Posts etiquetados ‘#Alí Babá’

Si uno quiere despertar confianza, debe ser digno de confianza.

Stephen Covey

Parece increíble que el escándalo de las cajas todavía nos vaya dando sorpresas, esto es ya un culebrón venezolano de los de antes. O mejor aún, es una especie de concurso horrible en el que detrás de cada puerta aparece más inmundicia, la verdad es que ya no puedo sospechar hasta donde puede llegar. Lo de esta semana ya es el “triple salto mortal con tirabuzón y marcha atrás” de la desvergüenza, las tarjetas fantasma.

Si estuviésemos hablando de una empresa privada normal, el contable de la casa le cortaría los deditos al empleado IMG-20141005-WA0009que se ha gastado un par de euros de más en cañas, de eso puedes estar seguro, pero ese sería el problema de la empresa en cuestión. En este caso el dinero que se gastaban esta serie de desalmados saqueadores era nuestro. Caja Madrid fue rescatada con dinero publico, ese dinero que nos arrancaron con tenazas y que ahora falta para sanidad, para devolver el bono energético a 200.000 familias y que no se pelen de frío este invierno, para comedores, para becas, en resumen, para todo. Pues bien esos 15 “milloncejos de ná” que se cargaron en una cuenta de “quebrantos” (anda que no tiene narices el nombre pero se refiere a una cuenta destinada a Visas robadas) eran nuestros, de nuestro bolsillo y se los gastaron en campos de golf, compras en el Corte Inglés y todo lo que nuestra sorprendida mente pueda imaginar.

El espanto puede ser todavía mayor si tenemos en cuenta que las cajas de ahorro fueron creadas como 0801_Logo_Caja_Madridentidades sin ánimo de lucro (no estoy de guasa, es verdad) cuyos beneficios se tenían que destinar a las Obras Sociales de la entidad (continuo hablando, bueno, escribiendo en serio) y que no sólo nos han “birlado” el dinero que les dimos para salvar la caja sino que, de paso, también se han encargado de que no existan beneficios y que en las Obras esas se hayan quedado más secos que una pasa o una víctima de Drácula. Vamos, que nos han robado a la ida y a la vuelta.

Reconozco que es verdad que este asunto no es nada comparado con los saqueos de magnitudes siderales que hemos sufrido pero esta vez han ido más allá. Hemos visto, con verdadero asco, como ali baba 3existe una especie de patente de corso para meter mano a la bolsa de los dineros ajenos. En este episodio han destruido la poquita confianza que teníamos todavía en los políticos al uso. Da igual del partido que sean, estaban todos conchabados, estaban todos unidos en el trinque. Esta pandilla de saqueadores tenían un acuerdo para vivir a todo tren a costa nuestra y que no pasase nada PP, PSOE, IU, sindicatos, empresarios… Dejaban a los ladrones de Alí Babá a la altura de robaperas del tres al cuarto y eso sólo por cuanto hemos podido conocer.

Eso sí, lo que han de tener en cuenta en los distintos partidos es que la confianza es una cosa que se gana con go_to_presoel sudor de la frente, a fuerza de buenos hechos, a base de lustros de honestidad pero que se pierde en un momento, en un desliz, y que una vez perdida, aunque ahora intenten arreglarlo con demandas, dimisiones y amenazas de expulsión a los afiliados (algunos ni eso), el daño está hecho y va a ser difícil repararlo. Va a ser muy complicado que olvidemos este episodio. Sólo digo una cosa, señores, las elecciones se acercan poco a poco. Puede ser un buen momento para decirles a estos desalmados que ya les vale, que ha llegado el momento de que se marchen a casa, eso los que no hagan antes una parada y fonda en la cárcel.

