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Precarios

Publicado: 18 julio, 2017 en actualité...
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Estos días he estado dándole vueltas a algo que me comentó Paco, ya sabéis, el conspiranóico. Anda convencido de que nos están ocultando algo a base de entretenernos con isa 2carnaza. Que si sacando jugo de las piedras con la cosa de Catalunya, que si escándalos por todas partes en los que se han llegado a llevar hasta a Villar, el dueño y señor del único dios al que parece respetar esta sociedad, el «furgol», o incluso regalándonos los oídos  con una reforma fiscal en la que se nos dice que la mayoría de los currantes ahorrará en impuestos cuando es mentira, seguiremos pagando impuestos indirectos salvajes hasta por respirar y además de aquello de redistribuir la riqueza nada de nada, no vayáis a pensar. No es casualidad eso de que los ricos cada vez lo sean más mientras la miseria crece y crece.

Bueno, a lo que íbamos, Paco decía que nos han tomado el pelo y nos han convertido hqdefaulten “esclavos curris” ¿Os acordáis cuando nos dijeron que “era necesario apretarse el cinturón” allá por el 2008? Pues bueno, sólo a nosotros se nos cortó la respiración, porque a los de siempre… Ahora el cuento continúa con la excusa tecnológica, que si Uber, que si la robotización… El caso es que eso de hacernos trabajar como si nuestro esfuerzo no valiese un duro se ha consolidado. Y nosotros contentos.

Ya no sirve de nada que en el FMI digan que debemos empezar a cobrar más o descargamoriremos de hambre o que se esté discutiendo la posibilidad de aumentar los salarios un 1,5 o un 2 por ciento cuando los precios lo han hecho más. De nada vale que los beneficios de los grandes hayan aumentado y se hayan quedado con ellos. El problema es otro, se han cargado la relación del empleador y el empleado, antes era una relación seria y simple, nos gustase o no. Uno daba empleo y el otro trabajaba, ese compromiso era sólido porque ambos se necesitaban mutuamente. Ahora todo ha cambiado, la relación se ha roto, se ha transformado en 20100804093946-empleo-precariocontratos de “cero horas” en los que se trabaja de sol a sol, muriendo en el asfaltado de carreteras en plena alerta por calor. Consentimos relaciones “2.0” tipo Uber porque como “más cornadas da el hambre”, el trabajador ha perdido el respeto por sí mismo y acepta como algo normal el que aquí no se sale de la pobreza trabajando. Estamos dispuestos a trabajar por miserias “porque menos es nada”. Nos han inculcado la “mendicidad laboral”. Han transformado el trabajo en una guerra en la que no hay compañeros. Lo que antes era el “compi de mesa” ahora es el enemigo a batir por no ser el próximo en caer al mar o simplemente por raspar unas migajas. Eso nos afecta en nuestras relaciones sociales, nadie confía en nadie, vivimos como robots y nuestra vida se transforma en un infierno. Somos parias que trabajan batiéndose entre ellos hasta la muerte por nada, porque nada merecen (eso nos dicen) y lo que es peor, llegamos a creérnoslo y caemos en un estado en el que la autoestima y el aprecio por lo que hacemos es puro espejismo. Así nos luce el pelo.

Hemos llegado a lo que se suponía sería la recuperación. Pensábamos que la precariedad finalizaría, que los esfuerzos se verían recompensados. Pero de eso nada, resulta que el WECHDEF70% de las familias no han notado nada y lo que es peor, se han resignado a que no les va a llegar. La precariedad se ha instalado, han logrado hacer que normalicemos el atropello, lo han institucionalizado legal y socialmente. ¿No deberíamos darnos cuenta de lo que nos han hecho?¿No deberíamos gritar basta e intentar recuperar un poco de la dignidad que nos han usurpado?¿De verdad no deberíamos hacer caso al eslogan de “El Corte Inglés” y aplicar aquello del “quiéreteme” ese tan raro? Igual en ello nos va la vida. Pensémoslo.

Resulta sangrante leer que mientras nos dicen que el PIB ya crece a un ritmo más alto que la media de Europa y imagen-8-portada-de-la-cabana-del-tio-tomque cada vez tenemos más trabajo (aunque no nos digan las condiciones de ese trabajo propio de los campos de algodón). El número de hogares en este país que están “a dos velas” no para de aumentar. Según la EPA, ya son más de 770.000 hogares (una barbaridad) en los que no entra ni un clavo al mes, ni pensión, ni sueldo, ni subsidio… nada.

Lo peor de todo es la naturalidad con la que estamos aceptando esta tragedia. Parece que tengamos asumido eso de que nuestros vecinos (o puede que mañana nosotros mismos), mueran de hambre. Empezando por el partido en el gobierno que encima de no ver esa realidad se cuelga medallas diciendo que su gestión nos está sacando de pobres mientras es eso justamente lo que producen a velocidades propias de una cadena de montaje, pobres. Igual conlo de la recuperación  se refieren a ellos mismos porque me parece que los que, cada vez más, sufren los efectos secundarios tan horrorosos como la exclusión invisible no opinan lo mismo.

Desde que comenzó esta catástrofe inducida a la que no llamamos crisis. El número de ricos no para de crecer en España, pero también lo hace el de aquellos que ya sólo pueden recurrir a la beneficencia. indigenteLa situación es paradójica, mientras cada vez más gente queda excluida y sin recursos, la misma política, en la otra orilla, engorda a los ricos. Es como si la desigualdad no fuese accidental sino que la consecuencia de una política que está creando, no se yo si hasta intencionalmente, dos mundos cada vez más separados entre sí, cada vez más distantes, más radicalizados.

