Perdonadme, pero de verdad que sigo saber en que momento nos han subido al DeLorean y nos han devuelto al S.XVII (tirando por alto), de verdad que no me he enterado. De haberlo hecho le hubiese pedido autógrafos y algún selfie a Doc y por supuesto a Michael J Fox, al que admiro por su lucha generosa contra el Parkinson. Los que tenemos en casa a ese sr con nombre tan raro apreciamos el trabajo de su fundación (pincha aquí).
Pero bueno, volvamos a lo que decía. No se como hemos retrocedido tanto sin que nos hayamos dado cuenta. Aunque bien pensado no se que esperábamos de un gobierno aburrido en su afán de no hacer nada y entregado a las vírgenes y los santos. El caso es que en cuestión de poco tiempo hemos pasado de cierto laicismo a temer por que no vuelvan las hogueras y la picota. No olvidemos que a la Sra Cecilia no le cayó la intemerata por lo del Ecce Homo (¿a que no te acordabas?) y a Drag Sethlas se le archivó la denuncia de la fiscalía por la performance del carnaval de Gran Canaria el año
pasado entonces ahora resulta difícil de entender que a un chico de Jaén le caiga una condena por un fotomontaje en el que ponía su cara en lugar de la de Cristo. Una cara que, me van a perdonar ustedes, si te paras a pensarlo fríamente no conoce nadie porque hace 2018 años no pudimos hacerle un retrato al Nazareno. Por tanto, salvando las distancias (abismales), resultaría tan válida la cara esta como la que le puso el genial Velázquez o el inigualable Miguel Angel. Sólo podríamos decir que se aproximaría un poquito la que realizó la ciencia a partir de datos antropomórficos de la época y si queréis que os diga la verdad, me quedo con la faz que le puso nuestro Velázquez. Se han hecho miles de representaciones de Jesús sin que se ofendiese nadie, algunas tan horripilantes como el resultado del Ecce Homo de Borja, y mira que aquello fue como para caérsenos los palos del sombrajo. ¿Porqué ahora nos crispamos tanto? No se, por mi cabecita loca se me pasa si no será que algunos “vieron negocio en ello”, exactamente 480€ con los que se tasa la ofensa. De ser así eso me recordaría demasiado al episodio de las 30 piezas de plata.
Vayamos a lo que nos ocupa. Este chico ha sido condenado a una multa de 480 euros por colgar en Instagram un fotomontaje y ofender con ello los sentimientos religiosos de una cofradía que no cayó en la cuenta de que con la denuncia se daría más publicidad al asunto ese tan ofensivo. Y todavía hay algo más escalofriante. En la facultad me hicieron creer aquello de que España es un país aconfesional (a pesar de los concordatos). Por tanto eso de que se la justicia penal se permita condenas tan pintorescas me chirría un poco, más todavía si tenemos en cuenta que fiscalía de Jaén pidió una multa de nada menos que 2.160 euros, sustituibles por 180 días de prisión en caso de impago. Ante semejante barbaridad no es de extrañar que el chaval optase por marcarse un Galileo Galilei ante el Santo Oficio y se retractara de todo lo retractable para intentar reducir la condena a los famosos 480 euros.
¿No va siendo hora de intentar acabar con esta sinrazón y modificar los tipos penales que confunden la protección del derecho a la libertad religiosa con el castigo de cualquier cosa que pueda ser considerada ofensiva por algunas personas de cualquier credo? ¿Y si volviésemos al SXXI y acabásemos con tanta susceptibilidad por parte de todos, tanta crispación generalizada, tanta prohibición y amenaza? ¿Y si los partidos, la justicia y el gobierno se pusiesen a trabajar y se centrasen en cosas más importantes para todos?¿ No saben que se continúa pasando hambre y penurias?
