La verdad es que no tenemos suerte los currantes en este país. Nuestros políticos se han tomado tan en serio lo del “valle de lágrimas” que el infierno de Dante se queda en un campamento de verano. Cuando parece que ya toca hablar de las cosas del comer va y se
nos cuela otro capítulo del culebrón de Cataluña, esa manta que todo lo tapa. ¿Qué si nuestro presidente la mete hasta el corvejón en una entrevista infame en la que se le vio demasiado el plumero? Catalunya ¿Qué si el partido del gobierno se deshace en los juzgados? Catalunya. ¿Qué si los trabajadores no cobramos ni siquiera para comer o si nos matan a nuestras compañeras? Si, la respuesta es la misma. Al final nos dicen que tenemos que esperar tiempos mejores que nunca llegan. El caso es que nuestro Gobierno si fuese el capitán del Titánic, culparía al iceberg y se quedaría tan pancho, viendo como es capaz de retorcer las leyes como estropajos en beneficio propio y hacer ver que son los otros. Y lo peor es que eso puede aplicarse a todas las opciones políticas que tenemos ahora mismo a la vista, porque si después de la entrevista de Alsina a Rajoy nadie ha intentado moverle la silla es que, o son iguales, o están convenidos (desconfiado que es uno). Ninguno es capaz de ver que necesitamos solucionar el destrozo social que ha creado una política neoliberal salvaje que no cesa.
Hoy el sueldo del hambre está en 707 euros al mes, a pesar de que según la Carta Social Europea debíamos cobrar 867 euros a cambio de una jornada de sol a sol disfrazada de mil
maneras distintas. Pues bueno, nuestro Gobierno quiere subirlo un 4%(36€ al mes, gran fortuna) y pretende que nos postremos en dos y que aceptemos que nos digan que tenemos que contratar una pensión privada cuando no podemos siquiera ahorrar para imprevistos porque vivimos en un país en el que el 13% de los trabajadores españoles tiene una renta inferior al umbral de la pobreza, pasa hambre. Sólo nos superan en esta carrera de la miseria Rumanía y Grecia.
Sabemos de sobra porqué estamos en este purgatorio, nuestros políticos viven de espaldas a nosotros. Definitivamente o se burlan o es que de verdad han perdido el contacto con la
realidad a un nivel que no se recordaba desde Maria Antonieta y su “que coman pasteles”. Igual ha llegado el momento de cobrarnos lo que nos deben. Hemos sido nosotros los que hemos pagado el pato de la crisis y ahora que dicen que ya pasa seguimos costeando facturas. Se nos estancaron los salarios hace 10 años (y así nos hemos quedado) y ahora que dicen que la economía crece 3% no lo vemos por ninguna parte porque la primera subida ha sido este verano (del 0,2%) a pesar de que los organismos internacionales a los que el Gobierno de España obedeció rápidamente a la hora de sacar las tijeras les han pedido que suban los salarios. Nos pagan con más miseria y desigualdad, se quedan con todo.
Parece claro que seguimos en manos de personajes avariciosos que no se han enterado
todavía que eso de la esclavitud ya se abolió. No están dispuestos a dar un paso en favor de los que les votaron pero si no lo hacen por justicia social (porque ya sabemos que no les importamos más que el florero de su casa) que lo hagan por ellos mismos. No hay economía que funcione si el dinero no llega a final de mes y no hay jubilaciones que se sostengan sin cotizaciones. ¿Y si se dejan estar de pasarnos con las historias de siempre y empezamos a ocuparnos de lo importante? Ya nos toca, ¿no?








que algo no funciona al ver que la playa está llena de gente un 20 de Enero porque hace nada menos que 24 grados? ¿Te parece normal que ya no llueva ni siquiera en las fotos? Hace un par de meses un montón de científicos de todo el mundo ( 15.364 para ser exactos)
uenta de lo que nos están diciendo y entonces vendrá lo de siempre, los lamentos.
situación, el planeta se nos hunde y eso no es una broma. Según los científicos es necesario que insistamos para que los gobiernos realicen acciones urgentes para parar la destrucción por el bien nuestro y de nuestros hijos, Según nos dicen queda poco tiempo pero es posible que si nos podemos en marcha se pueda remediar. Pero para ello debemos tomar consciencia de la magnitud de la tragedia. Debemos darnos cuenta de que si nos quedamos sin planeta ya nada importa, ni siquiera que nuestros gobiernos nos sometan, o los escándalos, o el latrocinio de las clases políticas, o que si la vecina del tercero pone la música altísima. Deberíamos abrir los ojos y darnos cuenta de lo que están diciéndonos, se trata de la vida, simplemente de eso, de la vida en este mundo.
