Son cosas del calendario pero ha llegado el 8 de Marzo y todavía estamos de pandemia. Es un contratiempo porque nos va a impedir salir a la calle, un año más, a gritar bien fuerte que todavía queda muchísimo camino por recorrer hasta que se haga justicia y esa persona que trabaja a tu lado todos los santos días, se sienta en una silla igualita que la tuya, en una mesa como la tuya y que en el trabajo sufre seguramente más presión del jefe ese desalmado, el señoro , el macho alfa de la “ofi” pueda conseguir los mismos derechos que tú que naciste varón. Piénsalo un momento, naciste chico y por eso, en ocasiones, tienes alguna zarza menos en el camino. No es justo, ¿verdad?
Hoy es el día de la mujer trabajadora y si quieres que te diga la verdad creo que la coletilla de “trabajadora” podría ser suprimida porque no conozco mujer que no lo sea porque además de las jornadas laborales infernales les toca ser enfermeras, madres, abuelas, economistas y todo lo que se tercie porque no cambiamos, pasan los siglos y todavía existen los australopitecos que no entienden que eso de la “faena de casa” NO es cosa de mujeres. Es uno de los micromachismos que permanecen agazapados detrás de las puertas, todavía hoy en día (y no exagero) se “pasa por alto” enseñar el manejo de la escoba a nuestros hijos. Así no avanzamos, la igualdad se enseña desde casa, con el ejemplo.
Pero hoy no es día de felicitaciones sino de lucha por seguir el camino de aquellas 146 mujeres que en 1908 perdieron la vida en la fábrica de camisas Textil Cotton de Nueva York que se dejaron la vida en intentar conseguir mejorar nuestras vidas, de las que lucharon por el sufragio y el rojo de la sangre de todas nuestras compañeras asesinadas a manos de verdaderos animales que alguna vez les dijeron que las amaban. Es un día de recuerdos tan dolorosos que me hacen sentir dolor y verdadera vergüenza de género. Hoy es un buen día para darse cuenta de que tenemos un grave problema. En tiempos difíciles como estos lo primero que salta por el aire son los derechos de los más vulnerables, ellas lo son tanto como que están siendo hasta asesinandas como en tiempos de las cavernas no podemos mirar hacia otro lado.
Piensa qué puedes hacer al respecto, no te quedes mirando en una posición que te hace cómplice. Si todos nos concienciamos e intentamos poner nuestro granito de arena llamando al 016 o entrando en este enlace, no callando, visibilizando el problema de nuestra compañera y ofreciendo nuestra ayuda. Seguro que muchas muertes pueden evitarse y entonces, sólo entonces podremos mirar a la cara a nuestras compañeras y felicitar a esa supermujer que tienes al lado con una sonrisa de oreja a oreja; “Feliz día de la mujer”. Lo merecen








este año propondría que se repitiesen las manifestaciones y los actos revindicativos porque igual, con eso de que sólo hablamos “del bicho” por todas partes nos hemos enterado mucho menos que otros años, igual porque por los medios andan ocupados en otros menesteres. Pero ¿Crees de verdad que con todo lo que nos está pasando el Día de la Mujer se puede reducir a un día en el que se sale a la calle para pedir algo que a estas alturas del S.XXI debiera haberse conseguido ya hace siglos?
rosario de violencia, muertes y amenazas que vivimos. Son unas pretensiones que no son propias sólo de ellas sino que debieran ser de toda persona que se precie de pertenecer a la especie humana. ¿Tan dificil resulta? Pues parece ser que sí porque todavía este año, entre coronavirus y resfriados, pudimos oír voces neolíticas (de los señores con nombre de diccionario y de otros más, no vayas a pensar) poniendo en duda sus revindicaciones ¿ Y sabes una cosa? Que algunas voces salían de bocas femeninas, no se en que planeta viven pero¡es como para exiliarse al desierto de Gobi!
sexo femenino (lo ideal sería que NADIE en toda la especie sufriese por pertenecer a la opción sexual que le de la gana, lo conseguiremos). Nuestras voces no puede callar el día 9, ni el 10, no nos podemos permitir ni un minuto de descanso hasta que acaben las muertes y las amenazas, hasta que el “la maté porque era mía” no desaparezca de la galaxia, hasta que ser mujer no signifique salir de la casilla de atrás. Es por eso por lo que os felicito por vuestra lucha, el día 8 o el que sea porque hasta que se consiga el fin de una epidemia que supera con mucho en muerte y dolor al mantra del coronavirus, todos los días debieran ser el día de la mujer, así a secas, porque mujeres trabajadoras lo son todas. Estoy convencido de que al final la lucha dará sus frutos y nuestras hijas podrán leer lo que está ocurriendo en los libros de historia y poner cara de asombro sabiendo que la prehistoria acabó.
meta a todos en la cabeza (sin distinción de género) que nuestras compañeras ya están hartas de ser discriminadas, cosificadas, maltratadas o hasta asesinadas a pesar de ser más del 50% de la población mundial. Creo que ha llegado el momento de escribir una nueva historia en las relaciones hombre-mujer en el que se acabe de una vez con la vieja historia en la que ellas estaban encerradas en casa,
capaces de ver su condición de mujeres y se dediquen a sabotear con sus declaraciones vergonzantes que no persiguen más que desacreditar la grandeza de la convocatoria y, de paso, enfrentarnos los hombres a las mujeres en base a un discurso falso e interesado.
demasiadas veces estos días) simplemente nos piden no ser más iguales que el día anterior, sino ser absolutamente iguales. Dejar atrás la discriminación salarial, la ofensa, el insulto, el
necesario porque con el silencio y la obediencia jamás se ha conseguido nada y si quieren que sus pretensiones sean un éxito merecido hará falta mucho poder contestatario, son demasiados siglos de corsé y llantos encerrados en la cocina. Llegó el momento para que ellas nos griten BASTA YA tan fuerte que tiemblen los cimientos de esta sociedad que ya necesita un buen cambio de raíz.
la apuesta siendo lo suficientemente civilizados como para sentarnos a comprender el momento histórico en el que estamos y respetarlas, sobre todo respetar la lucha DE ELLAS sin querer convertirte en protagonista (caballero, es una huelga de mujeres y son ellas las que decidirán nuestro papel) y entender que este día 8, más que nunca debemos trabajar, trabajar para que este podrido sistema les pueda permitir hacer una huelga visible, histórica y que su clamor se oiga fuera del sistema solar. Sólo así todo podrá cambiar y podremos empezar a construir una sociedad igualitaria de la que nuestros hij@s puedan sentir orgullo. Ganaremos tod@s.