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Hace muchos años había un profeta que se desgañitaba en una plaza encaramando a un cajón de naranjas. simpsonsGritaba que venía un tiempo de grandes desgracias. Nadie le hacía caso, lo tomaban por un pirado y se hacían selfies con él. Hasta que llegó el desastre. Los mandamases, en lugar de preocuparse por intentar solucionar la debacle y aceptar que se habían equivocado, optaron por seguir negándolo. Se deshicieron del agorero diciendo que se había vuelto tarumba a base de ver el Sálvame y pregonaron al pueblo que no se preocupase que todo iba bien y que cada vez iría mejor. La mentira les funcionó un tiempo pero al final, la realidad se impuso y llegó la ruina caracolera. El reino se fue a pique y nadie hizo nada.

Desde el mes pasado vemos como Rajoy se pavonea por ahí diciendo no sequé de el-traje-nuevo-del-emperadorunas raíces vigorosas (me recuerda a cuando se vieron brotes verdes y casi se nos cae el pelo al ver como pasaba la carcoma y se los zampaba). Este hombre habla de un terreno firme que pisamos y que el empleo se recupera en este país mientras su coro se afana en decir que ve las raíces esas, igualito que en «El traje nuevo del emperador», es lo mismo.

Don Mariano nos soltó esta bola después de hacerse pública una EPA más falsa que un duro de cartón. Según el profesor Roberto Centeno resulta ser que para la EPA si se destruye un empleo “normal” (de esos que antes 1338428551_7150545teníamos, cuando nos burlábamos de los “mileuristas”) y se sustituye por dos empleos microscópicos, de los que ofertan ahora como si fuese un vaso de agua fresquita a uno que se perdió por el desierto, cuenta como dos empleos y nos dicen que se ha creado uno. Aunque resulte que ninguno de los dos nuevos currantes tengan ahora para comer decentemente y el nuevo parado lo tenga en chino (Mandarín) para encontrar un trabajo nuevo. Bueno, el balance lo que demuestra es que estamos en manos de calamidades a las que sólo les importan los números.

El gobierno se ha llenado la boca diciendo que HA GENERADO (como si ellos, con sus manitas hubiesen hecho 2014090209381261250algo) nosecuantos empleos pero si te detienes a mirar el numero de horas de trabajo efectivas y descubres que han caído en tres millones y pico, la trola se cae por su propio peso, se destruyen empleos a tiempo completo y se cambian por otros a tiempo parcial. Algo como menos curioso si se hubiesen generado los puestos de trabajo que nos dicen, ¿no?. A esto hay que añadir la existencia de cada vez más gente que no tiene empleo ni subsidio, ni oportunidad de entrar al mercado de trabajo, esos no salen en la foto, por lo tanto baja el número de parados aunque lo estén.

De todas formas, los nuevos empleos están sobre los 500€, ya me dirás si con eso se puede vivir, habría que houdini4ser Houdini para poder alimentar a la prole con ello. Y por si el desastre fuese poco, se ha de sumar la caída de las exportaciones y la sangría de los impuestos que no hacen más que aumentar. Otra cosa que también crece como la espuma de una caña mal tirada es la deuda pública, ya ronda el 100% del PIB y supera el BILLON en deuda pública, vamos que todo lo que producimos no servirá para pagar la deuda que cada día crece más y más, como las habichuelas mágicas de Juan. Eso sólo tiene un destino, la bancarrota.

Perdonadme que hoy me ponga cenizo, pero ¿existen indicios para pensar en la recuperación? Me parece que mientras el gobierno no haga mas que continuar subiendo impuestos, gastando y engañando, supongo que con la esperanza de que la recuperación de otras naciones nos sacará del cráter, sin hacer nada, ni siquiera de cara a la galería no hay nada que hacer.

El gobierno controla los medios de comunicación, lo sabemos, pero ya me dirás si la realidad no salta a la vista por sí sola por mucho que lo maquillen las portadas. Mientras no cambie la política, mientras no le demos la vuelta a esto y se hagan cosas nuevas ya pueden cambiar los colores de los corruptos pero todo seguirá igual, de mal en peor. ¿A que esperamos?

