Ayer hacía un frío de esos que pelan y entré en el café en busca de un cubo, «solo» y sin azucar, calentito. Me encontré a Paco con el periódico ese que en los bares le ponen una varilla de madera sujeta con un hilo para que no los puedas doblar y evitar que “se caigan”
en los abrigos de la clientela. Estaba como alucinado, con los ojos en blanco ¿Qué leía? Una noticia que hablaba de “la maniobra Errejón”, no hacía más que decirme “¿ves? Así como ha de votar la gente a la izquierda” Y pensándolo en frío, puede que Paco, una vez más tenga razón, si algo me ha fascinado de la izquierda española es su capacidad para meterse en embolados y pegarse un tiro al pie justo en el momento en el que toca correr pero no se de que nos sorprendemos, basta con echar la vista un siglo atrás para ver que buscar la unidad de las izquierdas por estos andurriales parece algo así como tirarse al monte para capturar un unicornio. Empezamos con la camadería de Stalin y Trotski y a partir de ahí ejemplos como para llenar un rosco de Pasapalabra. Lamentable.
Vivimos unos tiempos en los que el “sincerebrismo” va creciendo de forma alarmante y
encima va contagiando poco a poco a la derecha “civilizada” que ve que asociándose a estos consigue dos cosas, una vía de escape para dejar caer lo que de verdad piensan y un montón de votos de gente que parece tener claro que resulta más provechoso acercarse a las urnas que quedarse tomando el sol en cualquier rincón. Al show de Andalucía me remito.
Pensaba, de verdad que habríamos aprendido algo del esperpento de San Telmo y más todavía ahora que tenemos a la vuelta de la hoja del calendario (en Mayo, ya no queda
nada) elecciones municipales, autonómicas y europeas, como poco porque voy intuyendo que igual nos ponen una urna más (yo no quiero decir nada) Pues como siempre parece que soy un pardillo porque de entenderse todos nada de nada. Perece que han tocado a rebato y una vez más demostramos que nos gusta más el jaleo y el alboroto que a un tonto un lápiz, Podemos ha explotado desde dentro en lo que parece una estéril lucha de egos que tira para atrás (creo que Iglesias y Errejón, los dos, se equivocan), el PSOE, sigue sin encontrar la paz esa que puede que nunca tuviese, la bronca Llamazares-Garzón, y lo que podía llamarse “Izquierda DESunida” ya toma tintes de
tragicomedia griega, Manuela Carmena abre su propia senda a machetazo limpio y así en todo. De verdad que no consigo entender como a nadie se le ha pasado por la cabeza que así no podemos acercarnos a unas urnas que seguramente serán decisivas y más viendo como toda la derecha es capaz de entenderse aunque no lo digan, desde los tibios equidistantes hasta los de los “brazos p’arriba”. ¿No será mucho más prudente dejar las hoces y los martillos guardaditos en el armario en lugar de utilizarlos para sacarse los ojos y empezar a dar una imagen de seriedad? Igual debería alguien pensar que para ganar unas elecciones más hace falta ilusionar al votante que SIEMPRE parece que tiene cosas mejores que hacer antes de ir a votar (ese es el mayor problema de las democracias actuales). En la derecha parece que lo han conseguido y claro así no se puede hacer nada. Lo malo es que vienen las urnas y después será el llanto y el rechinar de dientes, como siempre. ¡Si es que no escarmentamos!








del Sahara. No se, igual son quimeras mías, pero el hecho de decidir acatar los mandatos de vete a saber quién y permitir, a pesar de que a sus bases no le hace ninguna gracia, un nuevo mandato de Rajoy no parece que ayude demasiado a dar una imagen de alternativa, ni de izquierdas, ni de partido, ni de nada que no sea una traición a su esencia. Por Ferráz estos días más bien parecen un grupo de gente que de tanto sacarse los ojos se han quedado ciegos. Ya nos explicarán como puede ser que por primera vez en España un partido de derechas alcanza la presidencia gracias al que, supuestamente, era de izquierdas cargándose el eje tradicional izquierda-derecha y encima gratis. Mejor que se esfuercen en que lo entendamos porque de lo contrario me parece que igual, por pura ecología, nos podemos ahorrar imprimir tantas papeletas para las próximas elecciones (si es que las hay en los próximos cuarenta años, que yo ya dudo de todo). Igual no han caido en que con esta maniobra corren el riesgo de que Mariano los plante en su jardín para siempre. Además, en el mejor de los casos, no hacen más que aplazar el desastre, como los malos estudiantes que enferman el día del examen.
encruicijada y han decidido apoyar a Mariano (o abstenerse, que al final será lo mismo) aunque con ello no hayan hecho más que firmar aquello que ya nos temíamos del PPSOE y la Gran Coalición, enterrándose en vida ellos mismos y a sus militantes, que al final, son los que responderán ante sus amigos, conocidos y familiares. Han destruido su propio barco en alta mar con ellos dentro. No parece muy coherente, ¿verdad?.
pelando cebollas para intentar convencernos de que dejar paso a Mariano es la única opción posible. Puede que en este momento tengan razón, pero también es verdad que son ellos mismos los que han creado este escenario, con sus rencillas internas aireadas a los cuatro vientos y sus luchas de barro en las que han acabado agotados.
de patio de colegio. Han traicionado a los que les votaron, que ahora están con los ojos como platos viendo como, al final, sus votos han servido a Mariano, quien ahora se cobrará sin duda, la recompensa por su victoria. Han apoyado una política liberal de poda de derechos y a un partido plagado de causas judiciales. 


