Gooolllll!!! Eso fue lo único que escuché cuando me sacaron del sopor ese que te entra cuando estás tomando un café por pura supervivencia, la tarde es muy larga y queda “mucho por arar”. Justo en el momento ese en el que se mezcla el “memuerodesueño” y el
“vengaaltajo” van y me gritan a la oreja que nosequién había metido un golazo. Eso debería tipificarse como crimen de lesa humanidad. La verdad es que al entrar había notado un silencio muy raro, como el que se respira en el “Saloon” de las películas del Oeste cuando entra el forastero de turno, malcarado y con cara de “se va a liar parda”. Al marcar alguno de los que corrían en pantalón corto por la tele todo cambió. Goooollll! se desgañitaba el comentarista desde la tele, gritaron todos a la vez. Empezaron a abrazarse, besarse y saltar de tal manera que del susto se me cayó el café a la cara. Son cosas del Mundial. Bien pensado y vistos los efectos del baloncito igual valdría la pena dejarse de política y estructuras varias, el fútbol todo lo anestesia y todo lo homogeniza, es una idea (no me toméis en serio, serán cosas del sopor veraniego).
Al preguntar a Paco si quedaba mucho para que acabase el mundial y dejasen a Rusia en paz me dijo que cada vez menos pero que ya
estaban preparando el próximo, en Qatar, para noviembre y diciembre del 2020. Supongo que sospecháis que no soy demasiado futbolero pero tampoco hace falta serlo como para que se me cayesen los palos del sombrajo al saber que el próximo mundial se celebra en Qatar. Todo cobra sentido al ver lo que pasó con el mismísimo Sarkozy y los “mandamases de la FIFA” y los regalos, los coches y los “untamientos” que acabaron con la designación de un emirato donde hablar demasiado de igualdad, derechos humanos y cositas por el estilo puede acabar separándote la cabeza del cuerpo. Igual no hubiese estado de más pensar en ello y en los valores que se quieren trasmitir junto con “el balón que todo lo domina” antes de enviar a las selecciones allí donde no es que haga fresquito precisamente y no se que van a inventar para que el balón no se funda en la cabeza de cualquiera de los jugadores, me imagino que jugarán por la noche.
Pero claro, por muchos petrodólares que se tengan hará falta que se construyan campos de fútbol en mitad del desierto, y eso no parece fácil ni siquiera para Florentino. Parece ser
que se les ocurrió a los jeques que lo de la construcción de las pirámides estuvo bien así es que, manos a la obra, se procuraron unos 800.000 migrantes, la mayoría nepalíes, a los que explotar, igualito que Faraón. Ellos son la mano de obra que no veremos pero que se desloma para construir las instalaciones del mundial de Qatar (muy chulas las maquetas) done acudirá gente de todo el mundo a gritar, emocionarse y llegado el caso llorar por la suerte que sufra su selección. Trabajan, según denuncian las organizaciones internacionales, durante largas jornadas de trabajo de 16 o 18 h diarias sometidas a altísimas temperaturas de 50º. Es algo así como estar metido en el horno de la cocina, ¿has visto que el termostato empieza justo a esa temperatura? Al próxim@ que pase quejándose de que el aire acondicionado no está muy fuerte le explicaré esto (en todas partes hay algun@).
A los currantes se les trata como a animales, duermen en condiciones detestables, se les
alimenta lo justito, se les retira el pasaporte y hasta se les prohíbe la posibilidad de intentar cambiar de empleo. Las condiciones son tan duras que, según Amnistía Internacional más de 2000 nepalíes han perdido la vida. La FIFA mira hacia otro lado, por lo visto los Derechos Humanos y el deporte de la pelotita no tienen demasiado que ver. A final parece que el que la pelotita entre todo lo perdona, incluso el que las camisetas de las selecciones se empapen con la sangre de vidas anónimas en mitad del desierto. No se pide a los del fútbol que dejen de ganar dinero, eso sería como tirar piedras al Sol, pero si que intenten parar la barbaridad que supone el hecho de que un deporte como el fútbol acabe ligado a un baño de espanto.








