Esperemos que en esta película se cumpla el guión establecido y en quince días veamos a Macron como presidente de Francia. Todo esto si no se da la sorpresa y nos van todos los esquemas a
tomar viento con la llegada de LePen, sería catastrófico pero bueno, parece que últimamente desayunamos espantos de este tipo. Nadie cree que nuestros vecinos se vuelvan turulatos pero tampoco era posible lo de Trump y ahí lo tenemos dándonos sustos un día si y otro también. Vivimos en un mundo que parece haberse vuelto loco como una cabra y ese es un factor que puede llevar al traste con el plan establecido por los poderosos para que aplaudamos a alguien que parece una especie de Superhéroe venido de la nada, hecho a sí mismo y que ha llegado ahí como por arte magia sin la ayuda de nadie (sospechoso es un rato ¿no crees?). Macron parece una creación artificial, un personaje que mantendrá las cosas como están y que, además, hará que nos alegremos todos cuando derrote al extremismo xenófobo (ojalá).
Hace un año el posible próximo presidente de la República Francesa ni sospechaba
presentarse a las elecciones. Es un personaje de apariencia agradable, que no se manifiesta de izquierdas ni de derechas, ni de carne ni de pescado. Europeísta en una época en la que parece pecado serlo y eso si, muy cómodo para el sistema, alguien “de fiar” que no hará peligrar el orden establecido. Parece la respuesta del sistema, el candidato ideal para una sociedad que, como la nuestra, parece que prefiera nadar en aguas tibias antes de aventurarse a dar un paso necesario para salir fuera de la «zona de confort». Es la opción que parece ganadora por ser la menos mala, aunque vete tu a saber.
En la otra esquina del cuadrilatero tenemos a Marine LePen, odiada en público pero que poco a poco ve como su discurso xenófobo va calando en una sociedad que no le dará la
presidencia, pero que le va dando cada vez mayor porcentaje de votos de esos que aparecen de la nada porque sus electores niegan haberla votado. Todo es cuestión de tiempo el que llegue a algo y nos asustemos todos. El mismo tiempo que va corriendo y haciendo madurar la sociedad autoritaria que va emergiendo de este caldo de cultivo de descontento y frustración en el que nadamos. De momento ni se nos ocurra olvidar en que el país de la “Liberté, Égalité et Fraternité” y todo eso, la principal fuerza de la oposición va a ser el radicalismo salvaje. Ella ya ha triunfado.
Lo que está claro es que los perdedores han sido los partidos “tradicionales”. Los
franceses han preferido antes votar a un economista de 39 años sin ideología clara o a la lider de un partido xenófobo antes que votar a los partidos de siempre. Señores del PP y PSOE deberían asustarse mucho porque igual nos da por lo mismo por estos barrios. Deberían aprender que esto ha cambiado. El futuro está en chino para la derecha tradicional, que se ha
llevado un buen sopapo en Francia pero también para el socialismo de siempre, que ha sido arrasado. El socialismo francés ha sido barrido, ha desaparecido y esto es, en gran parte porque mantienen una guerra intestina (algo así como aquí, mira que casualidad). Están demasiado ocupados en sacarse los ojos como para optar a nada. Triste señora Susana Diaz, lamentable señor López, un desastre señor Sánchez, o escarmentan en cabeza ajena y solucionan su guerrita rápidamente o acabarán igual, lo veo en mi bola de cristal a pilas que me vale para todo menos para acertar los números de la primitiva (una pena).
En menos de 15 días sabremos si se sigue el guión y el viejo cascarón de la UE respira tranquilo (hasta el
próximo susto) o si para el horror general todo salta en pedazos con LePen. Parece que la ultraderecha esta vez no vaya a llegar a la presidencia, pero yo no aseguraría nada, por lo pronto Marine LePen ha corrido a autoproclamarse “candidato del pueblo” y eso ya me va sonando a alguien con el pelo raro.
