Llámame agorero, histérico o lo que quieras pero me parece que por Bruselas pintan bastos. ¿Quién nos diría que igual va y se nos cae todo el tinglado por una extraña combinación de Brexit y coronavirus? Vale, puede que esté más enfermo de lo que pensaba pero ya verás, ya lo que dicen los libros de historia de nuestros nietos, si es que el planeta no ha hecho “booum” antes y no hay ni libros de historia, ni nietos ni nada.
Si es que al final pasa lo de siempre. Todo funciona bien (relativamente) hasta que a uno le tocan la cartera (y en este caso bastante), entonces es cuando empiezan a relucir los puñales traperos y todo eso. Siempre ha habido problemas entre los vecinos de arriba y los de abajo, lo de siempre, los de ático son ricos pero no quieren saber demasiado a la hora de arrimar el hombro para ayudar a los del semisótano que andan achuchados. Entonces
empieza el “teorema del abandono del club”. Me explico, cuando uno está mosqueado con el club al que pertenece empieza por hacerse el remolón con las cuotas, se enfada, consigue que el resto se enfade con el y acaba abandonando el grupo diciendo que todos le han vuelto la espalda y le hacen bullying. Siempre igual, sólo que en este caso esto puede acabar con el sueño de grandes hombres de los que forjaban la historia y que no se ven hoy en día, gentes como Robert Shuman o Jean Monnet. Un sueño que se forjó desde las minas de carbón y acero de la CECA y que funcionó durante décadas,
evolucionando con los tiempos pero que puede que empezase a descomponerse con la burocratización y el olvido de los orígenes, aquella Europa destrozada por dos guerras mundiales y necesitada de algun tipo de esqueleto que impidiese que nos volviésemos a matar entre nosotros, porque, bromas aparte, de eso se trataba. De verdad que espero que alguien les recuerde a estos señoritos de Bruselas de dónde venimos, aunque con los extremistas que han plagado Europa poco se puede dialogar y esa ausencia de diálogo si es una verdadera pandemia a la que tener miedo porque puede llegar a matar, y mucho. A la historia del SXX me remito.
Pero como las desgracias parece que nunca vengan solas y a más de cuatro les encanta aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid para perpetrar cualquier salvajada, nos
faltaba la historia de la visita del Coronavirus Chino a Italia. Como muestra, un botón. Resulta que en Austria (mira tú por donde) se ha prohibido la entrada de un tren italiano “por si acaso” y se han puesto a hablar rápidamente de resucitar las fronteras que tanto costaron borrar de esta vieja Europa. Resulta curioso pero en este caso un país “de los ricos” con problemas con los extremistas ha cerrado el paso a un tren de un país “de los pobres”. Yo que sé, igual es casualidad o igual no lo es.
Al final mi amigo Paco va a tener razón cuando me decía que lo del coronavirus es un chollo para unos cuantos, en su nombre se suspende el Mobile de Barcelona, ponemos en cuarentena a los chinos con su 5G y nos ponemos anular símbolos como el mismísimo carnaval de Venecia de (miedito me están dando las fallas de este año si seguimos por este camino).
¿De verdad pensamos que unas fronteras van a detener el contagio? Por lo visto ese

bichejo es tan grave como para que la OMS nos hable de posible pandemia, nos entre la psicosis y aceptemos que nos hagan cualquier cosa “para prevenir”, hasta arrasar con los cimientos de Europa o nuestros derechos más básicos si se presenta porque no se si te has dado cuenta de que cuando ocurre algo raro nos acaban «protegiendo» de ello recortando derechos que parecían indiscutibles. Curioso, ¿verdad? No se qué pensar, ¿de verdad acabaremos cambiando el paisaje medianamente civilizado de nuestra Europa por un escenario propio de peliculas tipo Residen Evil, con apestados, contagiados y personajes que luchan por mantenerse en pie?








