Ya ni se sabe los días que llevamos confinados y la verdad es que se siente cierto alivio al ver que empezamos a notar ya los efectos. Bajan el número de casos, suben el número de manías que tenemos los mortales y sobre todo, se multiplica a niveles exponenciales mi preocupación por el estado emocional de las personas que se encuentran solas en casa y más todavía si piensas como lo estarán pasando todas aquellas que llevan veintipico días encerradas con su maltratador. Espero que puedan poner el bozal a las fieras y si no, ya sabes, Llama al 016 o sal a la farmacia y pides una «Mascarilla-19», el confinamiento ya es suficientemente duro como para tener que aguantar a «la bestia»¿No crees? Hazlo por tí y por los tuyos, con luchar con una pandemia ya tienes suficiente.
Estoy seguro que después de esta vamos a salir todos en romería a visitar a nuestros psicólogos de cabecera porque ¿yo que quieres que te diga? Aunque nos cuentan por la tele que somos héroes, yo no me veo con capa ni nada de eso, soy más bien del montoncito tirando a neurótico pero hoy me noto tocado. Supongo que será, en parte porque ando agobiado por el martilleo de los agoreros que andan contando barbaridades de todo tipo y que acaban con la serenidad de cualquiera porque hasta para contarnos la conspiración más bizarra han llegado a tener tiempo. Esta semana he hecho un experimento por consejo de mi psicóloga de cabecera (gracias, @vanepuig ;)), dejé de ver las noticias apocalípticas e intenté quedarme sólo con los datos favorables y mira tú por donde que al segundo día todos mis síntomas estaban remitiendo. Ya ves tú que cosas ¿Verdad?. Señores de los medios conténganse porque ya andamos suficientemente desquiciados al descubrir que nuestros políticos no pertenecen a la especie humana porque si por algo se caracteriza esta especie es que cuando encontramos un enemigo común nos unimos hasta machacarlo, así ha sido nuestra evolución y nuestra supervivencia, hasta ahora.
Estos días nos enseñan su verdadera cara porque es que ni perdiéndose vidas por miles intentan aparentar un poco de decencia. TODOS intentan sacar algún tipo de rédito a todo esto, no les importamos nada y si quieres que te diga la verdad siento una envidia terrible de Portugal, donde el jefe de la oposición si se declaró abiertamente dispuesto a ayudar al gobierno a salir de esta en lugar de jugar a las trampas, las amenazas y el equívoco. Eso sí, el Gobierno portugués también parece centrado en salir como sea sin que le importe tanto la imagen que va a quedar después sin siquiera mentar nada de pactos “para luego” en los que intentar colar algún tipo de argucia. Igual es que yo no entiendo de esto, pero no creo que sea el momento para grandes pactos filosóficos para unos, engañifas para otros.
Pero es que por aquí somos así, en lugar de intentar sacar esto adelante, que lo estamos consiguiendo pero sólo gracias a los que se juegan la piel y a los que se quedan en casa, parece que nos hayamos quedado en los reproches y el “si yo mandase…” en lugar de asumir de una vez por todas que estamos en un barco que se hunde y aquí o achicamos todos o nos vamos a pique. ¿Tan difícil es de entender? Pues por los corrillos políticos parece que no entra.
Me alucinó ver como “los del diccionario” ya van más allá de la agitación en las redes sociales, ya se han pasado a proponer alegremente un golpe militar aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y lo que es peor, nadie ha puesto esta vez el grito en el cielo, mal asunto. Pero bueno, dicen que “mal de muchos…” También otros han llegado a proponer que los trabajadores esenciales debieran no pagar impuestos estos días. Ya sabemos que en populismo todo vale pero la verdad es que no lo veo ético. No quiero colgarme medallas que no me corresponden pero mi sentido común me dice que aunque me hayan declarado trabajador esencial y lleve yendo al trabajo toda esta pandemia no se me hubiese pasado por la cabeza algo así como no pagar impuestos, igual por falta de práctica. Llámame tonto pero seguro que todos preferimos pagar nuestros impuestos ahora más que nunca, para que con ese dinero se pueda comprar el material que necesitan nuestros verdaderos héroes, los que día a día luchan con “el bicho” sin medios porque se los escatimaron pero claro de eso ellos no entienden porque siguen intentando aprovechar la situación para llenar de nuevo el saco. Nada nuevo bajo el sol.
Hola Salva!! Me identifico mucho con tu estado de ánimo… Al igual que tú, y por prescripción de mi psicóloga (que tengo la suerte de tener muy cerca), he pasado del atracón diario de la información a verificar una vez al día solo los datos, evitando en lo posible noticias catastrofistas, teorías de conspiración y noticias disfrazadas para transmitir el mensaje de «PERO QUE MELONES SON ESTOS QUE TOMAN LAS DECISIONES»….
Y ni siquiera leo ya los miles y miles de estudios que salen a la luz sobre lo que va a tardar esto en terminar….
Siempre tiendo a confiar en el ser humano, estamos demostrando que hay un porcentaje alto de gente que se está dejando literalmente la salud para sacarnos de esta….
Luego vendrá lo otro, la recuperación a nivel económico que está en manos de unos personajes, que, o bien cambian mucho su actitud o no los podré catalogar de la misma forma que los anteriores…
Un abrazo amigo, y seguro que nos vemos en semana santa (via webcam).
MARCO
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Por desgracia somos un país en donde se pone en marcha en paralelo, dos actitudes, que no aptitudes, cuando nos llega un crisis, sobre todo de estas características.
Cuando ocurre esta crisis de calado, que afecta a la mayoría, se desarrolla como digo, dos actitudes al unísono.
Una que es la lucha contra un virus desconocido, es decir la lucha por preservar la vida y otra la lucha económica por salvar la ‘pasta’. Y todo aderezado por la codicia y maldad de algunos grupos de indeseables y sin escrúpulos para sacar réditos de todo tipo, político, económico, de odio al otro, de quitar de enmedio al que gobierna.
Aquí se da, lo que un refrán reza desde hace mucho tiempo: a rio revuelto, ganancia de pescadores.
Seguimos por un lado la buena gente, y por otro lado, los don escrúpulos.
Un abrazo amigo Salva y cuidaros mucho.
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