Lo normal es que gane Macron, que se cumpla el guión y todos nos alegremos y festejemos su triunfo frente al espanto radical (que no es poco). Que nos regocijemos, una vez más, sin preguntarnos que está pasando y sin que hagamos otra cosa más que perpetuar el sistema que nos mantiene encadenados a un palo, con una cadena cada vez más corta.








más bestiajo. ¿Que querías publicitarte para Consul? Gladiadores. ¿Que querías evitar que te linchasen por llevarte el dinero de los impuestos (si, antes del PP ya había mangantes)? Leones ¿Que hacía falta que todos mirasen para otro lado? Cuádrigas con Ben Hur y todo eso
conocer y de paso hinchar un poco el pecho, que eso siempre viene bien
que es en realidad
El objetivo es el crecimiento económico
estado del bienestar y hemos ido a parar a una situación en la que la desigualdad ha llegado a límites insostenibles, unos tienen todo y los otros estan apartados. Si no nos plantamos habremos tirado por el barranco siglos de lucha y estaremos en el medievo. Igual todavía no es demasiado tarde
cálida que todo lo inundará. Hoy es un día de estos en los que te asalta la deliciosa nostalgia, uno de esos momentos en los que en nuestro cerebro suena algo de
abandonarse a la melancolía. Dejar que los recuerdos de lo que fue asalten el corazón y dejar que lo invadan todo con ese inexplicablemente dulce sabor de la derrota, de lo que fue, de lo que ha sido y de lo que hubiese podido ser. Con calma, al compás de esas gotas de lluvia que no entienden de la miseria humana y que obran el milagro. Necesito recordar, hundirme en mis recuerdos y dejar rodar lentamente alguna lágrima sanadora.
aquellos que me han dejado su vacío, los que han pasado a otra vida y los que el tiempo y las circunstancias de una vida alterada y un tanto acelerada han separado de mi camino. Por ellos van las primeras lágrimas, dulces pero con el trasfondo agridulce que deja el desconocer hacia donde nos llevará la vida, si es que vamos a alguna parte o simplemente nos lleva en un deambular sin rumbo. Poco importa si sólo nos dejamos llevar como las gotas que se funden en los charcos de una calle empapada.
en decir que muchísima y pensar que si a pesar de tener tanto saqueador profesional todavía tenemos luz en las calles, si nadie tocase nada empedraríamos las calzadas en oro de 18 quilates. Resulta muy difícil aclararse porque los datos están dispersos y distribuidos en pequeñas corruptelas por aquí y por allá (igual por obra de la misma mano larga). Sabemos que “corruptelas habemus” ¿pero cuanta? Misterio. Quizá debiéramos saberlo (más o menos) porqué si en el antiguo testamento dicen que Yahveh envió el diluvio por lo de la podredumbre y corrupción, igual ya va siendo buena idea acercarnos al Decathlon y comprarnos una barca porque ahí andaremos.
acaban yendo a la cárcel sin pasar por la casilla de salida (He leído por ahí que en los últimos años han sido condenados 400 corruptos. Suena a muy poco pero es un 72% de los juzgados) y ni aún así se hace nada de verdad para acabarlo, igual es que estamos acostumbrados o algo más horrible todavía, que muchos piensan para los adentros que nosotros también haríamos algo parecido porque si nos llevamos las grapas del curro… ¡pues eso!. Prefiero no creerlo y quedarme con que hemos asumido que el poder corrompe y ni siquiera sabemos si eso es controlable. Me decían que la solución sería que “El Estado” pudiese controlar el poder, puede que sea verdad. Pero si eso que no sabría decir muy bien que es pero algunos llaman “El Estado” es el que está corrompido hasta el tuétano ya vamos mal. Tanto como que llego a pensar que jamás saldremos de esta. No mientras no nos tomemos en serio el asunto del trinque.
nietos les va a costar entender más lo que está ocurriendo ahora de lo que a nosotros nos costó aquello de