golpe de titulares ribombantes. Temo que acabemos olvidando que Aquarius es algo más que una bebida refrescante y que se nos vaya de la cabeza que en pleno SXXI había un barco abandonado en el mar, lleno de inmigrantes peleando por sobrevivir, con más de 100 niños a bordo al que nadie quería dar refugio y que algunos brindaron con champagne al verlo alejarse de sus costas en lugar de preguntarse que hubiese pasado si fuesen “los suyos” los que estaban a bordo. Convendría tener en cuenta
que nos llamaron populistas y postureros por hacer algo que haría, sin pensarlo, cualquier persona decente. Es algo así como si te estás ahogando en una piscina, llega un tio a salvarte y le dices «deja que me ahogue, has venido sólo para impresionar a tu pareja». Si salvar a alguien es postureo, bienvenido sea ¿No os parece? No es que sea yo muy vengativo (lo justo) pero deberíamos grabarnos todo lo que nos han dicho con un punzón en la puerta de casa para que no se nos olvide, con rayitas y tal como debe estar ya marcando Urdangarín los días que lleva «a la sombra”.
debe hacernos olvidar el camino que emprendimos siendo la voz digna frente a la fortaleza inexpugnable en que se está convirtiendo una Europa que no entiende que muy mal han de estar las cosas como para que meter a tu hijo en el agua te parezca algo «más seguro». Frente a una Europa que parece débil, atemorizada y empeñada en encerrarse en unas murallas creyendo que les van a “proteger” de algo (al final ni la Gran Muralla China sirvió de mucho) el nuevo gobierno ha entrado en el debate por la vía de los hechos, atendiendo al Aquarius y anunciando que quiere retirar las concertinas, esas picadoras de carne que tenemos instaladas en Ceuta y Melilla y que en realidad son doce kilómetros de paisaje propio de Vlad «El Empalador»
dedos cortados, heridas abiertas en brazos y piernas, un espanto medieval para asustar a todo el que se acerque a nuestra Europa moderna aparentemente respetuosa y social pero que es miope, acomplejada dentro de sus muros e incapaz de asumir sus propios compromisos. Imagina que
eso de que puede ser hasta egoísta aceptar inmigrantes, nos hacen falta. Vivimos en un continente envejecido donde, si no por humanidad y legalidad (valores que parece que no vendan demasiado, y así nos luce el pelo), sí por propia supervivencia necesitamos inmigración, si no ya me dirás como vamos a pagar nuestras jubilaciones si estamos envejeciendo a marchas forzadas. Además hay hechos que se han de hacer porque sí, porque no podemos permitir que mueran personas a nuestras puertas sin que hagamos nada más que construirnos un castillo enmoquetado donde estar calentitos, eso estaba bien en la Edad Media y porque si la Historia nos ha enseñado que la Humanidad creció con la caída de las murallas no vamos a construir nosotros unas nuevas y reducirnos al ostracismo. No podemos ser tan inhumanos, mis convicciones me lo impiden aunque me cuenten la “falacia de la invasión” intentando ocultar el miedo al cambio que igual nos lleva a tiempos oscuros donde también se hizo un censo de personas, como propone Salvini en Italia con los gitanos. Además ¿os cuento un secreto? Me importa muy poco la causa por la que un Gobierno quiera hacer algo bueno, a mí me importa que lo haga. Y mucho mejor que tenga en cuenta al gran Gino Bartali cuando decía aquello de El bien se hace, pero no se dice, ¿si no qué bien es ése?
que llamabas “sentimiento humanitario” ya no existe, es entonces cuando te arrastras al baño y esperas ver reflejado en el espejo a una cucaracha, a lo Kafka. Vuelves a la cama, a ver si con un poco de suerte era todo una pesadilla pero es entonces cuando te das cuenta de que no, la realidad es lo que es, puede que la especie humana esté condenada a vivir en un mundo apocalíptico, sin moral. Y si eso sucede un lunes por la mañana ya es el acabose. Menos mal que algunas veces llega la tarde, acontece el milagro y acabas hasta orgulloso.
la frase esa de “los extremos se unen”) se opuso a la llegada a puerto del Aquarius, un barco de MSF, con 629 personas a bordo (entre ellos 123 menores no acompañados, 11 niños y 7 mujeres embarazadas) contraviniendo la legislación marítima, humanitaria y toda la decencia que pueda quedar a esta Europa que se nos va de las manos. Y por si esto fuera poco cometen la salvajada de intentar justificar los hechos sin siquiera proponer una solución, por irreal que fuese. Visto que no se les permitía la entrada optaron por acercarse a Malta donde parece ser que recibieron unas botellas de agua pero tampoco fueron recibidos. En
resumen, gracias a la falta de escrúpulos de unos gobiernos que deben avergonzar a sus gobernados, tenemos a 629 seres humanos abandonados en mitad del mar-cementerio en el que han transformado al Mediterraneo. Esta vez parecía que había suerte y se les permitía desembarcar en el puerto de Valencia (dejadme sentir una chispa de orgullo) “por razones humanitarias”, un gesto que creo que nos honra (y mucho) y da ejemplo al resto de la Comunidad Internacional, a pesar de que las voces cavernícolas y descerebradas de siempre quieran buscar electoralismo a un gesto de humanidad inesperado hace unas semanas. ¿Sabes algo? Si el electoralismo lleva a esto, que hagan elecciones todos los años. Yo me quedo con un gesto humano hacia unas personas cuyo pecado es el haber nacido en la “cara pobre” e intentar mejorar su suerte como fuese. Algo tan legítimo que sólo por dudarlo pondría al que lo negase en la estantería donde guardamos a los monstruos, justo al lado de Trump o del Sacamantecas.