Quién es quién en las tarjetas ‘fantasma’ de Caja Madrid

Cinco años y 100.000 millones después: historia del rescate de la banca española Leer más: Cinco años y 100.000 millones después: historia del rescate de la banca española

Un total de 200.000 familias dejan de percibir el bono social de la luz

Las tarjetas en ‘B’ de Caja Madrid, camufladas en una cuenta de quebrantos, funcionaban como sobresueldos

La obra social de las cajas, ¿en peligro de extinción?

Los altos cargos de Caja Madrid con tarjetas ‘black’ recibieron también 62 millones en préstamos

     No tengo ni idea sobre en que momento perdimos el oremus pero vivimos el final de un ciclo que parece que esté finiquitado. Es una era más, también acabó en su día la Edad de Piedra o la Edad Media… tempus fugit, ya se sabe. Entramos en la Edad de la Idiocia, a la programación de la tele, entre otros, me remito.

      Sampedro, a quién con el paso del tiempo llegaremos a valorar, ya nos decía cositas como que el capitalismo está agotado o que nos han educado para ser productores y consumidores, no para pensar. ¡Así nos va!. El caso es que tiene razón, el capitalismo, como decía la canción, “ Se nos rompió de tanto usarlo”. Ha completado su recorrido y sólo queda en pié su cara salvaje, inhumana y opresora.

      Pero si aceptar que el capitalismo es momia amojamada y nos ha dejado huerfanos nos resulta difícil, peor es admitir que la democracia está siendo despellejada ante nuestros ojos adormilados. La están pervirtiendo tanto que ya no sabemos ni las reglas del juego al que jugamos contra verdaderos tahures.

      Esto NO es democracia desde el momento en que a la justícia le han puesto unas gafas con cristales “culo de vaso” del color del gobernante de turno y le han enseñado que no todos los justiciables somos iguales, esta demostrado que hoy en día no es lo mismo ser de “sangre azul”, tonadillera o contable que “plebeyus vulgaris”, tomemos lo a broma pero el Estado de Derecho ha ido a tomar viento. NO es democracia si los que deben trabajar para las mayorías lo hacen para sus amigotes y persiguen, insultan y calumnian a los mismos que los han votado, esos parias que pagan impuestos desmesurados mientras a los potentados se los amnistía. Tampoco lo es desde que los representantes se blindan de sus representados, se ocultan tras un plasma, abusan de su poder y nos obligan a tener que manifestarnos vistosamente, con mayor o menor acierto, como única forma para intentar hacernos oir aunque nuestras quejas serán manipuladas, dándole la vuelta al lenguaje, y usadas en nuestra contra para acusarnos de barbaridades tales como el nazismo. Esto es como aquello de “¡Ay, digaselo antes de que me lo diga, mare!”.

      Tanto se ha machacado el sistema que ya se han atrevido a ponernos caciques que ni siquiera hemos votado, el Sr Fabra en Valencia, Ignacio González en Madrid o a la alcaldesa Botella, y nosotros hemos aceptado sin rechistar. ¡Déjennos elegir, por lo menos, al Alí Babá que nos va a robar!.

      ¿ Qué más han de hacernos? ¿encadenarnos, emplumar nos, azotarnos -no les demos ideas-? ¿Qué esperamos para decirles que no somos pavos de corral esperando el sacrificio para mayor gloria de sus designios insaciables?. Ya no somos ciudadanos de facto sino medios de producción exprimibles para cumplir sádicos baremos, que además son mentira, producto de un error al que no buscan una solución porque no les interesa.

      Pero lo que está claro es que si no ponemos freno a esta cabalgata de despropósitos y abusos, nuestra época van a calificarla como la de los que vivieron sometidos por una oligarquía mediocre porque no supieron o no quisieron levantarse del sofá para defenderse. La calificarán como la Edad Idiota.