nave interestelar con la que huir a cualquiera de los exoplanetas esos recién descubiertos, nuevecitos. Lo más que tengo es un cochejo al que estoy mirando con el ojo izquierdo desde que leí a los científicos asustados diciéndonos que o paramos de contaminar o ya verás tu que risa, el problema es el de siempre, no hay «parné» para cambiarlo. Queda poco tiempo, ¿seremos capaces esta vez de tomárnoslo en serio y decirle a gente como la del PP que ya basta de intentar cobrarnos por el Sol (
comprar lo que no ha investigado. Andan demasiado empeñados en decirnos que todo se está recuperando a la velocidad de la luz (como si alguna vez hubiese estado “recuperado” este cadáver). Nos dicen que hay empleo pero sin decirnos que ese empleo es propio de Chaplin en “Tiempos modernos” y que ni siquiera nos llega para asegurar las pensiones a nuestros mayores porque las cotizaciones rozan el absurdo.
aquello de Unamuno y su “que inventen ellos” Seguimos igual, llegamos tarde y mal a los avances científicos. nos burlamos del que investiga y ahora con el PP (pero tampoco es que antes fuese mucho mejor)
países, con el consecuente atraso que cada vez se nos va notando más. A este paso nos acabaremos convirtiendo en un país de boina de rosca, troglodita, de brujos, chamanes y supersticiones que, por otra parte, me parece que es lo que se persigue. Todo sea por congelar, recortar y favorecer a amigotes.
importe demasiado Nuestra ciencia está desarbolada, la inversión en I+D es una risa, la inversión en dependencia ya roza el genocidio, y lo de la sanidad es propio de tiempos de Menguele. Llamadme bestia pero no me diréis que es normal lo que vivimos en los hospitales, saturados, en plena epidemia de gripe (soy uno de esos miles que están ahora mismo trabajando con fiebre y la napia como un pimiento morrón) o el trato que se está dando a los
pusiésemos a contar lo que pagamos cada vez más caro y lo que recibimos a cambio, veríamos que las cuentas no salen. No hace falta haber pasado por Harvard para darse cuenta de ello. ¿En qué se está gastando el dinero esta gente que se burla de nuestros mayores subiendo las pensiones un 0,25%? Mejor no preguntamos no vaya a ser que nos dé la depresión al ver que mantenemos a un gobierno que es el “TopStar” de la sección de tribunales.
Mari, la enana de 5 años que no hacía más que pedir salir a hacer pipí, que no podía aguantarse más… pero es que fuera estaba cayendo una nevada de esas que sólo se ven en las postales navideñas, esas navidades que ya dejaban atrás, sólo les quedaba este viaje hasta casa después de ir a visitar a los “abus” que este año estaban más pachuchos y no vaya a ser… Con el rabillo del ojo, miraba a María quién a su vez entendía perfectamente y compartía el terror oculto que no les contaban a los peques. Le venía a la cabeza la frase de hace unas horas cuando Paco decía que había suficiente gasolina para llegar a casa y no era cuestión de retrasarse más. La aguja de la gasolina marcaba ya reserva,
llevaban horas en mitad de un atasco en la nieve y no es que esperasen la llegada de unos hombres que les sacaran de allí, hacía un rato pasó un militar de la UME que les ofreció mantas y un termo de leche caliente para los peques, para ellos fue como si hubiese aparecido un arcángel, les dijo que se hacía lo que se podía (y más) pero que todavía iría para largo. Para salir de allí ya casi les quedaba más esperanza en WonderWoman o Supermán que en las quitanieves que un año más les dejarían en la estacada a pesar de estaban haciendo lo imposible por llegar. La cosa no era cuestión de bromas, no es que no podrían llegar a casa si se acababa la gasolina, es que la calefacción se pararía y fuera no se veía nada más que la inmensidad blanca de la nieve que no paraba de caer con fuerza, sin miramientos. Al igual que ellos había miles de coches, algunos sin combustible ya.
