Hoy me ha llegado una notificación de esas de “Rememora este día” o una cosa por el estilo, me ha invadido una sensación rara, como agridulce. Resulta que este año a estas horas en casa ya sabíamos dónde iríamos de vacaciones. Ya ves tú como cambia la vida, pero las cosas vienen como vienen. Hace unos meses andábamos haciendo planes y ahora te vas de excursión a la terraza de la finca a tender unas sábanas. C’est la vie!.
El año pasado planeábamos viajes, playas, excursiones, comidas con los amigos, chiringuitos… Y este año mira como nos vemos. Pero piensa una cosa en estos momentos es una tontería pensar en viajes y vacaciones pero hace quince días sólo hablábamos de horror, muertes y confinamiento. Todo regado con unas cifras que no hacían más que crecer y abundar en la tragedia. Hoy ya estamos hablando de transición, desconfinamiento, salir a correr o pasear.
Digo yo que algo es algo. Mucho se ha mejorado si queremos ver el vaso medio lleno. Vale que este año lo de las Barbados tendrá que esperar para otra ocasión (como no vamos a salir, piensa en vacaciones a lo grande, soñar es gratis). Pero el hecho de que parece que ya vayamos viendo la luz ya es algo muy importante, tengámoslo en cuenta.
Pero eso es sólo la chispa que ha encendido la ramita, ahora queda alimentar la llama para que prenda la hoguera, para ello debemos soplar todos con cuidado, con mucha prudencia para no apagarlo y volver al principio. Nos toca ser responsables y no repetir ciertas imágenes de las que vimos el domingo. Si algo hemos demostrado es que hemos llegado así porque somos grandes, mucho más que los que nos representan. Seguro que ahora también sabremos estar a la altura y hacer las cosas bien. Nos jugamos muchísimas vidas y el sacrificio de tantos, no hagamos que volvamos atrás porque no podríamos sopórtalo.








Sería cosa del miércoles cuando empezaron a lloverme un aluvión de mensajes diciéndome que yo era un Bot. “Chico, pues ojalá porque eso me dispensaría de tener que ir a la compra, cocinar algo para comer o hasta de aguantar este mundo de locos en el que se ha transformado todo esto del Twitter” le dije a uno de ellos. Craso error, empezaron a darme más palo que a una estera, de verdad, empecé a pensar que se había abierto la veda y me perseguía hasta Elmer, el cazador de los dibus de la Warner (¡que viejo soy, madre mía!).
busca es sangre, como Tina Turner en Mad Max «Más allá de la cúpula del trueno» (Ya sabes, «dos hombres entran, uno sale», el Maestro Golpeador y todo eso). Me puse negro, reconozco que empleé algunas palabras malsonantes que, quizá, no estén en el diccionario de la RAE porque uno es más bien modosito y no está acostumbrado a pelear en el barrizal donde me caí de bruces. Decidí hacer como aquél, “me meto en un agujero y espero a que amaine el temporal”. Y en eso andaba cuando me dio por pensar que igual tenían razón los que decían que soy un BOT. Pero de ser verdad sería un robot un tanto imbécil porque, recopilando, unos me han dicho que soy un …. del Gobierno, otros que si soy un sicario a manos de la derechona abyecta… ¡Aclárense, por favor, que me llevan confundido! No se puede ser aceite y agua al mismo tiempo!
dimensiones Turner poco aporta saber si el timonel es alto o bajito, barbudo o lampiño. Lo que importa es salir más o menos decentemente de la misma y después ya hablaremos de lo que se ha hecho, tiempo habrá. Ahora toca recordar a demasiados aquello de que que si el barco naufraga nos hundimos todos. Pero una cosa hay que tener en cuenta, siempre se torea mejor desde la barrera, ¿verdad?
es más que un error en tu vida, alguien que aparentaba ser un príncipe azul y no llega ni a rana de charca. Alguien que le prometía una vida feliz hasta que creyó tener falsos derechos sobre otra persona. Pero claro, cayó en la trampa y salir de ella era difícil, tanto que acabaste por asumirlo y confiar en que se pasa todo el santo día en el bar y cuando vuelve está como una cuba tanto que aguantas los insultos y los golpes porque “cambiará y volverá a ser el mismo”. En el fondo sabes que lo que te dicen los que te queremos es verdad, no va a cambiar nunca y nadie merece aguantar el desprecio de nadie y menos todavía del ser de inframundo en el que se convirtió Pepe.
intercepta la conversación y ocurre como aquél día en en que se enteró y el día después la vimos, triste, detrás del mostrador con la cara hinchada «porque se había caído». Llamamos ya varias veces a la policía y siempre les dijo «que no pasaba nada», le suplicamos que denunciase, le metimos en las listas de la compra papelitos pidiendo que llamase a 016. Todo lo que sea menos mirar hacia el otro lado.
rehipotecado, encerrada más de veinte días con un energúmeno que debe estar en pleno mono “post alcoholico”. Espero, de verdad que haya conseguido salir a la farmacia de la esquina a pedir una “mascarilla 19” y que unos señores vestidos de azul o de verde se lo hayan llevado en coche a comisaría. Lo merece, cualquier salvaje que levante la voz, intente humillar o desprecie al ser que eligió para su confinamiento merece verse las caras con un juez. Inmediatamente.
ocurriendo en muchos hogares, puede que no se llame Mari y que no sea pescadera. Puede ser tu vecina, puede ser tu família y puedes ser tu misma. Piensa si conoces alguna «Mari», si es así has de saber que tu silencio te hará cómplice de un maltrato más, de una vida destruida más. Ahora más que nunca debemos pensar en todas aquellas que no supieron ver a tiempo que su príncipe no llegaba ni a triste renacuajo de charca y ahora están encerradas en un piso pequeño con él.
suben el número de manías que tenemos los mortales y sobre todo, se multiplica a niveles exponenciales mi preocupación por el estado emocional de las personas que se encuentran solas en casa y más todavía si piensas como lo estarán pasando todas aquellas que llevan veintipico días encerradas con su maltratador. Espero que puedan poner el bozal a las fieras y si no, ya sabes, Llama al 016 o sal
cuentan por la tele que somos héroes, yo no me veo con capa ni nada de eso, soy más bien del montoncito tirando a neurótico pero hoy me noto tocado. Supongo que será, en parte porque ando agobiado por el martilleo de los agoreros que andan contando barbaridades de todo tipo y que acaban con la serenidad de cualquiera porque hasta para contarnos la conspiración más bizarra han llegado a tener tiempo. Esta semana he hecho un experimento por consejo de mi psicóloga de cabecera (gracias,
de rédito a todo esto, no les importamos nada y si quieres que te diga la verdad siento una envidia terrible de Portugal, donde el jefe de la oposición si se declaró abiertamente dispuesto a ayudar al gobierno a salir de esta en lugar de jugar a las trampas, las amenazas y el equívoco. Eso sí, el Gobierno portugués también parece centrado en salir como sea sin que le importe tanto la imagen que va a quedar después sin siquiera mentar nada de pactos “para luego” en los que intentar colar algún tipo de argucia. Igual es que yo no entiendo de esto, pero no creo que sea el momento para grandes pactos filosóficos para unos, engañifas para otros.
puesto esta vez el grito en el cielo, mal asunto.