salva@enzapatillasdeandarporcasa.com

Cospedal vuelve a comparar escraches con nazismo

Isabel Pantoja, condenada a dos años de prisión por blanqueo de capitales

A-Normales

Un día después de la Huelga, aunque admito que en el momento en el que estoy redactando esto aún no han acabado los últimos momentos del día y se sigue intentando acampar delante del Congreso, propongo que hagamos reflexión, pero yo no voy a hablar de cifras, ni de seguimientos. ¿Para qué? Creo de verdad que las cifras quedan en eso, cifras y por experiencia puedo atreverme a decir que los números son tan sufridos como que los sindicatos dirán que la han secundado tropecientos millones de personas y milantamil entidades que se han solidarizado y no se han dejado amedrentar por el poder establecido. Y mientras, el gobierno, impasible, impertérrito, indolente, dirá que nada, que eran cuatro monas ociosas, unos orcos descerebrados, mal trabajadores y anti patriotas (esto último porque está de moda) pudiendo demostrar los dos que dicen la verdad. Mi reflexión es otra, vamos a ver si me sé explicar.

Creo que estamos hasta las narices de que cada convocatoria, cada manifestación se vean versiones corregidas y aumentadas de las mismas barbaridades. Sindicatos enormes, maquinarias gigantes, inoperantes, que piensan únicamente en seguir viviendo en su cueva de Alí Babá, ya que es la única forma de mantener su abultada estructura. Sindicalistas que no respetan el derecho a trabajar, recurriendo a la violencia si se tercia o no. Patronal que no respeta ni, lo que es peor, conoce el derecho a la huelga de sus siervos, digo siervos porqué algunos de ellos, la inmensa minoría por suerte, creen que viven en tiempos pretéritos amenazando a sus empleados con algunos de los males del infierno si levantan su voz, aprovechando el drama social en el que estamos inmersos, aludiendo al manido mantra de siempre “como tú tengo mil que cogerían tu trabajo”.

Hasta ahí lo de siempre, pero últimamente tenemos un factor nuevo, las “fuerzas del orden” que cada vez recurren con mayor frecuencia justamente a lo contrario a eso, al desorden que alguna vez ellos mismos provocan, consiente o inconscientemente, como pretexto para repartir leña. Parece que les gusta sacar la cachiporra para Zas! Ahora sacudo a un chaval de 13 años, Zas! Ahora un periodista, Zas! Ahora un antisitema (añadase todos los casos que se le antojen, seguro que alguno se dió ayer), aunque sé que no, que en realidad puede que un noventa por ciento de ellos no disfruta con la bestialidad troglodita, son unos “mandaos”, cumplen ordenes de los siniestros de siempre, aquellos que no son capaces ni de admitir su inoperancia como buenos “defensores de sus electores”. Aquellos que no han sabido defender ya no solo los derechos, ni el bienestar social, ni la tranquilidad pública, sino que hablamos ya de hasta la vida física de sus gobernados Aquellos a los que parece que no les importamos un pimiento ya que siguen alimentando con rescates a podridas entidades que han abusado del derecho, como ya se han dignado en ratificarnos en Europa, para seguir haciendo su negocio mientras interpretan el sainete en el que dicen preocuparse y sentarse a redactar una solución cuando son conscientes de que ellos forman parte del problema. Aquellos que hoy no han tenido la decencia ni la dignidad de aparecer ante los medios de comunicación para intentar explicarnos su visión de los hechos, por estúpida que nos pareciese, en lugar de eso nos han enseñado la cara a la que nos tienen acostumbrados los últimos años, esto es la misma canción que ya empezó a verse en gobiernos anteriores, no nos equivoquemos. Esa cara, la del silencio, la del vacío y la de la represión violenta, casi dictatorial.

Así no vamos a ningún sitio si no somos capaces de romper el guión establecido, estoy seguro de ello. Ellos seguirán apretando, los parias seguiremos aguantando, siempre la misma canción. Pero aunque cambien al director de la orquesta creo que al final seguiremos bailando la misma danza, eso sí, con la firme esperanza puesta en que al final el disco de la vieja gramola se rallará aunque sea por desgaste, aún así valdrá la pena decir aquello de “tócala otra vez, Sam” ¿no creen?.