Y en eso que ya nos hemos plantado en Navidad, más que nada porque se oye el soniquete de los Niños de San Ildefonso que marca el inicio de esa época del año en la que todos nos volvemos buenos, tiernos y solidarios. ¿Qué queréis que os diga? Deberíamos pedir a los que
hacen el calendario que Navidad fuese todo el año, así puede que nos preocupásemos más de los que están mucho peor que nosotros, si los hay. Hay quienes no tienen para regalos porque no les llega para alumbrarse, hay quienes no tienen para comer estos días y también quienes van a temer que el marido modelo bestia que tiene en casa beba estos días más de lo que habitualmente lo hace (y es mucho). Es Navidad, igual es una buena fecha para darnos cuenta de que también esta noche hay gente en el mar intentando llegar a nuestras costas donde las cosas están mal, es verdad, pero por lo menos no se niega el
derecho a la vida a nadie en una guerra rarísima, medieval de la que parece que no conocemos todo. Piensa en ello y verás como eso de los regalos en el fondo no tienen la mayor importancia porque ya tenemos un buen regalo, no estar en la piel del que lucha cada día por mantener el mayor de los regalos que tenemos, la vida. Todos los días del año pasa esto pero estos son los de Navidad, esa ventana de tiempo en la que se puede acceder a nuestros corazones. Aprovecha para llegar al tuyo propio.
En estas fechas vamos a comer, a reunirnos con los nuestros, con esos que puede que no conozcas de su existencia a lo largo de todo el año pero que se materializarán estos días para
darnos un cálido abrazo y una sonrisa. Esos momentos, llamadme tierno, hacen que estas fechas sean distintas, nos llenan de esa mezcla de alegría y melancolía por los que no van a llegar a la mesa este año. No importa de que religión seas, si es que tienes alguna, las cosas buenas hay que adoptarlas vengan de donde venga. Da igual que celebres el nacimiento de cristo, el Sol Invictus o lo que quieras celebrar, sólo te deseo eso, una mirada sincera y un tierno abrazo y de aquellos a los que aprecias, contad con el mío.
Yo me voy a buscar esos abrazos de los míos, voy a poner las máquinas al ralentí, rebajar la presión de las calderas e intentar conseguir la paz que todos merecemos estos días. Me ausentaré unos días porque espero tener muchos que recibir para recargar las pilas y enfrentarme a todo un año por delante que llegará con sus buenos momentos, sus malos, sus sueños cumplidos y sus promesas fallidas. Por favor, pasadlo bien, todo lo que vuestros corazones os permitan y sobre todo, cuidaros que espero que nos veamos todos en un nuevo año lleno de emoción.
Feliz Navidad y mejor entrada de año 2018!. Nos vemos el día 3 para empezar todo un año en zapatillas.








y el Yang que domina todo, es eso de la fuerza, el lado oscuro y todo eso de StarWars. El mundo se rige por un intrincado, inestable y misterioso sistema de equilibrios perfectos en los que si se cae una pieza acaba todo derrumbándose como un castillo de naipes, arrastrando lo que encuentra a su paso.
volvería a ser lo mismo, se habían roto las estructuras que sostenían la sociedad mundial en un precario equilibrio de bloques. El misterioso bloque comunista del que tan mal nos habían hablado se estaba desmoronando. El capitalismo había triunfado, se había derrumbado el comunismo de la URSS y todos nos alegramos sin llegar a sospechar que se había roto el equilibrio de las fuerzas, quizá para siempre y pagaríamos un precio demasiado caro por ello.
más agria. El sistema que pensábamos correcto y perfecto nos ha ido mostrando su crueldad y se ha transformado en la Hidra de tres cabezas que es ahora. Hemos ido dejando atrás cada vez más personas, demasiadas. Primero a “los invisibles”, aquellos que no reparábamos en su existencia y que, seamos sinceros, no nos afectó demasiado. Poco después vino aquello de hacernos creer que formábamos parte de la macroeconomía y nos salieron con el rollo ese de que “vivíamos por encima de nuestras posibilidades” (¿recuerdas?) con ello han ido arrancándonos nuestros derechos más básicos, la sanidad, la educación. Con esa mentira nos han hecho sentir culpables de sus pecados, han ofendido a nuestros esquemas de «ganarnos las habichuelas» transformando el empleo honrado en una limosna, están podando nuestros sueños haciendo todo lo posible para evitar que nos sintamos humanos. Es el engaño perfecto y nosotros hemos caído. Poco a poco va alcanzándonos la miseria y ya sentimos muchísimos el aliento en el cogote, es ahora cuando nos vamos haciendo a la idea de lo que hemos hecho.