del Aquarius pero existen miles o incluso millones de personas tiradas a nuestras puertas, víctimas del abandono de NUESTRAS instituciones. Mi abuelo decía que si perdemos la decencia pasamos a ser poco menos que bestias, no se equivocaba. Estoy seguro de que allá por Bruselas se han olvidado de donde vienen. Se han olvidado de las viejas trincheras excavadas a pico y pala en el barro de la Alsacia-Lorena o las migraciones desesperadas después de las grandes guerras que hicieron necesaria la existencia de la Europa que soñamos un día, joven, poderosa, social y llena de vida pero que se ha transformado en un vejestorio ávaro que sólo piensa en engordar su cartera. ¿Es eso lo que buscábamos? ¿Una Europa que da la espalda a los necesitados? Ya digo yo que Zeus no raptaría a este viejo pellejo ni borracho de anís.
vergüenzas, muchos despropósitos y algunos aciertos (pocos, pero alguno habrá sido) al final, fuera de todo pronóstico, va y tiramos a un presidente que todavía no comprende que le ha pasado. Este hombre no ha entendido que la vida de las personas no se mide en porcentajes. Algunas veces me recordaba a Javi, un amigo que se perdió un día en una montaña de facturas y casi tenemos que llamar a los GEO para que lo sacasen de allí (Javi es contable y para él todo se reduce a números). A Mariano le pasaba lo mismo, perdió el contacto con la realidad, le preguntabas como estaba y te respondía «un 3,12 por ciento» nunca entendió que no es lo mismo gestionar una empresa que procurar mejorar la vida del prójimo. Espero que el nuevo Gobierno sea capaz de conseguirlo o nos quedaremos igual o peor.
cuando después de todo este latrocinio, podas de derechos y barrabasadas que no sabemos, va y descubrimos que se pueden hacer girar los engranajes y desalojar a los que no están cumpliendo, por mucho que pataleen y recurran a la vendetta mafiosa con la aprobación de sus propios presupuestos. Todo porque no llegan a entender que los poderes exigen responsabilidades y que tan constitucional es el Art 155 que han usado como les ha venido en gana, como el 113 que los ha enviado a casa.
luchar pese a las mordazas, coacciones y amenazas de las de arder en el fuego del averno. Hemos conseguido que los corruptos vayan desfilando por el juzgado, nuestras mujeres abanderan el feminismo (nadie va a poder pararlas ya), nuestros jubilados han peleado por lo nuestro y sabemos que si nos unimos podemos conseguir cosas. Ahora queda recuperar la normalidad y que se restaure la libertad de expresión mutilada por el «derecho a cerrar bocas molestas». Un derecho que no existe pero que han hecho valer hasta el aborrecimiento.
catalanes» (es que con Paco no se puede, siempre va buscando las vueltas a las cosas). Sea como sea ha llegado la hora de abrir ventanas para que entre aire fresco. No se como va a funcionar este nuevo escenario pero me quedo con que se ha desalojado a lo que se había apalancado en Moncloa y
monocromo, toca jugar a la política del delicado equilibrio legislativo, “a la europea”, donde todo va a tener que batallarse. ¿Seremos capaces de jugar en esa liga? Yo creo que sí, a pesar de que los agoreros dicen que el desastre se avecina, que si esto no puede traer nada bueno o hasta que esto es como
Europa esto no basta. Hagan el favor de empezar a tirar leña a la caldera gritando como Groucho Marx aquello de ¡TRAED MADERA!. Necesitamos ver cambios inmediatos para que les tomemos en serio. Han entrado en Moncloa con la confianza de NUESTROS representantes, no nos vayan a defraudar, para ello sólo hay un camino. A CURRAR!