Aquí me tenéis, en directo, sentado en la mesa del final del bar junto con Paco (quien por cierto os saluda con la mano). Estamos sentados ya pendientes de que se abran las urnas y empiece el recuento y si os digo la verdad, andamos un tanto preocupados por ver que la participación ha bajado y que eso puede significar que el espanto no acabará de marcharse de estos barrios. Ya sabemos lo que se dice, la derecha siempre vota mientras la izquierda siempre que puede se marcha a la playa. Esperemos que no, veremos que sucede porque que las autonomías caigan en manos de gentes que conceden permiso a nuestras compañeras para cortase el pelo, limarse las uñas o comer sería lamentable pero más lo sería todavía que el ayuntamiento estuviese regido por los hombres de Atapuerca o sus amiguetes. Yo sólo de pensarlo me pongo a temblar.
Lo que nos sucede aquí en las europeas es algo endémico, por aquí no acabamos de entender que significa Europa, parece que nos queda muy lejos para todo excepto para quejarnos de que no podemos vender nuestras naranjas porque las de Sudáfrica acaparan el mercado. Tampoco parece que nos demos cuenta de que cuando en el pueblo aparece una cartel con una banderita europea quiere decir que ahí va a brotar una carretera, un pabellón polideportivo o alguna cosa pagada con dinero de “allá lejos”. Puede que no nos hayamos daño cuenta de la importancia de todo esto o puede que sea que nuestros políticos no saben transmitirnos que hemos de votar para elegir a los que vayan allá a representarnos. No se a que se debe pero parece que pasemos bastante de molestarnos en ir a depositar el voto.
El caso es que acaban de abrir las urnas y cuando se solucionen los primeros líos cotidianos empezarán a contar… Uno, Dos, Tres… empezarán a contar cual será el destino de tu ayuntamiento, quién gobernará la comunidad autónoma o incluso quién defenderá nuestras naranjas en Bruselas.
Supongo que habrás ido a votar, de lo contrario tu voz habrá quedado fuera de todo este batiburrillo, tu voz no habrá sido escuchada y habrás perdido la oportunidad que te dieron tus antepasados con su sangre.
Pero bueno, os dejo que va a empezar el recuento y los nervios empezarán a hacer mella. Suerte a todos.
En Zapatillas de Andar por Casa. 
La gente no quiere votar en las europeas porque sabe que no sirve para nada. Esa gente no nos representa, es una oligarquía que se reparte el botín, que elige a incompetentes que nadie conoce para tomar decisiones que nos afectan. Bruselas se parece mucho más a la nomenclatura de un partido único que a una democracia.
Un saludo.
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El problema puede estar en que nos han hecho creer eso, en que nos han hecho olvidar que esa Europa que se han apropiado es el sueño de hombres como Robert Shumman y Jean Monnet un sueño en el que se evitaba que los europeos nos matásemos los unos a los otros y en el que los logros sociales se convirtiesen en la meta a alcanzar. Han hecho que olvidemos que todo esto viene de las minas de Carbón, de la tizna, el barro y la mugre de las guerras mundiales. Nos han vaciado el contenido del sueño, se lo han apropiado y convertido en una pesadilla de muertes en el mar, de suicidios y de miserias anónimas. Deberíamos votar, votar a alguien que llegue para recordarles quienes somos, de donde venimos y de paso bajarles del pedestal ese que se han construido con las afombras mulliditas quehan tegido con nuestros derechos sociales arrebatados. Si, deberíamos votar y hacer llegar nuestras voces allí, altas y fuertes. el problema está en que no parece que nadie esté dispuesto a hacer eso.
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Muy bueno, amigo Salva.
Un abrazo grande
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