En Zapatillas de Andar por Casa.

«La Corona, al servicio permanente de nuestra sociedad y de nuestro país en el marco de la Monarquía parlamentaria, confirma hoy y siempre su compromiso con España, con la defensa de su democracia, su Estado de Derecho, su unidad y su diversidad». S.M. el Rey Don Juan Carlos. Madrid, 27.12.2011. 

    Por supuesto que hoy no estaba prevista la publicación de este post pero visto el cariz que están tomando las cosas y la magnitud de la tragedia, aunque de momento no vemos los perjuicios ocasionados y nos atrevamos a hacer incluso bromas, he decidido dejar para mejor ocasión el post que había escrito, si es que llegamos a tener una mejor ocasión, o si no la tenemos, acompañará a otros muchos en su destino, la papelera.

     Miremos el calendario porque el día de ayer va a ser recordado por muchos años como el día en el que falleció la democracia en España.

     Con la suspensión de la imputación de la infanta se consuma el asesinato de unas normas que nos dimos hará unos 37 años para conseguir cerrar la época oscura y las heridas causadas por la dictadura post guerra que padecimos. Poco a poco han ido mutilándolas hasta que llegó el hachazo de ayer. Ayer, con el consentimiento de un gobierno desnortado y maleable, con la más que posible implicación de una Casa Real desprestigiada por la cadena de abusos y desmanes cometidos y con el silencio de una oposición que ni está ni se la espera,  se ha destruido uno de los principios básicos que regulan la paz y la normalidad en un Estado civilizado como pensábamos que era este en el que vivíamos, la igualdad de los ciudadanos ante la Ley, con el simple hecho de suspender la imputación de la infanta, por el simple hecho de haber nacido infanta.

     Entiendo, por parte del monarca que intente salvar a la familia, como haríamos todos los padres del mundo, como hacemos cada día que sufrimos las reformas laborales, los envites del destino en nuestros trabajos y los sádicos apretones a nuestras carteras, pero eso no ha de ser motivo para perpetrar un nuevo abuso, un nuevo desacato a todos nosotros que viene a sumarse a todos los anteriores, que se conozcan porque seguro que habrán muchos más.

     No es de extrañar que en las encuestas la figura del Rey se haya precipitado en barrena, ya estamos hartos de ver como una figura triste, anciana y decrépita (como se está manifestando la monarquía con sus últimos actos) no cumple con sus funciones y se dedica a procurarse una apacible vida a espaldas de sus súbditos a los que debiera proteger o, por lo menos, respetar como Rey de una monarquía constitucional como él mismo nos hizo creer. Sin ir más lejos, recuerdan el discurso de navidades en el que, de su propia voz, nos dijo eso de la igualdad ante la ley…? pues ese es el valor de la palabra de un Rey hoy en día…

     Señor, desde aquí le recordamos que no estamos en un estado feudal y que el ejemplo que nos están dando, usted y su familia no es de lo más edificante en los tiempos en los que todos nosotros sufrimos por malvivir a pesar de los tormentos que nos proporciona nuestro mal llamado gobierno y a duras penas alimentar a nuestras familias.

    Me parece que ,muy a mi pesar, las normas se han roto y eso siempre es un peligro. El Estado de Derecho por el que tanto luchamos años atrás ha desaparecido, asesinado por verdaderos incompetentes. Ya no soy capaz de prever, dadas las estrecheces sociales sin sentido que padecemos y el estado de frustración generalizado en el que vivimos, en el que se nos dicen idioteces como que emigrar es un orgullo, cual va a ser el próximo hecho que acaecerá. Me encuentro como el jugador de ajedrez que se ha visto desbordado por la valía del oponente y no sabe prever el próximo movimiento, pero lo que sí tengo claro es que, por desgracia, casi seguro que va a ser un jaque mate mortal, duro y devastador, somos el pueblo, las antiguamente conocidas como clases medias/bajas , las mayorías indignadas y estamos hartos de tanto abuso.

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