Rajoy se crece: «No hablamos de brotes verdes, sino de raíces vigorosas»

El traje nuevo del emperador (PDF)

Los cuentos de Rajoy y la EPA más falsa que se recuerda

Encuesta de Población Activa (EPA) Segundo trimestre de 2014

«Esgrimamos la palabra contra los desahucios de la razón», Caballero Bonald, premio Cervantes

          Ayer fue el día del libro (si, esas cosas compuestas de varias hojas de papel engorrinado con letras unidas entre si). Visto el profundo nivel intelectual que campa por ahí, no es de extrañar que necesitemos dedicar un día en nuestro calendario para recordar que es eso de la lectura.

            Nos sorprenderíamos de la gente que no ha leído o incluso visto un libro en toda su vida. Incluyo también en la lista a los que compran libros “bonitos”, así,  por metros lineales porque quedan decorativos y muy “Chic”. Os aseguro que alguna vez ha entrado algún “inteletual” a la librería de mi amiguete pidiendo seis o siete de esos libros verdes con filigranas doradas para llenar un hueco. Personalmente he visto estanterías con  libros puestos del revés, estilo Felipe V en Xàtiva, o forrados con film transparente tipo bocadillo, “para que no cojan polvo” me dijo el andoba, muy aseado. Alucinante pero real!

            No es que en este país hayamos sido nunca muy proclives a la lectura, como mucho  y con un poco de suerte un tebeo – y oiga, que los cómics son muy loables y más en este país dónde hay y han habido enormes dibujantes-. La lectura, en el formato que sea, nos saca de la ignorancia y posibilita conocer de forma sosegada,  mucho más que el “Sálvame”, todo un universo de curiosidades, vivencias y sapiencia que nos abre las puertas a un ejercicio que deberíamos cultivar, igual o más que el músculo en el gimnasio de la esquina o que el “levantamiento de vidrios” en la tasca de Manolo, para así poder quitar un poco las telarañas cerebrales y  hacer algo que deberíamos practicar más, eso de pensar. Ejercicio que al final va a tener que ser catalogado como disciplina olímpica o declarado en peligro de extinción, visto el nivel de raciocinio que vemos por ahí.

            Siempre he pensado que un buen libro es algo que nos enseña otros lugares, otros mundos y sobre todo otras culturas,  nos abre nuestro horizonte mental y nos facilita poder  entender un poco mejor la realidad con una óptica que nos resultará mucho más gratificante que la que nos dictan los informativos porque será la NUESTRA, personal e intransferible, eso es lo que hace de la lectura una poderosa arma de destrucción contra el aborregamiento en el que andamos metidos.  No es de extrañar pues que  no se fomente la lectura, excepto las lecturas del sistema educativo que no suelen ir más allá de lecturas obligatorias de clásicos nada frescos y motivadores que ocasionan efectos devastadores ya que si esta especie se caracteriza por algo es por odiar aquello que nos han exhortado a hacer. Por tanto, señor Wert, me parece que están indirectamente fomentando la aversión a la lectura y evitando, de raíz, la peligrosa actividad de pensar en los adolescentes.

            El viernes fui una fiesta del libro muy especial, en la tierra de una buena amiga, San Olaf. En ella convenimos que debíamos hacer un intenso escrache literario para fomentar la lectura, algo muy necesario, deberíamos hacerlo todos, salir a la calle pertrechados de libros, pero eso si,  a efectos de seguridad como decía @fanigrande , limitando a “un máximo de 300 páginas para no intimidar con el peso de los volúmenes” y perseguir con ellos a los energúmenos, políticos y ministros incluidos, que nos encontremos por la calle a ver si conseguimos recuperar alguno para la causa de la cultura y el bien de la humanidad, una cosa, os adelanto que con nuestro ministro de educación muy poco podemos hacer…

Escrache literario

La leyenda de San Jorge y el dragón

Caballero Bonald defiende “esgrimir la palabra contra los desahucios de la razón»

Historia de la historieta en España