Posts etiquetados ‘multa’
En un estado aconfesional muy, muy lejano…
Publicado: 20 febrero, 2018 en actualité...Etiquetas:#instagram, aconfesionalidad, actualidad, cristo, estado, Jaén, justicia, multa, opinion, política, Religión
Indignos
Publicado: 4 diciembre, 2013 en actualité...Etiquetas:arrasar, dimisión, engañar, expolio, herencia, imputados, indignos, indulto, injusticia, Lot, McGuiver, multa, padres, robo, sangre, sátrapas, seguridad ciudadana, vergüenza, zarzuelas
Resulta chocante que el 40,4% de los españoles estaba este junio más preocupado por los políticos que por el paro, con la de gente sin empleo que tenemos. Parece que los políticos están tan cuestionados que sólo hablar de ellos da repelús, es algo así como mentar a Drácula en un centro de transfusión, tanto que ayer nos enteramos que somos el segundo país tras Siria donde más aumenta la percepción de corrupción
Nos escandalizamos con las listas de imputados, al final estamos convencidos que van a acabar todos en el juzgado. Será porque tenemos por ahí escondido algo que nuestros dirigentes no tienen, decencia y vergüenza. Andamos desconcertados con esos señores graves que se han encaramado a las presidencias, a las zarzuelas o a lo que sea y creen estar sobre el bien y el mal. No diré todos porque algún decente habrá, dicen que hasta en Sodoma encontraron a Lot, ¿no?. El caso es que parece que cada generación sea más descarada, degeneran desde el principio de los tiempos. Estos han llegado directamente para sacar tajada pero ni para eso valen ya, son burdos, han arramblado con todo, se han llevado hasta las bombillas y tienen la indecencia de culparnos de sus latrocinios. Hasta se permiten intentar robarnos lo escaso que nos queda, y a lo que no podemos renunciar, nuestra dignidad.
Encima en España, igual por algún tipo de afección cerebral, vete a saber, no se marcha nadie. Y eso que se lo han montado tan bien que con decir “dimito” ya parece que se olviden los delitos y atrocidades cometidas y si no, pues para eso están los indultos, ¿no?. Aunque expolies las arcas o te encuentres a miles de personas, a los que les has “recortado” hasta la tele de su salita, a la puerta del despacho pidiendo tu cabeza, ni siquiera aunque te pillen con una plantación entera de marihuana, con decir aquello de “hasta luego, Lucas” estaría todo solucinado. No parece justo, ¿verdad?
¿Se puede saber que hemos hecho para merecer esta calamidad? Bueno, está claro lo que lo que no hemos hecho. No deberíamos habernos dejado engañar, pero aun estamos a tiempo. No es tan difícil entender que necesitamos personas honradas que antepongan nuestros intereses a los de su partido o, más difícil todavía, a los suyos. No estos personajillos lamentables que se parapetan en sus leyes estilo “Seguridad Ciudadana” y nos amenazan con el palo en la cabeza o en la cartera, algunas veces peor todavía.
Ahora, que se han llevado hasta las telarañas que había en la caja, siguen azotándonos con leyes opresoras e injustas. Igual porque han descubierto que su única salida es perpetuarse. Lo saben, pero o les da igual o pasa otra cosa por sus maquiavélicas mentes; Puede que crean que somos idiotas y que cuando nos acerquemos votar no nos acordaremos de esto, ya se han dado muchos casos. Puede que su soberbia les haga creer que arreglarán este desaguisado (esto, así, no lo arregla ni McGuiver). O puede, lo que es más inquietante, que estén convencidos de que no habrá elecciones y que para entonces, de seguir por este camino, se habrán salido con la suya y estaremos sumidos en una dictadura estilo Corea del Norte, porque, por abuso de mayoría absoluta, la versión “república bananera” ya la padecemos. Lo que está claro es que no son unos suicidas y en cualquiera de las opciones no les importamos un comino, sólo les valemos para sacarnos el zumo.
Si no les paramos los piés nos van a destruir y veremos con que cara miramos a los ojos de nuestros hijos, cuando les digamos que sus vidas son un espanto porque nosotros permitimos que una cuadrilla de vándalos bien vestidos se quedasen con todo. Porque tampoco tuvimos la dignidad necesaria para recuperar lo que heredamos después de mucha lucha y sangre de nuestros padres y que perdimos por negligentes.
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