Diplomacia contra genocidios

Publicado: 8 junio, 2024 en actualité...

No recuerdo de quién era la frase aquella que salía en Indiana Jones y la última cruzada en la que se decía que «la pluma es más fuerte que la espada» Pero no dudo en que es verdad. La palabra puede más que cien bombas. Estos días, España, en un acto de valentía sin precedentes, o quizás solo buscando los titulares en vísperas de elecciones, se ha lanzado a la piscina legal internacional, uniéndose a Sudáfrica y otros más en su demanda contra Israel. ¿El motivo? Parece claro, Israel no ha estado jugando limpio con las reglas de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio y se ha entregado a la barbarie, el genocidio y el salvajismo, justo ellos que la historia les obligaría a ser ejemplo justo de lo contrario. Y así, con un pie en la historia y otro en la diplomacia, España se convierte en el primer país europeo en decir “aquí estoy yo” en este proceso judicial. ¿Qué quieres que te diga? Debiéramos sentir cierto orgullo con independencia del color de tus preferencias.

Mientras tanto, en el resto de Europa, se están rascando la cabeza, preguntándose si esto es una vuelta de tuerca de estrategia o como dirían por Génova, simplemente España queriendo ser el centro de atención. Porque, claro, reconocer el Estado palestino y ahora esto, parece que España está decidida a liderar el pelotón de la diplomacia, dejando a Estados Unidos, Egipto y Qatar intentando poner paz como quien intenta calmar una tormenta con un paraguas.

Pero no nos emocionemos demasiado, que el gobierno español todavía oficialmente no ha dicho ni mu sobre si realmente cree que Israel ha cometido genocidio aunque todos los que tenemos un poco de vista (y eso que soy miope perdido) lo tenemos claro. Las masacres, las bombas y la hambruna hubiesen justificado hace mucho una actuación sin precedentes de la ONU pero claro, el amigo americano tiene derecho de veto y así, no se puede. Tampoco el tribunal, ese que se toma su tiempo como un buen vino, tampoco ha dicho nada concreto. Así que, para cuando se decidan, probablemente sea tarde y ya no quede nada que salvar en Gaza, pero oye, al menos lo intentaron, ¿no?

Lo que realmente importa ahora no es si se ha cometido genocidio o no, sino parar la fiesta de bombardeos y asegurarse de que la gente en Gaza tenga algo que llevarse a la boca porque eso es lo urgente, salvar vidas. Y a Hamás, pues que suelte a los rehenes, que también es de buena educación.

Y para terminar este sainete, puede que tenga su origen en que Israel le ha cerrado el consulado a España en Jerusalén, donde llevaban desde 1853. Vamos, que Israel se ha tomado la diplomacia española tan en serio que ha decidido castigar a los que menos culpa tienen. España en cambio responde con la diplomacia del siglo XXI, esa que pone a temblar a los gobiernos extremistas y que, al parecer, tiene a Netanyahu contando ovejitas para dormir

Muchísimas gracias, Maruja!

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