Cuentan que hace millones años un buen día andaban los dinosaurios comiendo hierbajos sin saber la que se les venía encima (en sentido literal). Andaban haciendo sus cositas tan
tranquilamente cuando, de repente BOOM!! Se les cayó un pedrolo encima y acabó con todo. Dicen que el Meteorito cayó en el Golfo de México y provocó la extinción masiva más grande de la que tenemos constancia a lo largo de la historia. Imaginad que cara se les pudo poner a los pobres bichejos. Pues con esa misma cara nos debimos de quedar muchos el domingo por la
noche al ver como no sólo ganaban los mismos sino que a pesar de los escándalos y del crimen de la musiquita a ritmo de bachata, crecían en número de votos y en escaños. Ya no se que más deben hacer para conseguir perder unas elecciones, ya ni se me ocurre. O mejor, prefiero ni pensarlo porque después de oír que aquél comentario de “les hemos destrozado la sanidad” (a los catalanes) les puede haber dado más votos o después de intuir de lo que puede ser capaz el «Ministerio de lo Anterior» que mira por donde es el que cuenta los votos. ¿que queréis que os diga? Pero mejor si no nos metemos por esa senda.
En este desastre la culpa no la tienen toda los rivales que no han sabido motivar a nadie y
se han limitado a continuar sacándose los ojos los unos a los otros en un asco de campaña sin darse cuenta que reforzaban al adversario. Puede que gran parte de la culpa la tengan los señores de las encuestas que deberían hacérselo mirar. O aquí somos unos mentirosos compulsivos y si fuésemos dinosaurios (los de antes) aplaudiríamos al meteorito o igual se empeñan en regalar los oídos a los que
les pagan sin importarles mentir como bellacos. El caso es que nos habían cantado tanto cosas como el desastre del PP o el hipotético “sorpasso” que en el mejor de los casos ha habido escaqueo a la playa por aquello de “el pescado está vendido” y ahora al ver que estamos casi en el mismo punto que en diciembre pero con un PP mucho más envalentonado no se oyen más que lamentos por todas las esquinas del Twitter.
Si de verdad no han intentado (y conseguido) marearnos con el voto y pretendían hacer su trabajo de forma objetiva entonces sugiero que las encuestas para las próximas elecciones (si es que hay “proximas elecciones”) las hagan los agentes del “Círculo de Lectores” cuando llamen a las puertas de las casas, así por lo menos se aprovecha el viaje.








duro asomarse a la ventana y ver hasta cuatro columnas de humo devastadoras como cuatro ejércitos crueles dispuestos a acabar con todo. He tenido que hacerme a la idea de que los escenarios en los que he paseado, rodado en bici y me han visto crecer no son ahora más que cenizas grises. Grises como queda el alma de aquél que vé como parte de lo que preciaba no es ahora más que un enorme cenicero. Puedo imaginar además como se le puede quedar el cuerpo de aquél que además ha visto como ardían sus recuerdos o al que ha visto desaparecer todo por lo que se sacrificó.
transformar en gratitud sincera hacia todas esas personas que aparecieron de la nada para intentar salvar lo nuestro. No les conocemos, de ellos sólo sabemos que se llaman UME, Bombers, Brigadas venidas de todas partes y tantos voluntarios.. No los conocemos pero han estado luchando a brazo partido para salvar lo que nos pertenecía a todos. No vamos a ser capaces de pagar lo que han hecho por nosotros pero un abrazo y un gracias sincero puede abrir el camino.
Tiene razón, de fuegos y renacimientos por aquí sabemos un rato, somos los que todos los meses de marzo queman el trabajo de un año para volver a empezar de nuevo. Es hora de dejar de lamentarnos, ponernos en marcha, recuperarnos del golpe y ser capaces de evitar volver a perderlo pero sin olvidar a los héroes llenos de hollín que han impedido una catástrofe mayor, mirarlos con respeto y gratitud y repetirles… Gracias.
coherente, la mente está más en un polo de limón que en intentar convencer a alguien de cualquier cosa y más aún de que se definan. Fijo que nuestros flamantes candidatos han pensado, en algún momento, en una jarra fresquita en un chiringuito playero los unos y otros en una Caipirinha en cualquier playa del Caribe, que para eso también hay clases. Lo entiendo, pero ellos se lo han buscado por no hacer nada el 20D, yo aspiro a una cervecita fresquita en pantalón corto en la plaza, no me llega para el Caribe (resignación).
