Por lo visto soy un antiguo, el día menos pensado me va a descubrir un arqueólogo y me van a enviar al Museo Arqueológico Nacional, y más ahora que parece que va a quedar vacante la vitrina de la Dama de Elche, lo malo es que hay hormigas…
¿Que porqué digo yo ahora esto? Porque soy de los que todavía esperan a que pongan «El
Tenorio« por la tele (que ya tiene narices, todo el año persiguiéndonos con pelis de cuando Napoleón era corneta y ahora les da el moderno). Soy de los que estos días le da por acordarse de los que están “allá” (cada vez más gente, será que nos hacemos viejos) y les gusta sentir el afecto, el cariño y la nostalgia vivida.
Añoro los “panellets” y los pastelillos de boniato de la abuela. Con esa añoranza y unas flores más o menos acertadas me acerco a visitar a los que durante todo el año no he recordado, con la oculta esperanza de no ser yo el visitado el próximo año porque vete tú a saber a quién va a visitar la parca. Puede que resulte que soy un fósil de otros tiempos en los que no se frivolizaba tanto y a eso de “quedarse tieso” se le tenía un respeto pero bueno, cada uno tiene sus cosas.
Ahora, como daño colateral de la globalización (y eso que el TTIP todavía no se nota) nos hemos traído la costumbre aquella de disfrazarse de Trump o cualquier espantajo similar y
lanzarnos a la calle con eso de “Truco o trato” adornando todo con unas calabazas que sería mejor utilizar para hacer buñuelos, que al fin y al cabo es para lo que fueron creadas. Pero bueno son cosas de los tiempos modernos y es verdad que despreciar algo diciendo que “son cosas extranjeras” sería una muestra de xenofobia para los haters de Twitter. Podría interpretarse como un ejemplo de nacionalismo ultra como el que está invadiendo Europa, elección tras elección y eso no sería demasiado correcto. ¿No creéis?.
Al final, un año más, me he apuntado a la fiesta aunque el año pasado no me entendió nadie. Me vestí de El Comendador de Calatrava, don Gonzalo de Ulloa, el padre de doña Inés, para ofrecer pastelillos de boniato a
los que se acercaban por casa, los pobres se me quedaban mirando con cara de haber visto un marciano, intentaba explicar quién era ese, les daba una grima inmensa por el latazo que les soltaba y se largaban huyendo sin comer ni uno. Así toda la noche. Se quedaron los pastelitos y los Huesos de Santo en la mesita del recibidor, me los acabé zampando y engordé varias arrobas. Este año intentaré lo mismo pero con un disfraz de “el Sacamantecas”, a ver si tenemos más suerte, porque yo vestirme de Drácula o espectro con sábana, como que no. Uno tiene sus propios espantajos como Montoro, el Hombre del Saco, Rajoy, Romasanta el lobisome gallego…
Pero la verdad es que este año lo del Halloween ha perdido toda la emoción después del espanto perpetuo que llevamos sufriendo estos días (y que todavía no a acabado), con Presidents huyendo a Bruselas, palos, derechos por los suelos y los ánimos alterados.
No se que tipo de susto pueden darnos unos niños disfrazados. Este año andamos curados de
espanto, ni siquiera el payaso de It nos alteraría ni un poquito. Si Drácula hubiera vivido los meses de película de espanto que llevamos nosotros se hubiese vuelto hippie y vegano. Seguro que si a muchos expertos en Halloween la tarde del viernes les hubiesen aparecido un grupo de payasos siniestros preguntando “Susto o Muerte” se habrían pedido muerte con tal de huir del espectáculo no apto para cardíacos que vivimos en Barcelona. No lo dudo.
Pero bueno, a lo que íbamos, supongo que tocará ponerme a cocinar los pastelillos de boniato, los huesos de santo y els panellets para que, cuando lleguen los pequeños monstruitos llamando a la puerta les abra «El Sacamantecas». A ver quién espanta más.








saquemos un pié y se nos hiele la conciencia. Seguro que si escarbamos un poco encontramos que la desigualdad brutal, el cambio climático o hasta los terribles incendios de Galicia se han originado en Barcelona, hay teles para todo. Y al final, ¿sabes una cosa? Sospecho que Paco, mi amigo conspiranoico, tiene razón (como siempre). Hace semanas decía que dos no se entienden porque no quieren y si pueden rascar algo, con más razón todavía.
