Estamos acabando el mes y la verdad, ya empieza a extrañarme mucho no encontrarme con las luces navideñas, la Navidad del Corte Inglés (de normal cuando aún íbamos en manga corta), iluminaciones carísimas en las calles, sonidos navideños, panderos, sonajas y cuchufletas por el estilo, sé que suena a Ebenezer Scrooge pero no, en serio, no soy así aunque algunos años lo he parecido. ¿Será verdad que la Navidad va a volver a lo que fue?¿Será posible que las grandes máquinas de sacar dinero nos hayan devuelto las fiestas a las personas? Igual, en el fondo, se han dado cuenta de que cada vez tienen peor eso de sacarnos los cuartos a los mundanos andantes callejeros que ya estamos desplumados y por tanto, no tienen interés en grandes campañas navideñas. De momento, de los grandes referentes navideños, sólo la Lotería ha sacado tímidamente su anuncio en el que notamos en falta al señor alopecia de otros años, eso sí no se acuerdan de decirnos que este será el último sorteo libre de impuestos,  y se dice que Freixenet este año no va a sacar en sus reclamos a personajes famosos y mega pagados. ¿Les habrá llegado ya, igual que a nosotros la tan manida y tenebrosa austeridad a sus carnes, avanzando estilo La Nada de “La Historia Interminable”? Igual ya se han percatado de que están tirando el dinero en grandes campañas publicitarias y se han dado cuenta que no podemos gastar más porque no tenemos, porque nuestras entidades de crédito ya no nos quieren prestar ni un pañuelo de papel cuando estornudamos, porque las telarañas que nos quedaban en la caja de caudales ya las hemos vendido como atrezzo para el último Halloween. Estamos tan escuálidos que hasta nuestro siempre ocurrente gobierno ya ha “perpetrado” la idea de regalar el permiso de residencia en este terruño por la compra de una vivienda de 160.000 euros, así, al estilo detergente Dixán años 80, ¿Es usted un mafias del tres al cuarto? Pues por la compra de una casa le regalamos el permiso de residencia, oiga! ¿Y a los honrados inmigrantes pobres?De Guindos por supuesto que lo niega así que al viernes lo veremos en boca de Soraya. Ni que decir tiene que esta medida me parece un desvarío digno de bebedor de Absenta o de enorme descerebrado que no sabe como acoger a todas las mafias del universo orbe y si lo unimos a la “ideíca de los casinejos” de Mr Adelson, la amnistía fiscal o más aún la prohibición de pagos en efectivo superiores a 2.500 euros, pues nada, el resultado va a ser que este país va a convertirse en la Isla de la Tortuga segunda edición en cuestión de meses, mafiosos varios tanto del este o del lejano oriente, matones sudamericanos, clanes de droga, extorsionadores de ruleta y angelitos con oficios similares… Vamos que podemos tener el lote completo.

Pero bueno, volviendo a lo nuestro, que creo que ya estoy desvariando un poco, me parece que si olvidamos por unos momentos las causas, ya sé que son inolvidables para unos muchos millones de españoles, esta situación podía incluso ser ventajosa para los que nos confesamos amantes de la Navidad, pero de la Navidad antigua y clásica, el que se olviden un poco de nosotros todas esas superficies comerciales que nos venden sus fiestas de derroche y gastos que acaban inflamándonos las meninges hasta el punto de parecer “El Grinch” en un ataque antinavideño.

Para mí, la navidad puede y debe ser mucho más sencilla, sin tanto paripé, a lo “antigua usanza”, días de reuniones familiares, de desconectar móviles y de centrarnos en lo verdaderamente importante que dejamos pasar todos los días sin que parezca importante. La Navidad es también añoranza por los que no están, reencuentros estilo “El Almendro” y reagrupaciones varias de clanes, con la consecuente alegría de la DGT que se podrá sacar la extra en multas. Como veréis, en mi lista de cosas navideñas no están las compras, el aparentar lujo y boato ante los cuñados, creo que ya soy pobre hasta en deseos! Pero veo que no, que muchos de nosotros pagaríamos por un retorno a la sencillez, a la paz, al calor de la familia, a unos días de tranquilidad que nos permitan recargar las pilas, y no de mala baba, aunque puede que a veces ocurra. ¿No es cierto?

Ahora seguro que mañana catará el gallo y veremos que efectivamente, la Navidad ha llegado al Corte Inglés, nos lo contará cualquier famosete, y que una vez más, un año más, nos van a abocar a gastar lo que no tenemos, a cambio de lo que sea, a quemar lo poco o nada que nos queda para, como siempre, organizarnos unas fiestas a su gusto, siempre a su convinencia, y por supuesto, muy por encima de nuestras posibilidades, haciendo que los que no compartimos su idea de las fiestas se nos pinte como aguafiestas infames antinavideños que no nos afectaríamos aunque nos visitasen los fantasmas de todas las navidades presentes, pasadas y futuras juntos y bailando la Tarara.

 

comentarios
  1. Genia!!! Muy buen post, como siempre, Salva. Y si, es cierto, ya se acerca la Navidad. Un momento del año que algunos odian y otros añoran. Pero entre unos y otros, todos nos sentiremos obligados a recibir esos mensajes navideños de «compre», «compre»…Y ya que en esta época, es inevitable hacerlo, bien podríamos ayudar a los pequeños comerciantes y a los artesanos a «salir» de esta época mejor parados. Para que todos podamos tener una comida o cena, digna, simplemente, del ser humano.
    Gracias, Salva!

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