verlo sobre unas raíces católicas y puede que por eso seamos como somos. ¿Qué vamos a hacerle? Somos mediterráneos, llevamos en el ADN una forma de concebir la vida y la muerte un tanto arcaica pero al fin y a la postre, los que no son amigos de la evolución nos podrán decir que es la nuestra, siempre ha estado uno en este valle de lágrimas “hasta que Dios quiera” y eso, en algunos casos puede ser una verdadera tortura china porque lo que nunca podrán negar es que hay veces en los que la vida ya no lo es y se transforma en un rosario de padecimiento para el que lo sufre y para los que lo rodean. Espero de todo corazón que no llegue nadie nunca a saber lo doloroso que resulta ver como un ser querido se apaga como una vela sin que nadie pueda hacer nada ni siquiera para mitigar el dolor del alma, te aseguro que el dolor y la impotencia te cambian los esquemas para siempre.
es de Dios y a Él le pertenece pero no se acuerdan de lo de “No juzguéis y no seréis juzgados” o que en la especie humana debiera haberse implantado un chip soldado en mitad del corazón que hablase de humanidad, respeto o dignidad porque me parece que todavía quedan demasiados modelos que no lo llevan.
adelante porque parece que contará con los votos necesarios. El asunto es que entre comisiones, votaciones, promulgación y toda la pesca la norma podría estar funcionando en la Seguridad Social antes del verano, muy a pesar de los que nos demostraron en el debate que eso de respetar al prójimo no es lo suyo. Ni siquiera si hablamos de un compañero de cámara porque la verdad es que se me cayeron los palos del sombrajo al ver nivel rastrero de algunos diputados que no dudaron en usar de diana al diputado Echenique , no se tú pero yo no me lo saco de la cabeza. No entiendo como semejantes cernícalos han llegado a esas bancadas. 
crear el DERECHO, no el DEBER y ahí parece que esté el asunto. Con esta Ley se va a ofrecer el derecho a la muerte, jamás se va a obligar a nadie a morir y eso parece que no acabe de ser entendido por las personas de las bancadas que hasta ahora han negado la existencia del problema. Puede que no lo entiendan por sus convicciones religiosas en cuyo caso deberían sentarse a meditar sobre el asunto de las imposiciones y su tan manido “adoctrinamiento” o puede que no lo entiendan porque son así, “ordeno y mando” tanto que se creen con el derecho de poder decidir hasta la forma de morir o la agonía del otro (tampoco parece un comportamiento muy cristiano).
donde estamos acostumbrados a arrancar a la tierra sus frutos. Puede que sea porque al final no puedo ni debo ocultar (ni malditas las ganas que tengo) que me he criado entre acequias, entre gente que volvía a casa embarrada y que se amparaba al santo que fuese cuando se oían unos truenos allá a lo lejos porque una mala tormenta podía acabar siendo la ruina de la familia para la que la huerta y los animales eran mucho más que una posesión, eran la vida. Quizá será porque mi tierra huele a arroz y naranjas o porque prefiero que los tomates sepan a tomate aunque sean feos y que una cebolla olvidada sea capaz de germinar en la despensa. Llámame antiguo pero me duele en
el alma ver como nuestra agricultura está siendo devorada por una tormenta perfecta sin que parezca que nadie pueda hacer nada al respecto. más que ver como se abandonan los cultivos, se arrancan los huertos y acaban las historias de siglos de familias que han entregado su vida en ese pedazo de terruño que ahora no vale nada pero que, cuidado, como decían los viejos “la tierra es la tierra, no la perdamos nunca porque es, al final lo que nos dará de comer” igual razón no les faltaba porque de los bytes y los píxeles jamás arrancaremos una lechuga.
