oscuros” de la semana pasada, lo que necesitan es una “remesa” de carne joven, tierna e inculta y sin capacidad de pensamiento crítico para poder llevar a cabo su siniestro plan, un ejército de cuerpos descerebrados que no piense y que cumpla con sus designios para poder meternos “el palo final” y claro, es mucho más razonable y barato para ellos arramblar con los niños como Gargantúa de cuento infantil, al más puro estilo Hombre del Saco y transformarlos en “elementos de producción” que desenterrar cadáveres y transformarlos en Zombies. Pero, señores, yo no sé ustedes, pero que zombifiquen a mi hijo no me parece razonable.

 

 

Oiga, ¿pero de verdad nadie ha pensado que con el futuro no se juegaaa? Aunque sea en plan egoísta, mira que esta gente del futuro ha de pagarnos nuestra vejez y a este paso, volviendo a la cocina, solo comeremos sopa de ajo!

 

En resumen, hoy sólo quiero recordaros la máxima que dice “de lo que sembrarás comerás” y no se si lo que pretenden sembrar estas “buenas gentes” es el tipo de comida que quisiéramos tener en nuestras mesas… Podemos cambiar el sembrado!