ministerio que se ha visto sorprendido por una tormenta, como las de otras veces que ha ocasionado verdaderos apuros a los atrapados mientras algún Ministro se encontraba en la importantísima tarea de estar viendo el partido entre el Betis y el Sevilla y el director de la DGT se encontraba “lost in Sevilla” (eso sí, con móvil y Wi-Fi) en plena operación retorno. Resulta sorprendente ver como cuando se les va alguna cosa de las manos siempre salta el resorte este de escurrir el bulto sea como sea para que la culpa sea de los otros, que si la concesionaria de la autopista (de pago), que si los efectivos de emergencia (los que se partieron el espinazo intentando llegar como sea) o incluso hasta de los conductores, por tirarse “ a lo loco” a la carretera sin llevar un remolque lleno de gasolina, cadenas (que no sabemos poner), alimentos o tiendas de
campaña como si se fuesen a la guerra. Es como si para ellos saliésemos a la carretera por gusto, como si pudiésemos los mortales no acudir al trabajo “porque ha nevado” o porque nos gusta poner en peligro a nuestras familias. El caso es no reconocer la culpa sea como sea, vale que no podemos pretender darles la culpa de que nevase, pero si de no tener una solución a esta contingencia, lo llamamos invierno y algunas veces suele nevar. Sólo diré una cosa, cuando la nevada le cayó al Gobierno anterior, nuestro presidente se puso el disfraz de Reina de Corazones y se afanó en pedir dimisiones y cortes de cabeza, esta vez la culpa es “de los otros”. Es a lo que nos tiene acostumbrado este gobierno indolente que no se preocupa por sus gobernados.
buscando una simple bombona de butano porque DENTRO de casa hacía más frío que fuera y la luz se ha puesto a un precio que sólo pueden pagar los rajás. Fui a comprar un pan para preparar los bocatas del cole del peque y los vi. Eran personas normales, como tú y como yo, que andaban de gasolinera en gasolinera con la bombona en un carrito tratando de conseguir otra, que les costará “un pastizal” y poder encender la estufa vieja esa que a veces huele raro y que tanto trabajo da a los bomberos pero que se usa porque la calefacción está demasiado cara y los enanos andan con los deditos morados por casa. Pregunté al gasolinero que, con toda la paciencia del mundo les decía que no le quedaba ni una. Me dijo que eso era todas las noches, nada más ponerse el sol. Aparecían de repente, buscando gas para no helarse. Puede que sean tus vecinos y tu no lo sepas porque andas demasiado liado y no puedes pararte a conocer ni a los que viven en tu rellano, como todos. Es eso, estamos demasiado liados como para ver que está sucediendo.
Mecano e ir a Sol a despedir el año. La verdad es que, vale, muy buen ambiente, muy chulo todo pero el próximo amigo madrileño que me diga que estamos locos los valencianos al amontonarnos en la plaza del ayuntamiento para ver la mascletà le enseñaré unas fotos, no las he borrado del móvil, por si acaso. ¡Por Dior! ¡Ahí no cabía un alma más! Que no eran ni las once y por Arenal no se podía uno ni caer al suelo por falta de espacio!. Eso sí he de felicitar a la policía por su trabajo y especialmente a los bomberos por su paciencia.
imaginas que el blog se tuviese que reconvertir en algo así como un recetario de tartas? Sería maravilloso, eso quería decir que ya hemos aprendido a vencer al poder del miedo, esa arma poderosísima que utilizan habilmente para tenernos sometidos. Querría decir que nuestros políticos se hubiesen puesto las pilas, que lo de la desigualdad hubiese dejado de existir, que ya no mueren nuestras compañeras a manos de bestias inmundas, que ya no existe el contador infame de las #cifrasdelaverguenza, que ya hemos dejado atrás la esclavitud laboral y que nuestros mayores están atendidos, son tantas cosas… Como creo que tampoco este año nos vamos a dedicar a recopilar recetas,
ya me he encargado de volver con las pilas recargadas para hacer frente a lo que nos pueda venir encima y, por lo menos, tener un espacio donde todos podamos gritar ¡Ya basta!. Pero bueno, puestos a pedir, ¿porqué no vamos a poder soñar con que en todo el libro en blanco de 365 páginas que se nos presenta por delante no vamos a escribir una historia bonita?. ¿Porqué no vamos a soñar con que este año va a ser el de la revolución social que acabe con la podredumbre? Algún día nos va a tocar a nosotros. ¿y si fuese el 2018?. Yo voy a hacerlo, soy así de pardillo, tanto como el que se ha apuntado ya a las clases de Spining con la diferencia de que por lo menos soñar todavía es gratis.