Rambo perseguía a los comunistas, cuando no sabíamos que había más allá del telón de acero, cuando todavía se preocupaban de hacernos ver que los de la hoz y el martillo eran gente perversa mientras muchos llegamos a creer que en los soviets se vivía bien. Cuando el equilibrio de las fuerzas obligaba a nuestro monstruoso sistema a contenerse, a poner buena cara y a no dejar a nadie atrás.
puede hundirse más, hemos tocado fondo y sólo queda un camino, levantarse de nuevo. Eso es lo que temen ahora los poderosos y por eso continúan azotándonos, saben que tienen los días contados si nos levantamos todos y nos convertimos en el contrapeso que vuelva a equilibrar la balanza. Este año que va a empezar puede ser un buen año ¿y si nos ponemos en marcha?
vecino y tu sin enterarte. En mi caso la cosa se redujo a un par de días de estancia en una casa en la que no se había previsto el que alguien llegase con tropecientas estufas, entonces claro, saltan los plomos y te quedas a oscuras, nada más que resaltar. El verdadero problema llega cuando no es cosa de los plomos, es más bien cosa del frío pelón que puede llegar a hacer en invierno y tu no puedes hacer nada para evitar que se instale en tu propia casa. La sensación es terrible, os lo puedo asegurar, desde el otro día no se me olvidará en la vida esa sensación de no saber si entras en un baño o en una cámara frigorífica.
mucho, y el “frío pobre” es algo terrorífico. Se mete por las rendijas de la puerta, en los huesos, en la mente y en la dignidad del que lo padece. Debe ser duro ver como se tirita en casa, sepultados bajo varias mantas, mientras sientes la ignorancia del mundo que te rodea. Es el frío de una sociedad que no entiende lo que puede ser la pobreza energética simplemente porque no se ve por la calle y nos suena a un problema logístico, cuestión de recibos de los necesitados con los que ya lidiarán las ONG y que se arreglará con la instauración de unas políticas gubernamentales, es decir, que pasaremos frío por los siglos de los siglos si pensamos que los que están calentitos en sus despachos van a hacer algo por remediar lo que ni siquiera conocen y que no parece importarles demasiado porque están muy ocupados en agenciarse un sillón mullido y calentito en las energéticas, para cuando tengan que levantarse del suyo.
aprovechamiento energético le saquemos. Resulta imperdonable ver que estamos pagando la electricidad a precio de oro (de las más caras de Europa) gracias a verdaderos cambalaches de las eléctricas con puertas giratorias. Y lo peor de todo es que seamos capaces de permitir el enriquecimiento desmesurado de las empresas mientras exista una sola casa helada como un iglú, en la que habita gente hipotérmica porque no tiene la fortuna de poder hacer frente a facturas hiperinfladas.
hogar quedará en una frase hecha. Lo habrá porque no somos capaces de entender la magnitud de la tragedia que padecen aquellos que no tienen con que calentar o iluminar sus casas, los que no van a ver a Ramonchu en las campanadas, ni el discurso del Rey porque la tele (si es que la hay) dejó de funcionar cuando pasó el señor de las tenazas.
porque parecía todo más grande en la tele. Pero el tiempo pasa, las cosas van evolucionando, envejecen y si no se van reparando las goteras y repintando acaban como la casa de la abuela, que nos caerá en la cabeza por puro abandono ¿Verdad?. Pues bueno, han habido tantos cambios sociales en estos cuarenta años que nuestra constitución ya no nos sirve a los que vemos como nuestros sueldos no mejoran, perdemos derechos, el empleo es un desastre o lamentamos que por unos o por otros jamás queda dinero para nuestros jubilados o dependientes. Desde el momento en que unos vamos a la cárcel por una viñeta o por un chiste
desafortunado mientras vemos como otros “se lo llevan crudo” sin que apenas les caiga una regañina está claro de que algo ya no funciona. Pero no funciona para nosotros. Para otros, los que se se han encargado de manosearla en beneficio propio y vestirán con gran pompa y fasto cada vez que celebremos un aniversario de esta constitución le va viento en popa y andan como castañuelas con esta vetusta norma. No lo olvides cuando los dirigentes del te digan que no hay que reformar la Constitución para contentar a los independentistas porque igual no es sólo por eso por lo que no quieren tocar una coma
fue difícil y duro pero ahora ya no es lo mismo. Por suerte ya no tenemos las pistolas encima de la mesa y
la debacle social que padecemos, no nos vale para frenar la desigualdad. No nos soluciones al sistema de autonomías que nos está dando más de un disgusto. Parece que tengamos miedo a aquello de “abrir el melón” y así no vamos a hacer nada. Parece que demasiados teman que se plantee
nuestras propias necesidades!) Puede que el miedo al cambio, los intereses de los partidos o el terror a perder el chollo lo hayan impedido. Así seguimos, paralizados como un gato deslumbrado por los faros de un coche. Y aunque Rajoy se comprometió con Sánchez a facilitar la reforma, la primera reunión de la comisión que se supone ha de empezar a picar piedra duró un ratito y sin nada destacable salvo el esfuerzo en “hacer nada” del PP que dice que no hay nada concreto. Pero pensándolo bien ¿Ellos tienen algo que aportar? Entonces ¿Debemos cambiar las normas resabiadas y trucadas del juego?