ya veremos como hacemos eso de salir de la playa para ir a votar y volver. Igual tendremos que colocar a la entrada del colegio electoral un cartelito de esos de prohibir entrar sin camiseta o con los piés mojados, como en los chiringuitos aunque una opción es llevar las urnas a las playas y piscinas. También decíamos que el comportamiento de los candidatos se resentiría por eso de que el calor altera las neuronas y veríamos un debate del mismo nivel que Bob Esponja así es que no podíamos esperar nada edificante y más después de los lamentos de Rivera porque Évole le había apagado el Aire Acondicionado (convendría recordar al señor Rivera que en el mes de agosto, en los andamios, tampoco funciona el
aire y no se queja nadie). No nos equivocábamos, el debate se limitó a contarnos lo que ya sabíamos. Que a pesar de que las cuentas siguen sin salir, pactar habrá que pactar vete a saber como y que nuestras opciones políticas no se han movido demasiado. Podrían disfrazarlo moviendo los brazos o con cucos cartelitos en carton pluma pero el lunes por la noche vivimos un Dejà Vu con una sola diferencia, estaba (en apareciencia, porque no descarto que enviasen un clon) el presidente en funciones que al final de la corrida consiguió, milagrosamente, escapar vivo del linchamiento sin hacer nada que no fuese leer las cositas que le habían escrito con ayuda de su cara dur
a como un frontón de pilotaris de Guernica. Todo porque Sánchez se obsesionó con Iglesias hasta límites paranoicos mientras los otros dos se ocupaban en meterse los dedos en los ojos mutuamente, sin que ninguno esclareciese nada más allá de lo dicho y sin hacer nada para que a los indecisos les diesen unas ganas locas de salir a votar con la papeleta en la boca. Más bién al contrario, se me cayeron los palos del sombrajo al ver como los candidatos escurrian el bulto al ser preguntados por una de las mayores tragedias que vivimos en este país, la violencia de género.
familia porque entre semana como todos los «tiesos» de este país nos molemos a base de currar (o lo intentamos). Este ha sido especialmente duro (ya os cuento otro día). Parecía la liebre de Alicia en el País de las Maravillas, ya sabéis, aquella que corría con un reloj en la mano porque llegaba tarde a todos sitios. A pesar de estar en un estado semicomoso y catatónico me resistí a Morfeo y me quedé a ver a Évole. La cosa prometía, Iglesias y Rivera se sacarían los ojos y nos dirían de una vez por todas si anexionarán Venezuela y ya de paso que harán cuando destruyan el “StatusQuo” de los partidos vetustos y sean presidentes de algo que se parezca a un gobierno. Fuí un pardillo
no cree posible un nuevo gobierno Rajoyesco (deo Gratias) pero al mismo tiempo apoyaría a un gobierno del PP sin Mariano, como si nos creyésemos que eso es posible (él dice que no, pero creo que lo veremos dentro de nada defendiendo a Rita)
del Tio Cuco del primero por un escenario mucho más “repipí” no nos contaron nada que no imaginábamos ya como el que han pasado “al lado oscuro” o mejor dijo “al lado enmoquetado”. Me dió la impresión de que se sienten amortizados, de que han asumido que no van a gobernar y hablan ya de pactos con “los de siempre” para salvar los muebles, se han integrado en el sistema. Es como llevar a la batalla la capitulación en una carpetita de esas de plástico, para que no se manche cuando tengamos que usarla. Triste.
hace unos meses? Han volado. Se reflejaba en el escenario, “hemos cambiado, somos ya más de lo mismo”, parecían decir el mármol y las vistas al Congreso, sólo faltaba la inolvidable canción de
en el que da igual lo que diga el otro, sin esforzarse en aportar algo nuevo que consiga ilusionar porque es lo que nos hace falta. Quedan unos días, me gustaría pedirles a los dos un esfuerzo para que vuelvan las ganas y que podamos volver a creer que otra política es posible de lo contrario seguiremos como estamos. Me gustaría pedir a Iglesias y a Rivera un esfuerzo para no ser absorbidos por el agujero negro. Esfuércense un poco, nosotros lo hacemos todos los días.