La radicalización de dos sociedades distintas en la que una, la de “La buena estirpe” mariana, pretende controlar a la otra  puede que sea la causa oculta de las bárbaras leyes con que nos están JUSTIC~2atizando, ya no tengo claro si nos temen o nos odian. Este gobierno se empeña en sacar adelante usando el mazo de su mayoría absoluta unas leyes que no comparte nadie más y que sabemos que se derogarán cuando se marchen (si lo hacen alguna vez). Como ejemplo, por decir algo, la prisión permanente revisable (especie de cadena perpétua para los mundanos), la ley de seguridad ciudadana (Alias mordaza) que posibilita multas que arruinan a alguien por dos vidas sin que siquiera el juez pueda decir ni pio…(poned en la línea de puntos la que queráis y que os toque la moral)

Eso me lleva a pensar algo terrorífico. Si cada vez estamos más seguros de que la violencia no es simpsonsel camino y no somos violentos. Entonces, ¿A qué teme esta gente?¿Porqué nos quieren atizar y someter a base de leyes duras y miseria? Al final me voy a volver conspiranóico y pensaré que todo esto es una maniobra para acabar de arramblar con todo, para someternos y llevarse no sólo el dinero ni el trabajo, ni la producción sino también la libertad y la dignidad que nos corresponde y hasta el alma si se tercia. Nada, pensamientos extraños de uno, puede que a causa del calor asfixiante de estos días. Supongo que me afecta al cerebro…

Una lista miserable

Publicado: 18 febrero, 2015 en actualité...
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Está visto que a los humanos nos encanta hacer listas de todo, a cada uno le da por una cosa. Resulta que a un señor llamado  Steve H. Hanke se le ocurrió sentarse a contar la andalucesaBelgicamiseria de los países, hacer su lista y publicarla. No lo sabía, pero el caso es que cayó en mis manos y casi me da un síncope al ver que no andamos mal posicionados en este dudoso ranking. Para una vez que no andamos muy atrás en una lista que no sea de Moto GP, fútbol o deportes varios va y tiene que ser esta, la de la miseria. Aunque pensándolo bien, no se de que me extraño con los millones de personas en este país que se encuentran más allá (pero muuuy allá) del umbral de la pobreza, muchos de ellos niños, lo que todavía es más grave.

Esta lista de los 109 países más míseros, que te puedes tomar en serio o no pero ahí está, la publica uno de esos “lobbys” influyentes de Washinton, El Cato Institute. Esta gente construye su índice cato-Instituteanual a partir de datos como el desempleo, los tipos de interés de los préstamos (ese mundillo tan raro de la banca) o el P.I.B. Pues bien, mira tú por donde que ni nuestro gobierno ni nadie nos había dicho que en esa listita de marras (te la puedes tomar en serio o no, pero ahí está) andamos los UNDÉCIMOS, lejos de la campeonísima Siria o Venezuela pero a menos de medio punto de países como Brasil (la 9ª), a sólo dos décimas de Armenia y a años luz de Brunei, Taiwan China y Japón que son los últimos.

En eso si vamos en la cabeza de Europa ocho puestos por delante de Grecia (con lo que habíamos rajado de ellos), sólo nos supera Ucrania, Serbia, Macedonia, Bielorrusia y Armenia. En resumen, andamos tan mal que ya no se si nos van a sacar de otra lista, la de países civilizados.

El indice de miseria es un instrumento muy útil para saber como andamos de escuchimizados porque deja de lado1384950_10202654241825498_576755702_n factores como la población o la extensión y parece que se preste menos al “maquillaje de la Srta Pepis” a que nos tienen acostumbrados. Además la elaboran unos señores que parecen muy serios y estirados, de Washington y eso por aquí como que viste mucho.

Si nos paramos a repasar con calma este estudio veremos que la recuperación que nos pregonan aún está verde y que andamos equiparados a naciones con las que, con todo el respeto, no debíamos ser salario mínimocomparados si tan modernos y desarrollados somos. Pero la realidad es esta, en lugar de salir en el “índice de felicidad”, que también existe, aparecemos en este y no es para menos. Pagamos unos impuestos al nivel de Suecia que van a parar a los de siempre mientras nosotros, los “paganos”, cada vez tenemos menos servicios. Padecemos unas tasas de paro indecentes que nos “reducen” BLxbGfDCIAErK_p.jpg largecon artimañas como cambiar un trabajador por varios a tiempo parcial sin importar que ninguno de ellos pueda vivir en condiciones dignas (pero eso es otra historia). Existen miles de políticos imputados viviendo como marajás mientras huimos del país para poder subsistir. Pero claro, sobre el papel ya se nota la recuperación, al final dirán que van a empedrar las calles en oro de 18 Kilates.

Visto esto no debiera extrañarse uno de que España esté en esa lista. Más bien deberíamos asumir que si no hacemos que esto mejore, y ponemos las pilas a los que viven pensando que la Moncloa y los asientos del Congreso les pertenecen en propiedad, olvidando que son meros administradores, nos vamos a clasificar para la “Champions” de la miseria (¿Eso de la Champions dónde lo habré oído yo antes?)

The World Misery Index: 109 Countries

Los españoles pobres y en riesgo de exclusión social alcanzan su máximo: 12.866.431 personas

Firma por un Pacto de Estado por la Infancia. UNICEF

España es el tercer país rico con más niños pobres y en riesgo de exclusión social, según Unicef

El índice de la felicidad. Happy Planet Index

Los españoles pagan tantos impuestos como los suecos o finlandeses

España es el tercer país con más trabajadores pobres de la UE por detrás de Rumanía y Grecia