Catalunya en un puro sainete. Hablamos de empatía, de situaciones monstruosas que deberían estremecernos por el simple hecho de ser humanos, aunque sea sólo por disimular. Hablamos de que hemos olvidado las promesas que nos hicieron los políticos (y nosotros mismos) cuando vimos la imagen de aquel niño ahogado, bocabajo, en una playa turca y que dos años después han quedado en nada. No se han cumplido y además se han olvidado o lo que es peor, los hemos olvidado. Ahora sólo queda tiempo en España para el artículo 155.
la que todos se comportaron como verdaderas bestias que no habían oído hablar de Derechos Humanos, ni siquiera de la Convención de Ginebra o algo que se le parezca. Los unos y los otros semasacraron. La destrucción ha sido total y los cadáveres de civiles han alfombrado el suelo sin que nosotros nos enterásemos. ¿Ha acabado todo? Ni en broma. Después de ver la que se está liando en el Kurdistán Irakí por lo del referéndum mucho me temo que la guerra va a continuar aunque esta vez no lo veremos por la tele. No estará el DAESH
pero el interés por quedarse con el petróleo sigue intacto y eso mueve mucho en un mundo que todavía va a gasolina. Continuarán llegando personas huyendo de ese desastre, o de cualquier otro más silenciado todavía, como
siempre he pensado que el reloj puede que sea uno de los inventos más sádicos que haya creado el hombre, si no lo creéis así ya me explicareis lo simpático que era el homínido que inventó el despertador (yo lo sentaría junto con los grandes monstruos, al lado del que inventó la bomba H). Tenemos relojes para todo, vivimos agobiados atados a ellos. Tic Tac, Tic Tac… el mundo entero se rige con ese soniquete. Lo que me faltaba por saber es que existe uno que se creó hará 70 años y su solo nombre ya causa pavor, es el «Reloj del Apocalipsis» y lo publica el
en una
nucleares de Corea del Norte, el creciente menoscabo de la sensación de seguridad
Puerta del Sol, solo que esta vez no comemos uvas precisamente. En nuestro propio reloj del Apocalipsis ha pesado muchísimo un gobierno indolente entregado a “verlas venir”, a recortarnos derechos, a permitir que se achicharren nuestros montes no se si por desidia,falta de vigilancia o vete tú a saber, dejando la extinción al orgullo de los mismos vecinos que ya arrancaron con las manos el chapapote de 2002 y ahora vemos traginar con cubos y
palanganas (¿
domingo, unas imágenes que han dado la vuelta a mundo una y mil veces. Unas instantáneas monstruosas de las que siento vergüenza no se si propia o ya ajena porque, y ahora decidme lo que queráis pero este domingo sentí vergüenza cuanto me tocó explicar como pude a mi hijo eso de que que los policías -sus héroes- estaban repartiendo estopa a diestro y siniestro.
no se si se podrá cerrar. Se ha marchado dolida por los palos y enrabiada por la actuación de un Gobierno prepotente y cobarde que ha vuelto a lo único que lleva en el ADN, la rancia dictadura del palo y tentetieso. El domingo se perdió mucho más. Este pasado domingo se perdió la esperanza de poder ser un país civilizado donde se respetan los Derechos más básicos y volvimos a lo que ya conocemos desde siglos, la división provocada por los que pueden sacar partido de que nos saquemos los ojos entre nosotros. Sabemos que ya nos ha traído demasiados disgustos pero creo que no escarmentamos. Cada porrazo que caía nos hundía más y más en el fango del blanco y negro que jamás debería haber vuelto.
vivíamos en un país democrático, moderno, un lugar en el que se podía vivir. Pues bueno, a golpe de porra hemos despertado, espero, y nos hemos encontrado con que el purgatorio existe y está en España, un país en el que un Gobierno indolente y que ha perdido toda la relación con la realidad se dedica a extralimitarse con la fuerza sin que le importen las consecuencias que pueda tener ello. Porque eso es la base, que no le importa nada, no le importan la apariencia, los modales y la decencia política. Nos aporrean, lo ve todo el mundo y encima van y lo niegan.
justificación a lo injustificable y no, no la tenían. Gentes del PP de toda la vida tampoco aprobaban lo que su jefe nos hacía a TODOS los españoles y hasta ellos me decían que lo de los catalanes era injustificable, pero que los de las porras y la testosterona cavernícola por litros y en garrafa no llevaban cuatribarradas en los uniformes. Los que salían en la tele arrastrando señoras y tirando a gente escalera abajo llevaban uniformes españoles y no dudes que la factura de esto en las instituciones internacionales llegará y no será barata.
colegio. Pero todavía me duele más ver que no hay salida, que el resto de fuerzas políticas han hablado (más o menos) pero no van a hacer nada, han permitido los mamporros y ahora no van a destituir a un presidente que no tiene los arrestos de dimitir y convocar elecciones (que, oye, sería una salida a todo esto, PARA LOS DOS). Me duele más que una bola de goma ver como los sindicatos mayoritarios se mantienen calladitos sin arrancar la movilización social que debe cambiar esto mientras los pequeños intentan empujar el carro. Pero me duele más todavía ver como queda tanta gente hipnotizada que todavía cree que Mariano es un presidente medianamente normal y no vé como el domingo nos enterraron a porrazos nuestros derechos más básicos. No olvides que si ahora nos callamos y asumimos como normal la somanta de palos, la próxima vez que nos apaleen por cualquier cosa, les habremos legitimado.