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Feliz sueño nuevo

Publicado: 2 enero, 2018 en actualité...
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Bueno, ya estamos en eso que llamamos año nuevo, sea el que sea, porque ni siquiera nos ponemos de acuerdo a la hora de contarlos, aquí en occidente diremos que es el 2018, los musulmanes 1440, para los hebreos 5779 o incluso el año del Perro para los chinos. Todo un lío y como no quiero pecar de soberbia occidental lo dejamos en  FELIZ AÑO NUEVO!

Este año, como uno ya es añejo, me las he apañado para cumplir con el mandamiento  de 676b57feb4a01cd719650e0a99061193o.jpgMecano e ir a Sol a despedir el año. La verdad es que, vale, muy buen ambiente, muy chulo todo pero el próximo amigo madrileño que me diga que estamos locos los valencianos al amontonarnos en la plaza del ayuntamiento para ver la mascletà le enseñaré unas fotos, no las he borrado del móvil, por si acaso. ¡Por Dior! ¡Ahí no cabía un alma más! Que no eran ni las once y por Arenal no se podía uno ni caer al suelo por falta de espacio!. Eso sí he de felicitar a la policía por su trabajo y especialmente a los bomberos por su paciencia.

Bueno, lo importante es que ahora que empezamos el año a todos nos dá por hacer buenos propósitos para el 2018, ya sabes, lo típico, que si apuntarse a un gimnasio, que si comer más sano, que si aprender inglés… Creo que estos días me pasaré por los gimnasios y las academias para preguntarles, seguro que nos echamos unas risas. En esta casa también queríamos hacernos buenos propósitos pero claro, el primero de ellos el no tener nada que publicar todas las semanas, sería genial. ¿Te 51645f4345f37s51482_p.jpgimaginas que el blog se tuviese que reconvertir en algo así como un recetario de tartas? Sería maravilloso, eso quería decir que ya hemos aprendido a vencer al poder del miedo, esa arma poderosísima que utilizan habilmente para tenernos sometidos. Querría decir que nuestros políticos se hubiesen puesto las pilas, que lo de la desigualdad hubiese dejado de existir, que ya no mueren nuestras compañeras a manos de bestias inmundas, que ya no existe el contador infame de las #cifrasdelaverguenza,  que ya hemos dejado atrás la esclavitud laboral y que nuestros mayores están atendidos, son tantas cosas… Como creo que tampoco este año nos vamos a dedicar a recopilar recetas,
niunamenosya me he encargado de volver con las pilas recargadas para hacer frente a lo que nos pueda venir encima y, por lo menos, tener un espacio donde todos podamos gritar ¡Ya basta!.  Pero bueno, puestos a pedir, ¿porqué no vamos a poder soñar con que en todo el libro en blanco de 365 páginas que se nos presenta por delante no vamos a escribir una historia bonita?. ¿Porqué no vamos a soñar con que este año va a ser el de la revolución social que acabe con la podredumbre? Algún día nos va a tocar a nosotros. ¿y si fuese el 2018?. Yo voy a hacerlo, soy así de pardillo, tanto como el que se ha apuntado ya a las clases de Spining con la diferencia de que por lo menos soñar todavía es gratis.

Lo que si que deseo que sea una realidad es que el 2018 sea un buen año, para tí. Un año apasionante, lleno de sueños y la fuerza necesaria para que se vayan cumpliendo, un año amable, lleno de alegría y esperanza que pase a su ritmo sin que nos haga perder la sonrisa y que recordemos con nostalgia y cariño cuando nos veamos de nuevo ante las uvas para despedirlo. De todo corazón, feliz año nuevo. Sin duda te lo mereces, no lo olvides en ningún momento a lo largo de este viaje que empezamos, algunos van a intentarlo. Espero que este año que empieza te de el valor de darte cuenta de que vales muchísimo.

Bueno, ya hemos comido las uvas, celebrado la llegada de un año nuevo y deseado todo lo mejor a los nuestros, familia, 31amigos y conocidos y a uno que otro que se ha colado en el Whatsapp como el Pequeño Nicolás hasta en la sopa. A no ser que vivas en Andalucía y hayas sido víctima de los campanazos de Canal Sur, y todavía estés on las uvas en la mano. Pero bueno, tampoco es como para tirarse por la ventana, ya tienes otra cosa para contar a los niesimson canal surtecitos… Igual el “lapsus” se debió a que en producción estaban viendo otra cadena de televisión y claro, centrarse se complica.

Este año, la verdad es que tengo el convencimiento de que va a ser un año especial, aunque para variar no nos haya tocado la lotería (supongo que a Fabra tampoco pero a Montoro desde luego loteria montoroque sí) y aunque Santa Claus o los Reyes Magos no hayan parecido demasiado generosos. Este año nos esperan grandes cosas, estoy seguro de ello. Cosas como la posibilidad para empezar a dar golpes de timón , allá por el mes de mayo. Nos quedan unos meses para salir de la «zona de confort» para recordar a los que nos gobiernan y a los que aspiran a hacerlo, que estamos aquí, seguimos vivos y o espabilan o verán dónde pueden acabar.