a sospechar siquiera que el que lo produce lo está pasando mal? Tan mal como que no consigue ni siquiera cubrir costes. Entonces ¿quién se queda el parné? Es difícil de explicar si creemos (os juro que lo he vivido) que los pollos ya nacen en bandejas de plástico o que las patatas crecen en árboles. No conocemos el camino que siguen las verduras hasta llegar a nuestra mesa. Muchos ni sospechamos que un tomate nace y crece en la huerta “por gracia” de un señor que se desloma cada día de sol a sol plantando, abonando, regando, cuidando y cosechando. Después pasará alguien que por una módica cantidad se lo llevará a un
mayorista que a su vez se encargará de limpiarla y maquillarla para ponerla en el mercado (bajo precio), acabará en una verdulería (en el mejor de los casos) donde volverá a hinchar el precio porque claro, el que la vende también ha de comer y entonces será cuando tú la comprarás monísima, encerada y empaquetada a un precio así como
saber, supongo que me dejaré alguna, Monsanto, Bayer, Dupont y DowChemical) que se han hecho con las patentes de semillas y fertilizantes mientras los gobiernos y las instituciones internacionales miraban hacia otro lugar silbando como quien no quiere la cosa. Controlan el mercado hasta niveles insospechados y además han cambiado el esquema de la agricultura tradicional por una industria monstruosa que agota la tierra de puro desgaste. Es la agricultura intensiva, brutal, artificial que produce a niveles imposibles y consigue abaratar los precios a base de cantidad sin que les importe demasiado la calidad. Negocian los precios de la mercancía con las grandes superficies y dejan de lado a los que se dejan la piel cultivando tomates que saben a eso, tomates.
vista la histeria en la que andamos sumidos por lo del Coronavirus Chino (2019 NcoV). Cuentan que ya se van cerrando bazares chinos porque alguien vio estornudar al señor oriental detrás del mostrador o que la bolsa no levanta cabeza y lo que es más grave, parece que se empiece a utilizar este episodio para sembrar cierto recelo a los orientales, ¡si es que ya dicen que el diablo se vale de cualquier resquicio para meterse hasta en la cocina!. Vamos, que ya estamos otra vez como cuando a la Gripe Aviar. Dábamos
por seguro que sería un “remake” de la peste negra del medievo y al final parece que lo único que pasó es que la industria del gel de alcohol se forró como no está en los escritos (¿Te acuerdas cuando todos llevábamos una botellita de «flusflus»?). Por lo menos aprendimos que lavarse las manos no está nunca de más. En este caso, finales de diciembre de 2019 se notificaron los primeros casos de 2019nCoV en la ciudad de Wuhan (China) el goteo de nuevos infectados y es verdad que en las últimas semanas su transmisión de persona a persona se ha acelerado pero la tasa de mortalidad es baja comparado con otros casos que ya hemos vivido sin que se acabe la especie humana.
conspiranoico ) cuenta que igual lo del virus es un “escape” de un laboratorio megasecreto que todo el mundo sabe que está en Wuhan (curioso secreto), que nos han dicho una trola cualquiera y que la gente anda “palmando” a montones por la calle y por eso se dedican a construir hospitales como si de peladillas se tratara. Lo de siempre, parece que lo que cuenta es provocar el espanto del vecino al precio que sea y para eso los rumores no tienen precio. Para «más INRI» tenemos, una vez más a los tertulianos esos de la tele, que serían la envidia de Leonardo daVinci porque saben de todo, contando lo primero que les pasa por la cabeza sin que ni ellos ni los medios reparen en que estos temas debieran ser tratados por expertos que pudiesen contarnos la verdad y no crear el pánico al respecto.
parecen muchos? Pues igual es porque no te han contado que la temporada pasada en España murieron unas 6.300 personas por gripe y no cayeron las bolsas mundiales ni nos pusimos todos en cola ante nuestro templo favorito, arrepentidos, pensando que el mundo se acaba. ¿No crees? Igual necesitamos que se transmita un poco de calma y sosiego antes de empezar a redactar nuestras propias esquelas.
tienen infectados. Mientras andamos comprobando si nuestro vecino tiene unas décimas de calentura no nos hemos dado cuenta que la epidemia de odio, desigualdad, intolerancia, populismo o extremismos de todo pelaje ya se ha instalado entre nosotros, silenciosa, implacable, haga peligrar los cimientos de nuestra sociedad, transformándola en algo que ya fue una vez. Aquella plaga si provocó muertes, millones de ellas y tampoco hace tanto como para que lo hayamos olvidado tan rápidamente porque no se si recuerdas que el otro día conmemoramos el 75 aniversario de la liberación del campo de Auschwitz.