De momento no han empezado con buen pié. De Guindos, todo ministro él, va y nos suelta en la Cadena Ser (igual efecto secundario de una opípara comida navideña) que hemos perdido el miedo a perder el empleo, ¡con imagen-8-portada-de-la-cabana-del-tio-tomtoda la resma de parados y esclavizados precarios que somos en España!. Seguro que él y su familia no tienen miedo a perderlo (o igual si, visto el verdadero pánico que tiene esta gente a las elecciones) pero nosotros, los que parecemos condenados a soportar su desgobierno si lo tenemos. Tememos no poder alimentar a los nuestros, tememos ser los próximos que sufren la burla que supone una subida de TRES CON TREINTA EUROS el insuficiente Salario Mínimo Interprofesional por el que nos vemos obligados a deslomarnos a diario e intentar subsistir y tememos estar a merced de que unos sádicos se dignen a darnos unas ayudas a las que tenemos derecho simplemente porque somos humanos y porque nos corresponden después de partirnos el espinazo trabajando una vida, por tener algún tipo de discapacidad o padecer la tragedia de perder el empleo.

Este año he pedido a los Reyes Magos (quitad Reyes si el corazón republicano impide ponerlo) que podamos recuperar la ilusión, las ganas de vivir y sepamos aprovechar el tiempo en el que no tienen más remedio que escucharnos para que los votemos, los unos y los otros.

Estoy completamente seguro de que este es nuestro año. Recordaremos 2015 como el año en el que dejaremos atrás la estafa de la crisis. Un año en el que habrá acabado la tormenta y en el que volveremos a vivir. ¿porqué nuestros políticos habrán cumplido con su deber? No lo creo, mas bien lo será porque habremos sabido recuperar lo nuestro y conseguiremos dar la vuelta a la situación, limpiar la inmundicia y empezar a volar de nuevo aunque intenten callarnos con leyes mordaza y hierbajos similares que no van a darles resultado simplemente porque no tienen sentido.

Hemos de estar atentos a Grecia, al igual que en la antigüedad igual pueden marcar el camino. De momento han conseguido desenmascarar a algunos demócratas que nos dicen que un cambio por las urnas puede ser malo para “los mercados” pero callan ante los sucesos de Ucrania. ¿Esperamos algo de esta gente?

Espero que los Magos cumplan con su parte en la carta que les envié porque nosotros si nos hemos portado bien (bueno, más o menos) Por lo tanto deberían traernos toneladas de fuerza, alegría e ilusión para arrancar un año lleno de esperanza. ¿Vamos a ello?

Estos días son especiales y aunque parezca un topicazo, todos nos volvemos como más tiernos. Estamos todos mucho más sensibles y la Navidad se siente en nuestros corazones a pesar de todas las tragedias y desgracias que hemos ido digiriendo a lo largo del año.

El caso es que estamos ante días mágicos que ya se celebraban incluso antes de los sucesos acaecidos en el Portal de Belén. Son los últimos días del año, los que dejamos para el final, para calendarioarrancar con ilusión la última página del calendario y celebrar que hemos sobrevivido un año más a todo lo que nos ha venido encima. Son días para intentar recuperar la paz y redescubrir a aquellos, familia o no, que nos rodean y que están a nuestro lado físicamente o en el alma, aunque ya ni los veamos porque estamos carcomidos por nuestros quejidos diarios. Son días para escarbar en nuestros corazones (aunque a algunos les haga falta pico y pala) y encontrar el lugar donde guardamos la paz y la tranquilidad, ese riconcito donde todo es posible y que estos días todos debemos airear a los cuatro vientos con la intención de que nos dure el resto del año.

De verdad os deseo de todo corazón que paséis unos días entrañables y que, por una vez en la vida, nuestros capitostes tengan razón cuando dicen, con esa falsa sonrisa, que algo está ya cambiando. arbreEstoy convencido de que estas navidades pueden ser distintas, no hace falta que haya jamón del caro ni turrones “más caros del mundo” porque la recuperación esa que nos cuentan es una gran mentira para las personas normales, pero lo que si está renaciendo en nosotros es la ilusión y la esperanza por el cambio. Porque ha llegado el momento de estar dispuestos a volver a volar. Son días para aprender a soñar de nuevo porque hemos olvidado que soñábamos, hasta que transformaron nuestro sueño en pesadilla.

Este año hemos aprendido también que no somos borregos de Belén sino personas humanas, dignas y que carta reyesmerecen respeto, que por separado puede que no lleguemos pero que juntos moveremos montañas y haremos sentir miedo a los que nos atormentan. Ese es el verdadero cambio que nos deberían traer estas navidades, seguro que Papa Noel y los Reyes Magos son capaces de traernos la ilusión perdida y que nos hace falta para seguir adelante. Cuento con ello, he escrito una carta (escribid una vosotros también, ¡es terapéutico!) para que os traigan toneladas de fuerza, ilusión y alegría a todos vosotros y podáis repartirla a los vuestros estos días. Os la merecéis .

Bueno, os dejo que esto es ya “El discurso del Rey” (Versión Felipe VI) y no quiero robaros ni un minuto más porque seguro que teneis mil cosas por preparar. Por cierto, ya veremos como será el primero de este nuevo monarca… espero que no sea muy gafe!.

Yo voy a marcharme unos días con los míos a intentar recargar las baterías y recuperar la parte del tiempo perdido junto a los que no les he sabido dedicar tanto como merecen. Espero volver a encontraros ya a punto de estrenar los regalos de paz, amor esperanza e ilusión que traerán los reyes este año (no esperéis cosas carísimas que el petroleo ha bajado mucho y por Oriente las cosas andan “mu malamente”).

Os deseo, de todo corazón unas entrañables fiestas llenas de alegría y paz. Sin duda os las merecéis.

Con toda mi gratitud.